Astérix y Obélix: Al servicio de Su Majestad

Es increíble como se puede ir destrozando una saga poco a poco y este film lo consigue, consiguiendo hacer bostezar al más entusiasta.

Una historia plagada de fallos, donde en pocos momentos se reconocen a los actores originales, y carentes en muchas veces de esas escenas que recuerdan que se basan en un comic y no la super-mega imaginación de un director y guionistas carentes de ideología.

Para aquellos que la veáis os encontrareis, menos acción que la habitual, menos escenas cómicas donde soltar la carcajada, una historía más tonta que las de Jim Carrey, y un intento de ridiculizar lo inglés tan infantil que da hasta vergüenza ajena, ya que el “gabacho” tiene lo suyo propio.

En fin, es una pena, pero otra más que busca hacer caja que hacer gloría personal, y eso es un desaliento para personas como yo, fan de estos grandes personajes como Asterix y Obelix.

La saga de Asterix y Obelix siempre me ha gustado en general aunque me falta por ver entera la segunda parte (contra Cleopatra), disfruté de su notable primera parte y de su aceptable tercera parte. El hecho de cambiar tanto de actor en personajes como Astérix y Julio César perjudica la saga desde mi punto de vista. Sin duda ya ha perdido el espíritu aventurero y divertido de la primera parte con el gran Roberto Benigni y Cristian Clavier como Astérix. La película ha echado a perder la esencia que había con personajes como el perro, mismamente Asuranceturix y el resto de los galos. Ya pasan de ese tema para tener al gran Obélix comiéndose hasta la pantalla que sin duda es el mejor de la película pero nos meten a un bastardo pijillo afeminado que no pinta nada y que lo único que hace es dar vergüenza ajena al público y ese es el problema, que el público se reía, ya se ve claramente lo que se huele en las salas. Los actores dan pena, hay momentos estúpidos y el guión está fuera de contexto, es una comedia que pretende hacer reír y lo consigue pero a niños de 3 años o menos porque ya las palizas no me hacen tanta gracia como antes, 4 películas viendo casi lo mismo ya cansa un poco aunque aun así la cinta brinda de una brillante fotografía y una potente banda sonora de como no, el ya conocido Klaus Badelt por su composición en Piratas del Caribe. Le sobra bastante metraje y la historia pierde bastante y se va por los cerros de Úbeda. Como el hecho inexplicable de que al principio salgan miles de romanos en sus barcos y al final de la cinta en la batalla solo haya unos 100 o 200 soldados. El toquecito ese de la orgía que se traen los romanos no venía a cuento y mas sabiendo que es una película infantil. El acento que imitan los británicos da repelús pero es lo que hay. En sí la película no se ve que tenga un mal 3d y no aburre durante toda la cinta que no es poco sabiendo lo que te vas a encontrar, incluso ha habido momentos en que me he reído. En conclusión, una película mas del montón que entretendrá a padres y gustará a niños pero no en demasía viendo como está el alto listón de otras producciones animadas infantiles. Como fan de la saga no la suspendo pero si fuera una persona a la que no le gusta esta saga, sería un suspenso rotundo pero como bien he dicho: "No le pidas peras al olmo", tened en cuenta que esta peli no pretende revolucionar el género ni ser una obra maestra. Un entretenimiento mas.

La cinta está basada libremente en los cómics mencionados, donde a cada secuela que sacan varía de forma más variopinta y surrealista el reparto. De ‘Astérix y los normandos’ sólo aparecen los normandos, siendo su papel en la trama bastante breve y falto de cualquier chispa y gracia.

En cuanto a la trama principal, el acudir a Bretaña a salvar a los bretones y su reina, es aquí donde más desvaría la cinta, pintándonos un Londres de hace dos mil años imitando al de los años 60 con Los Beatles, teniendo situaciones tan absurdas que dan cierta vergüenza ajena.

Pero también tiene ciertos homenajes a los cómics, como los desgraciados piratas que abren y cierran la cinta, y algunas escenas calcadas al cómic, siendo lo mejor del film; como cuando los romanos deben inspeccionar todos los barriles uno por uno para encontrar el que contiene la poción mágica.

En cuanto al reparto, Gérard Depardieu (‘La vida de Pi’, 2012), vuelve a ser el mejor, pero ya se le empieza a ver mayor para los retos que se deben afrontar en una cinta con escenas de acción como ésta. Edouard Baer (‘Pollo con ciruelas’, 2011) interpreta al enésimo Astérix diferente; y Julio César vuelve a aparecer, ésta vez con las facciones de Fabrice Luchini (‘Las chicas de la sexta planta’, 2010), siendo un gran fichaje si no fuera por lo absurdo de sus diálogos, haciendo lo que puede con lo que le ofrecen.

En resumen, resulta ser una prescindible y previsible secuela más de los intrépidos y queridísimos galos, que pierde totalmente el rumbo al querer extrapolar la sociedad, cultura y lenguaje actual a la época del Gran Imperio Romano en el que se basan las aventuras de los irreductibles galos.

Lo peor: El sobrino al que tienen que cuidar Astérix y Obélix, siendo absurdo, ridículo y claramente evitable respecto a la trama principal.

Lo mejor: El desparpajo que tiene la película al intentar reírse de sí misma, buscando algo nuevo que ofrecer ante la falta de un guión más consistente.

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Nueva entrega de las aventuras de estos famosos y pintorescos personajes galos. Antes de nada diré que he visto todas las que han hecho hasta ahora (que si mal no recuerdo esta es la cuarta) y hay que reconocer que con cada nueva entrega la cosa iba a peor, cada vez era más previsible y sin gracia y tenía menos chispa todo.
Con la primera entrega, aquella contra César, estuvo bastante bien. Francamente bien diría incluso. Después, con la segunda, la misión de Cleopatra, la cosa ya bajaba el nivel considerablemente y perdía calidad pero a niveles generales seguía teniendo encanto. Aprobaba. Y después con la tercera llegó el desastre total. Esa cinta en los Juegos Olímpicos era bochornosa, malísima e incluso tediosa y sin gracia alguna. Ese fue el final para las aventuras de Astérix y Obélix de carne y hueso. Ahora nos llega una cuarta entrega (con un Astérix nuevo como es costumbre) en la que, como os podréis imaginar, es peor todavía.
Basada en las historias en Bretaña hay que decir que aquí se pierde todo el glamour (por decirlo de alguna manera) de esta pintoresca saga. No tiene encanto ninguno y esto no se si se debe a que no se desarrolla en su pequeña y famosa aldea o a que directamente se ha perdido el norte. Aunque ahora que lo pienso la segunda no era en su aldea y estaba bien por lo que llegamos a la conclusión de que los guionistas han perdido las buenas ideas.
La historia es floja y previsible. Puede que esté destinada a un público todavía más infantil que sus predecesoras o puede que con el paso de los años nos volvamos más exigentes y ya no nos riamos por cualquiera tontería que nos pongan delante. Sea como sea la calidad de esta cinta brilla por su ausencia. Y no me estoy refiriendo únicamente al apartado cómico, que eso es otra, sino a la historia en sí misma. No tiene interés y por lo tanto el público se aburre de ver siempre lo mismo, los mismos gags de siempre, gags por otro lado previsibles y que parecen hechos por y para gente de 10 años de edad. Eso no es una comedia. Es un ir y venir de acontecimientos sin chispa ni interés alguno por lo que la cinta se hace más y más pesada con cada minuto que avanza.
Las interpretaciones para nada serán destacables ni tampoco brilla ninguno en demasía. El único que es fiel a la saga y al personaje es Gérard Depardieu en el papel de Obélix. Nadie más que él le ha interpretado y eso es algo positivo. De todos modos una película no vive de esto. Edouard Baer, completamente desconocido al menos para mí, interpreta a Astérix. No lo ha hecho mal, las cosas como son, ¿pero esta manía de cambiar el actor de este personaje con cada nueva entrega a qué responde? ¿A qué se debe? Para mí el mejor de todos es el primero. Todos los demás parecen copias y algunos, como el que le interpreta en la tercera, directamente lamentables.
El apartado cómico de esta cinta es otra bomba de relojería. ¿Acaso se han tomado unas vacaciones los guionistas en tiempo laboral? Porque lo parece sinceramente. A ratos conversaciones estúpidas y el 95% de las veces (o incluso más) unos gags malos, sin gracia y previsibles hacen que pensemos que los guiones de hoy en día cada vez son peores. Yo creo que 8 de cada 10 no valen ni para limpiarse el culo con ellos y este pertenece a ese grupo. Casi 2 horas de duración es lo que tiene esta cinta y momentos graciosos (pero graciosos de verdad) no tiene ninguno.
En resumen ''Astérix y Obélix: Al servicio de su majestad'' es una secuela mala y punto. Viendo su nota media ya os podréis hacer a la idea de lo mala que es y sin demasiadas críticas es por algo. Si estáis buscando reíros y pasarlo bien os aconsejo alejaros de este producto y seguir buscando porque esto es de lo peor que se ha hecho en 2012 y aunque sea gratis (como he hecho yo) notaréis esa sensación de que habéis perdido 2 horas de vuestra vida de una manera lamentable.

Lo mejor: No tiene nada realmente bueno.
Lo peor: Todo. Historia que carece de interés, chistes malísimos y previsible 100%.

* Mala *

A pesar de la baja calificación que tiene aquí, he de confesar que me ha parecido divertida. Tiene momentos bastante graciosos, otros menos, pero en general no me ha desagradado el tipo de humor que muestra: se basa precisamente en los anacronismos, en la extrañeza que produce ver comportamientos y actitudes propios de la actualidad en la época de los romanos. Justamente he leído críticas hacia los anacronismos, y no lo entiendo. Por supuesto que no es fiel a la historia, tampoco sé si es fiel al cómic porque no lo conozco, pero la película en sí misma no me ha parecido tan mala. Por supuesto que tampoco es un peliculón, es simplemente una película para pasar un rato entretenido, sin más. No creo que se deban calificar todas las películas según los mismos criterios. Hay que entender cada género, y dentro de su género no es, ni mucho menos, de lo peor que se ha visto. Lo que no soporto son las películas pretenciosas que luego se quedan en nada.