Los amos de la noche (The Warriors)

Qué miedo me daba revisar esta película, treinta años después de verla por primera vez. De todas las pelis que vi a lo largo de mi infancia, pocas me marcaron tanto como ésta, y aún hoy recuerdo la mezcla de fascinación y temor que produjeron en mí (y en varias quintas de niños y adolescentes de mi pueblo) los miembros de aquella banda callejera interracial, que lucían orgullosamente su nombre y su anagrama en molones chalecos de cuero y que se veían obligados, a lo largo de una noche interminable, a huir desesperadamente desde el Bronx hacia su hogar, en Coney Island, acosados por bandas rivales y policías.

Años más tarde, he sabido que la historia era una adaptación de una novela de Sol Yurick que actualizaba la “Anábasis” de Jenofonte, situada en el Nueva York preapocalíptico tan típico del cine de los 70 y los 80, y acabo de descubrir, al verla, que “Come out and play”, una canción de los entrañables Twisted Sister que he escuchado miles de veces, contiene un cariñoso homenaje a esta peli. Pero entonces yo no sabía nada de eso, sólo sabía que quería ser un Warrior.

Ser un Warrior era lo más grande, no podía haber nada mejor en la vida que salir a dar tumbos con tus compis y pintarrajear con tu spray una enorme W roja en cada lugar por el que pasabas, darte de toñas con quien osara desafiar tu poderosa mirada o penetrara en lo que habías marcado como tu territorio, soltar tacos sin cuento y agobiar a las chicas con guarrerías, de modo que no me apetecía mucho sufrir una (otra) decepción y pasar la tarde recogiendo del suelo de mi salón un (otro) enorme pedazo mi infancia hecho añicos. Pero un Warrior es un Warrior para siempre y debe hacer honor a su nombre, así que hice acopio de valor y le di al botón del mando a distancia: Warriors, come out to play...

El tiempo no ha pasado en balde para ella, eso es cierto, y nada sería más fácil ahora que reírse de lo desfasado de su estética, de la música de videojuego prehistórico, de los peinados y atuendos de las bandas. Los diálogos son insustanciales. El guión es plano y rudimentario y hay lagunas del tamaño de Central Park. Los actores o bien se mantienen inexpresivos como maniquíes o sobreactúan como si fueran víctimas de desarreglos nerviosos. Pero lo más importante de todo es que han sido 86 minutos entretenidísmos, transcurridos a velocidad de vértigo, y que no he tenido tiempo apenas de prestar atención a sus muchos defectos, concentrado como estaba en una historia narrada por Walter Hill con la agilidad y el vigor de los grandes maestros del mejor cine de serie B. Es una película sencilla y honesta que no ofrece menos de lo que promete, como tantas veces pasa en el solemne y grandilocuente cine actual, sino que mete de cabeza al espectador en un emocionante y divertido cómic al que sería injusto pedirle aquello que no pretende dar. Ha valido la pena verla, pienso cuando termina. O puede que me engañe: al fin y al cabo, yo siempre quise ser un Warrior. Quién sabe, quién sabe...

Tendría diez u once años cuando la ví y me quede perplejo por el increíble zoo de personajes que desfilan en hora y media. Vista 20 años después me sigue gustando mucho. Serie B, sí, pero muy buena. Nunca se me han olvidado los patinadores, los jugadores de Baseball, las sombras que acechan en las esquinas, las tías devora hombres que juegan un rato con los Warriors y la atmósfera que Walter Hill imprime en toda la cinta.

Todo un ejercicio de huida por el peligroso NY de finales de los 70. Muerte, amor, violencia, odio y miseria en sus calles en un film que podríamos clasificar de independiente y rodado con gran pulso y estilo.

Ya no se hace cine así, puro brio y nervio, todo un canto a la virilidad, siendo un poco exagerado os diría que si poneis a un grupo de pre-adolescentes a ver esta película, al dia siguiente tendrán que buscar las ruinas de vuestra ciudad...
Supuestamente provocó altercados en los cines norteamericanos donde la exhibieron en su estreno, yo realmente lo creo... entretenida, de paso rápido y con una galería de personajes entañables dentro de lo aparentemente sórdido del tema (en realidad no es una película de violencia cruda yo la veo mas como un comic-book). Tiene además una excelente banda sonora.
Absolutamente recomendable para todos los aficionados al cine y a las buenas películas de acción.

Película de culto dirigida por Walter Hill, un retrato de las bandas callejeras que hicieron furor en los 70.
Un guión sencillo pero efectivo: los Warriors han sido injustamente acusados del asesinato de un líder de las bandas y tienen que probar su inocencia a base de huir y liarse a hostias con todo aquel que se les ponga por delante. Hill le imprime a la cinta un ritmo frenético mientras nos muestra un collage de las razas nocturnas, algunos no quisieras encontrartelos de noche en una calle oscura. Música cañera, peleas de barrio magníficamente coreografiadas, diálogos por encima de la media para ser un film de acción y mala leche (la del malo maloso de turno).
Para los amantes de las sensaciones fuertes, una peli que aún conserva su encanto y que se puso otra vez de moda gracias a un genial videojuego.

He de confesar que nunca supe de la existencia de esta película hasta que, recientemente, la genial Rockstar Games lanzó un videojuego titulado "The Warriors". Dado que el argumento me pareció interesante y hasta gracioso, decidí hacerme con la cinta y, desde que empezó, me retuvo en mi sillón con una sonrisa mexcla denostalgia por este tipo de peliculas y por las ganas que tenia de montar con mis amigos una banda similar a las muchas que aparecen en la película.

Los personajes, cuya interpretacion es bastante pobre, suplen su "amateurismo" con una expresividad excelente; el vestuario es de expcepción y la historia no es precisamente un tópico. Los unicos puntos negativos del film podrían ser la historia de amor entre Mercy y Swan, que no pinta absolutamnete nada, y un final que , supongo, se grabó 5 minutos antes de ir a comer y todos estaban cansados y hambrientos como para perfeccionarlo.

Aun asi, me ha encantado, y la recomiendo fervientemente a todos los amantes del cine negro y de "aventuras urbanas" Disfrútenla!!