Vivir es fácil con los ojos cerrados

Curiosa alegoría, desde el mismo título ya, de la encorsetada España de los 60, reflejada en unos personajes que tratan de evadirse de la realidad, de buscar razones para irse y que las acaban encontrando para quedarse, por medio gracias a un fantástico Javier Cámara que hace las veces de maestro, dentro y fuera del aula, con el justo aire paternalista para que resulte pedagógico sin ser cargante.
Una road movie en buena parte con Almería como destino y Los Beatles como excusa para emprender un viaje hacia el sueño de uno y la madurez de los otros. Por el camino diversión, despertares sexuales, aprendizaje y vida, mucha vida.

Road Movie hispana que deja una sensación agradable, con un planteamiento positivo aunque, a veces, algo ingenuo. Con una fotografía solvente y una música a cargo del Gran Pat Metheny, que es una de sus mayores aciertos.

De partida, hay que decir que la idea central del guión - el viaje a la Itaca Lennon -no es más que una excusa para poder destripar el interior de tres personajes diversos por fuera pero muy similares por dentro. Seres adelantados a una España franquista y axfisiante que precisan como el agua salir al exterior. A lo largo de los minutos se entrelazan diálogos y escenas realmente meritorias , con un buen plantel de personajes secundarios y una ambientación ciertamente conseguida. Lo que está claro que a Trueba le interesan las personas y aprovecha una historia original para mostrar las dificultades que muchas personas tenían en aquella época para hacer cosas que hoy en día consideramos normales. Si a todo ello le unimos un final ingenioso y feliz, pues mejor.

Una película preciosa, de esas que te hacen salir con la sonrisa puesta.
Un guión sencillo pero eficaz que trata de los sueños de la buena gente, de sus relaciones, de la soledad y del afecto, de la bondad.
Bien interpretada por sus jóvenes actores.
Un ritmo estupendo que te entretiene todo el tiempo.
Me ha gustado.

Magnífica película española 100%, que recrea los años de mi infancia. Cámara esta fantástico y el papel es extraordinario por su bonhomía tan en desuso en el mundo actual. Esa figura de español honesto y buena gente es maravillosa. Pelis así hacen que me guste cada vez más el cine español.

Vivir es fácil con los ojos cerrados envuelve mucho y bueno. Y eso que los tres protagonistas no las tienen todas consigo. Un profesor de inglés que hace argollas para cumplir un sueño, conocer a su admirado John Lennon, para ello se prepara para hacer un largo viaje a ver si suena la flauta y tiene suerte en el intento. Acompañado por su cartera y por su coche, un Seat 850. Por el camino se encontrará con Belén, una chica muy mona de 21 años y embarazada, que viaja sin rumbo fijo y sin saber que hacer ni con su vida, ni con la de su futuro bebé. Y claro, no podía faltar el peque del grupo. Juanjo, de 16 años y harto de su padre, quien se marcha de casa, intentando labrarse un futuro lejos de su familia.

En dicha aventura, perfectamente dirigida por David Trueba y bajo el liderato interpretativo de Javier Cámara, con esa maestría y ese buen humor que le caracteriza, Antonio se irá ganando el respeto y el cariño de sus acompañantes de viaje. Siempre dispuesto a ayudar a ambos, aunque sin salirse del plan que lo ha llevado a Almería.

La película transmite buen rollo desde el principio, a pesar de las desgracias de los chavales protagonistas en sus respectivas vidas, pero la aparición de Antonio en sus vidas y no solo sus consejos, sino su ayuda, les abrirá los ojos y la mente a unos proyectos de futuro que días antes no se les pasaba ni por la cabeza.

Me ha encantado también la ambientación, desde el interior de las casas, la vestimenta, el rústico hotel, los vehículos y la simpleza del set de rodaje de la supuesta película a rodar por John Lennon. ¿Podría tener una nota más alta? Por supuesto, si se hubiese aprovechado a gente del talento de Jorge Sanz o Ariadna Gil.