Los calientabanquillos

Es el mayor bodrio que he visto en mi vida. Sinceramente, cualquier adjetivo por muy negativo que sea, se queda corto para definir esta sucesión de estupideces e imbecilidades.

Las muecas mongoloides que no paran de esgrimir los supuestos actores dan auténtica lástima y vergüenza ajena para cualquier persona que sienta un mínimo aprecio por la existencia humana.

Infumable.

Esperaba una película mucho peor de lo que resultó ser este film de Dennis Dugan. Tiene un buen ritmo, algunos gags de muy buen nivel y una gran capacidad de entretenimiento. Por contra, el guión no tiene sentido, es absurdo y, en ocasiones, ñoño, pero se hace tan entrañable que me niego a suspenderla. Si la ven, se reirán.

Se trata de otra de esas comedias americanas que parecen cortadas por el mismo patón o echas en serie todas iguales. Están presentes todos los elementos a que nos tienen acostumbrados los americanos y que en Europa nos son indiferentes empezando por el juego del beisbol, los pardillos, los abusones del cole..., y alguna que otra tia buena, que al final se queda con el meno; es decir, nada nuevo ni original. Un humor para tontos y situaciaciones absurdas es todo lo que ofrece. No se sabe quién será más estupido, si el elenco de personajes o el imbécil que haya ideado esta basura.

Las comedias americanas cada vez son más típicas, y "Los Calientabanquillos" sigue en la línea actual: humor barriobajero, chistes tontos, personajes subnormales y cosas similares. Y pese a todo, logra arrancar unas cuantas sonrisas si se la toma como un entretenimiento e, importante, se ve con alguien más.

Las actuaciones son malas en general, el argumento es casi peor, y realmente no queda nada destacable. A los 10 minutos se olvida, pero tampoco se sufre viéndola -Date Movie es el mayor exponente de sufrimiento en una "comedia"-. No recomiendo verla en el cine, eso sí, si acaso esperad al DVD o a que la pasen por la TV...

Esta película retrata la vida de tres jóvenes amigos que no se caracterizan por ser muy inteligentes ni despiertos. En un momennto determinado integrarán un equipo de baseball con pretensiones competitivas. En una palabra: tres tontos con diálogos y actitudes de ese tenor, por ser educado, más baseball, más los buenos vs. los malos, igual: adivinó una comedia yanqui liviana (hay ingredientes que por sí mismos revelan la receta). Sobre ese trípode, entonces, se despliega el film, que tiene momentos jocosos, otros más o menos inspirados, pero con una falla capital, a mi juicio, que conspira contra el resultado final: después de cuarenta minutos de ver algo que puede tener su mérito termina atentando contra sus propios fundamentos. Para verla, como en mi caso, durante un fin de semana al que se adjuntaron dos feriados. 5,9