La vida de Brian

Lo cierto es que la película no está mal, pero en mi opinión está algo sobrevalorada. Cuando leí las críticas sobre ella y la puntuación tan alta que tiene, esperaba que al verla me partiera el culo de risa, pero solo ha conseguido arrancarme un par de sonrisas. Como ya he dicho la película no está mal, la idea es buena y es una historia original lo de hacer parodias sobre la religión, pero esperaba mucho más.

Sin duda la mejor película de este genial grupo de cómicos. Desternillante de principio a fin, cumple perfectamente su objetivo: hacer pasar un buen rato al espectador.

Criticar una película encumbrada a los altares de esta santa casa es, de cara al recorrido de uno en Filmaffinity, jugarse el porvenir. Y si la película que se critica ha sido elogiada unánimemente por los sustentadores de la correcta teoría política, por los abanderados de la adecuada postura religiosa, por los adalides de la moral oportuna e idónea, apaga y vámonos.
Acaso sería conveniente, para casos como el de LA VIDA DE BRIAN, una acreditación por parte del escribiente de no ser un seminarista ni un templario, y, para el supuesto de los lectores, el aprobado en un test de mesura emocional: todo el mundo sabe que no son pocas las ocasiones en que los defensores de una creencia y de la contraria, en el campo de batalla en que se convierte esta página, luchamos con denuedo esgrimiendo armas y argumentos de muchos colores.
A pesar de haber tratado por todos los medios de encontrarle el lado brillante a esta otra VIDA, a pesar de no haberme quejado y de haber tratado de reír y sonreír, es más atractivo, a mi juicio, no siendo un seminarista ni un templario, lo que uno recuerda de la película, aquello que de la trama uno comenta con amigos cuando se rememora, que lo que se ve o se siente a lo largo de la hora y media de metraje. O puede, también, que, resultando LA VIDA DE BRIAN al parecer de muchos el exponente máximo de un "humor maravillosamente inteligente", no sea yo sino una pobre criatura acusando una alarmante carencia de cerebro.

A diferencia de su anterior película, ésta ya guarda un guión mas unido y con menos ida de pinza ( si cabe ). No está hecha con cuatro duros y no es tan cutre. No creo que nadie dude que es mejor en todos los sentidos. Si es cierto que parece que se siguen sucediendo los "sketch" pero digamos que no llama tanto la atención como en "Los caballeros de la mesa redonda". Sigue teniendo humor delirante y absurdo pero con un poco más de gracia, no tan exageradamente estúpido ( a mi modo de ver ). Para mí lo mejor la escena final. Creo que merece la pena verla sólo por esas últimas imágenes.

En estos días en los que existe un feroz diálogo en lo que significa el feminismo, el comunismo y la manipulación de masas, ver esta parodia de hace 41 años me ha sorprendido de una manera tremenda. Visionada en versión original, no se percibe de la misma manera que los que la oyeron en mi idioma. Predomina el lenguaje moderno anglo-sajón, con sus muletillas, formalidades, tacos, etc… Es algo que ha cambiado poco con respecto al español, ya que si se ve una película de los años 70 de España, el lenguaje que se usa parece cavernario, en comparación con lo de ahora, que cambia cada poco, mal influído por la tele basura: en plan…, o sea…, tío…, colega…..

En lo que se refiere a la despiadada crítica religiosa y política, se recibe con gratitud la afamada obra, pues ha sido difícil de superar en los años ulteriores. Si bien es cierto que su inicio es fresco, ágil, sorprendente y ecléctico…, se va diluyendo el efecto de los gags a medida que se avanza.