Agosto

Roberts y Streep demuestran su talento y su oficio frente a la pantalla, sin duda 2 grandes actrices que se disputan el Oscar a mejor actriz.
Una película interesante, con una densidad y una potencia que se destacan, aunque por momentos un velo gris vuelve monótona algunas escenas.
Lo mejor es sin duda ver a las dos protagonistas desarrollando su talento.

Las cartas sobre la mesa; sobre la mesa familiar, ese mueble que devendrá receptáculo de desahogos, de mojadas verbales, de pendencias, de ¿involuntarias? ouijas en que los malos espíritus de la tristeza, de la desolación personal y existencial se manifiestan, erosionando muy seriamente los frágiles cimientos de una familia resquebrajada. La voluntaria partida de este perro mundo del paterfamilias como pistoletazo de salida, como Nihil Obstat a la devastación del cosmos parental, al incendio de esa Roma familiar. Un reencuentro para el desencuentro; mención aparte de la enfermedad como un acicate más de las tinieblas de individuos por sangre y genética juntos, que no unidos. Y como espectadora de estos tsunamis emocionales, una testigo muda (sólo a ratos) con los rasgos de una criada india nativa americana.

Teatral película, con grandes papeles para grandes actores en grandes interpretaciones.

La verdad que después de esta película uno se replantea lo que piensa sobre su familia y, oye, tampoco estamos tan mal!
Para mi demasiado culebrón, nada se sostiene por ningún lado, por momentos surrealista, pero como ya sabemos, el objetivo es siempre quedar bien con la familia, mantener una apariencia de felicidad cuando es todo lo contrario; solo engaños y mentiras. También demasiada Meryl, aunque creo que hace un papelón, de loca, pero un papelón.

No con cualquier estado de ánimo recomendaría yo esta película. Cuidado, mejor que lo tengas alto porque las miserias humanas y familiares están expuestas con toda la crudeza. Es gracias a un guión preciso y detallista con diálogos creíbles.
Lo más interesante son las interpretaciones de todos los actores. Mención especial para Streep por supuesto. Me sorprendió Cumberlanch con un papel difícil que aprueba. Es un milimétrico 6.

En vez de sobreactuar sobreactuar, y sobreactuar (o era y ganar, y ganar, y ganar….)
Agosto es un culebrón venezolano pero en Arkansas, o podría ser en la estepa cerealista castellana. Da igual el paisaje de tierra llana y agua lenta. Es un melodrama ligado a un contexto de naturaleza y personalidades que desembocan en uno de los pilares de los melodramas a través de la historia. La familia. Necesidad, apoyo, leif motiv, causa de renuncias vitales para unos, todo lo contrario y corsé de la posible felicidad para otros. Entre todo el fulgor y la parafernalia queda una especie de corolario, la familia unida jamás será vencida, ¡ o sí ¿. O es el individuo el primero que tiene que salvarse como fenotipo social?.
Pues el centro de la película es la familia y el centro de la familia matriarcal, obvio la matriarca. Y el referente contrario, la hija mayor, También es una peli sobre esas familias compuestas solo por hija. Y que la mayor se erige en la jefa del clan en cuanto hay que decidir sobre la madre. Y lo bueno es que como en muchas ocasiones lleva razón, aunque no se le quiera dar. Y eso también pasa en las llanuras castellanas. El Universo en una taza de té verde. Y luego que si Sagrario toma la iniciativa, pero cállate tía que tú matrimonio es una farsa o que si Angelita quiere deshacerse de la obligación y encasquetárnosla…. Pura vida. Pura realidad. Puro amor aunque la protagonista esté en un contexto antiguo, rancio, pero esperanzado. Pero esa Robert, hermana mayor con ese pelo oscuro y esa convicción de su deber aunque su vida matrimonial sea una charlotada, pero es esa hermana mayor tan hermosa, tan bonica.
Todo eso y nada más que todo eso. Se puede hacer bien o se puede hacer mal. Ahí está la realidad del cine. Veamos. En conjunto deudora la obra teatral y por ende la pelicula de T. Williams. E incluso a veces parece homenajear a Quien teme a Virginia Wolf. De hecho hasta recuerdan con cariño a Liz Taylor y su no necesidad de ponerse maquillaje aunque se pusiera como una puerta. Desde luego la insufrible Streep lleva dos o tres manos de titanlux. Y de toda esa retahíla de montajes dramáticos sureños, angustiosos y de una atmosfera opresora, libidinosa y tórrida en todos los sentidos. Pero no nos confundamos este es el género, y en su exceso está su grandeza.
Hay un continuum dramático que por manido no deja de ser interesante. Es la técnica de la vuelta de tuerca a lo largo de la narración. Y eso que hemos visto muchas veces que las costuras teatrales no le van al séptimo arte.Como el aspecto reticular de los personajes tan de moda en Las cosas bellas de la vida y otras indies de éxito. Y aunque a veces previsibles, el engranaje en el conjunto de piezas es reconocible y agrada.
Y en definitiva como obra de teatro rodada, vamos a los protas. Streep pasada de revoluciones previa aceleración ¿Qué difícil estos personajes a los “que le gusta una gatica”. Roberts se reivindica, su mejor actuación. C. Cooper como siempre enorme, contenido, veraz, el chico Cumberbacht muy bien con poner esa cara de ¿Como se vive sin tí?. Lewis en lo suyo, y la chica de Pequeña Miss Sunshine, atractiva pero plana. Sam Shepard guapetón ¿¨porque se habrá separado de Jessica Lange ,. Hay pocas mujeres así Sam, vamos yo conozco a una pelirroja de piernas interminables y pocas más….. Y un actor más la casa y los muebles. Esos aparadores tan caros a ciertas burguesías occidentales, y como símbolos de los que unos quieren rescatar y otros olvidar. Excitante, Sí Pero entre tanta discusiçon sobre si la Meryl si o la RRoberts no, se escapa ese Ewan macGregor que hace de marido de la hermana mayor. El tÍipico personaje que parece que no estça, que le vemos de lado, en segundo plano. Pero que es elconsabido marido frio, calculador, amigo de mantener las formas sociales, a rebufo de la personalidad de su mujer, pero en el fondo ,como el Barcenas según Wyoming, el puto amo.
El paisaje pespuntea el relato. Esas llanuras de mieses y pacas enormes simétricas de nuestras llanuras agrarias. Guiños a Hooper y los more o less hiperrealistas del medio oeste Y un final marino. La llanura triguera se convierte en elemento central y la carretera cuyos cambios de rasante simulan olas gigantescas y difíciles de atravesar para el personaje de la Roberts, que al contrario que la mayoría, elije la vida. Su propia vida, su destino, por encima de convencionalidades, religiones, etc, etc. La potencia de la madre se desliza al final de la película hacia la hija mayor. Quizá el mejor recurso dramático.
Lo mejor. Algunos actores y el clima sofocante y las sucesivas vueltas de tuerca. SI
Lo peor, algunos detalles de moralina y progresismo avant la lettre sin necesidad. SI
Recomiendo verla. SI
Manipuladora. Si como la familia, pero siempre podemos quedarnos al Socaire