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Los idus de marzo

Drama. Intriga Un joven (Ryan Gosling) empieza a trabajar como jefe de prensa de un prometedor candidato (George Clooney) que se presenta a las elecciones primarias del Partido Demócrata. Durante la campaña tendrá la oportunidad de comprobar hasta qué extremos se puede llegar con tal de alcanzar el éxito político. Adaptación cinematográfica de la obra teatral "Farragut North" de Beau Willimon. (FILMAFFINITY)
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Críticas 165
Críticas ordenadas por utilidad
4 de marzo de 2012
23 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
La última película dirigida por George Clooney (“Buenas noches, y buena suerte“, 2005) hasta la fecha se devora con ganas e interés, mientras su argumento nos hace de guía turístico a través del mundo de la manipulación y la mentira política, ese universo en el que venderías a tu madre por un voto y matarías a tu vecina por un buen puñado de delegados en el caso de las primarias norteamericanas sobre las que fluye esta historia. Llevada con buen pulso, ritmo tranquilo y agradable, pero constante y despierto -jamás aburrido-, golpea la mesa con la fuerza de sus diálogos y el buen trabajo de sus actores, que más que entregados se encuentran cómodos haciendo unos papeles que tampoco exigen demasiado. Clooney ofrece una visión muy pesimista de todos aquellos que nos gobiernan o intentan hacerlo, y no se vende a demócratas o republicanos pese a que su personaje lucha por los del primer partido.

Todos son políticos y por extensión descorazonados, no importa lo que necesite la gente, importa lo que la gente pueda creer que necesita en el momento de la campaña. La chaqueta puede cambiar de color si la cuenta corriente babea y la persona en la que creías hasta ahora puede convertirse en el ser más despreciable sobre la Tierra, teniendo todo esto solución a cambio -cómo no- de un módico acuerdo político en el que ambas partes puedan ver su culo muy alejado de un terreno pantanoso. Pese a todos los aciertos de Clooney manejando el guión que el mismo escribe junto a Grant Heslov basándose en la obra de Beau Willimon, “Farragut North” la película llega a un punto en el que todo lo que podía dar ya está exprimido y la gota de ese jugo resultante es una subtrama (no diré cual) que simplifica toda la maraña que se había estado tejiendo hasta el momento: efectivamente, me estoy refiriendo a un “podía haber dado mucho más de sí, pero se ceban en una sola cuestión”.

Aún así, los minutos dedicados a esa situación que señalo, se emplean sin renunciar al enriquecimiento de sus diálogos, que ofrecen perlas realmente memorables que con la intención de evitar un ‘spoiler‘ no transcribiré. Clooney también es lo bastante inteligente en la dirección para dar a cada cosa su desenlace correspondiente y no dejar -al menos en apariencia- ningún cabo suelto significativo. La elección del reparto es sencillamente extraordinaria.

(Sigue en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento, por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Sandro Fiorito
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6 de marzo de 2012
18 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
El estreno de George Clooney como director fue un gustazo: 'Good night and good luck' fue una de las películas más atrevidas y completas de la pasada década. Semejante inicio nos hacía pensar que tal vez Clooney estuviese tocado por la varita mágica del talento más polifacético. Muchos creían que se trataba de un accidente y Clooney puso de su parte para darles la razón. Su segunda película, 'Leatherheads', fue un patinazo digno de olvidar.

El hombre más mediático de Kentucky vuelve a ponerse tras la cámara en 'THE IDES OF MARCH' ('LOS IDUS DE MARZO') para enfrentarse de tú a tú a los distintos intereses de la comunicación y la ambición política. Clooney se mete de lleno entre las bambalinas de la política y monta un show de rabiosa actualidad con diálogos repletos de exquisitas réplicas y contrarréplicas. El esfuerzo en el texto es de agradecer, oigan. Y la banda sonora un caramelo.

La trama principal está muy bien conducida a través del viaje del protagonista durante algo más de treinta minutos. Bravo (otra vez) por Ryan Gosling, que demuestra nuevamente su gran estado de forma y su madurez para echarse a las espaldas personajes cargados de matices. Sin embargo el subsuelo amoroso entorpece la pasión por una cinta que avanzaba a buen ritmo. Pero claro, aquí manda el director y por algo será.

En ocasiones uno piensa que al personaje de Clooney (un candidato demócrata) le sobra protagonismo. En otras se echa en falta mayor presencia de los personajes de Giamatti y Seymour Hoffman. El reparto está soberbio y nos regala una lección actoral de primera categoría. Incluso Marisa Tomei nos encandila con su breve pero relevante personaje.

Es muy posible que, cumplida la hora de película, el espectador acuse cierto desencanto hacia la historia y sienta estar viendo otra de esas películas que tienen buen inicio y que terminan distrayéndose en asuntos superfluos. Pero tranquilos porque todo está medido y el guion (también firmado por Clooney) se guarda un magnífico giro en la manga para llevarse la película hasta niveles de altísimo magnetismo. En solo un instante la película toma todo el aire del mundo y se vuelve apasionante sin posibilidad de recaída.

Algunos diálogos son sublimes y escenas como las del cara a cara entre los personajes de Clooney y Gosling a solas en una cocina son para levantarse y romper en aplausos. Algunas decisiones de dirección (o de guion, quién sabe) son la enésima prueba del profundo conocimiento que George Clooney tiene del lenguaje cinematográfico. Ojo por ejemplo a la forma en que resuelve la conversación entre su personaje y el de Seymour Hoffman en la furgoneta.

'The ides of March' es un atractivo análisis del desencanto individual hacia la política en general y la ambición en particular. Para mirarla directamente a los ojos sin perder detalle.
Melón tajá en mano
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20 de diciembre de 2011
16 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo admito: el cine político se me atraganta. Me aburre. Mucho. Aunque cuando viene firmado por nombres importantes intento verlo, a ver si suena la flauta y me gusta... "Los idus de Marzo" cae de lleno en este grupo de sorpresas porque pese a desarrollarse de lleno en este contexto (meetings, elecciones presidenciales, etc.) las cosas se hablan con claridad, de forma potente pero controlada. Pero sobre todo, porque aquí lo importante no es tanto su historia (joven ayudante de un político que ve cómo todo aquello en lo que creía se desmorona) como su fondo, o sus ideas. El poder corrompe, y se lo puede llevar todo por delante.

Es así una radiografía del poder sólida, con pocos agujeros negros, cuyo único problema es que ya lo hemos visto otras veces. No sé si mejor, o de forma más clara (otro filme similar aparecido este año, "El estudiante" de Santiago Mitre también expone las cosas sin perderse en palabrería) pero desde luego no seré yo quien se ponga a sacarle pegas teniendo en cuenta mis antecedentes con el subgénero. Lo mejor de la película de Clooney, además de su clasicismo, es el talento de su reparto. Gosling sigue escalando posiciones, Rachel Wood está encantadora pero aquí son los secundarios los que parten la pana: un soberbio Seymour Hoffman, como siempre, una curiosa Tomei, el cabronazo entrañable que resulta ser Giamatti o claro, Clooney, que no se reserva las mejores líneas pero las defiende con entereza. Una película de esas de "actor's studio", para ver en versión original y disfrutar de una historia ya vista, y ya oída; pero valiosa. Resulta además entretenidísima durante sus casi dos horas, así que al menos por mi parte, queda recomendada. Si se hubiesen pulido algunos aspectos del guión ya entraría a lo mejor del año. Curioso, por otra parte, que una cinta de estas características haya sido prácticamente ignorada en los premios americanos... (aunque sus nominaciones al Globo de Oro le han dado cierto aliento vital). Muy interesante.
Caith_Sith
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26 de julio de 2012
15 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
El ensamblaje de la historia es perfecta, la interpretación de todos los actores sobresaliente, la dirección brillante, la única pega, el papel de George Clooney que resulta desdibujado. Se nota su preocupación por sacar el film adelante como director, y eso se traduce en un rostro cansado y una interpretación desmadejada; absolutamente inferior a la que nos tiene acostumbrados.
La película merece la pena, buena historia y buenos diálogos, así como una estructura general equilibrada. Se agradece en estos tiempos,donde todos, o casi todos, tenemos pervertida la capacidad de sorpresa. 8
LEUGIM
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12 de enero de 2012
19 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Durante la primera temporada de “Boardwalk Empire”, ambientada en los años 20, se nos muestra cómo las grandes mentes están detrás de los políticos más influyentes, tapando sus escándalos y manejándoles como marionetas. En el caso que se muestra en la serie de HBO hay una proyección real de Warren G. Harding, que fue presidente de EEUU. Hay bebé con una amante que debe ‘esconder’ convenientemente de la vorágine electoral ese genial personaje llamado Nucky Thompson… No sé si Clooney quiere hablarnos de su personal Julio César, asesinado en los idus de marzo, o de los motores enviciados y mundo amoral de la industria política… pero el resultado final en el mismo año que hemos visto notables ficciones en formato televisivo como “Boss” o “Crematorio” se queda en intenciones o en algo paupérrimo en comparación. Como si Clooney fuera la monja mojigata de un chiste caduco… de ese reflejo de una sociedad que se escandaliza con un pezón emitido en directo. ¿Habrá visto el director de “Buenas noches, y buena suerte” la mítica e imprescindible “The Wire”? ¿O tal vez quiere hollywoodear a través de la obra de Beau Willimon los más oscuros resortes políticos?

La realidad supera la ficción, pero la ficción nos enseña el camino de la realidad. No es el caso de “Los idus de Marzo”, que pese a convencer sonar en quinielas para lucir traje en cualquier alfombra roja que conduzca a nominaciones en premios dorados, deja a George Clooney como un interesante buscador de discursos sobre la maquinaria y el idealismo. No es que el director de “Los idus de Marzo” vaya a pretender ser Costa-Gavras porque realmente allí necesitan más idealistas con capacidad de convocatoria que francotiradores y enfants terribles. Es cierto que a veces el punto de vista delimita a una obra. Sin ir mar lejos la oscarizada cinta de Kathryn Bigelow, “En tierra hostil”, fue desdeñada por muchos por su visión cuando la propia cineasta declaraba que quería «suplir la falta de información que existe sobre la guerra de Irak en los medios de comunicación estadounidenses». Esa censura y manipulación efectivamente hace que los escándalos políticos y lo que se cuece en las campañas queden apartados, tal y como presenciamos con el personaje que interpreta Marisa Tomei.

El director-productor-actor, no obstante, es un tipo listo que sabe vender su discurso como revelación. “Los idus de Marzo” se convierte en una cinta necesaria para el pueblo norteamericano pero prescindible (aunque interesante desde su formalidad, ideas y mirada crítica) para los foráneos. Simplemente hay que disfrutarla como ese chupito, a modo de primer paso con impecable factura, necesario para que se empiece a beber la botella entera. Y esa gran botella de buen licor con un amplio camino recorrido y que destripa sin pudor la corrupción actual política norteamericana se llama “Boss”.
Maldito Bastardo
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