La revolución de las ratas (Willard)

Hay historias que lo mejor que tienen es el mensaje por sobre los hechos que narra, lo que se dice una metáfora,
En Willard, es muy interesante, como historia un hombre mediocre e insulso, dominado por la madre, que sufre bullying por parte de su jefe, se termina refugiando en las ratas, donde siente que es el amo y señor de estas, decidiendo sobre su destino.
La verdad que a mí me intereso la metáfora del poder, y es una historia que viene a decir que siempre el poder termina superando a quién lo ejerce y que tarde o temprano los que estuvieron a tu servicio, se terminaran rebelando contra tuya.
En lo demás como película es sobria, bastante lenta, aunque tiene sus momentos, una de las escenas iniciales cuando le festejan el cumpleaños a Willard, se ve la presión que este sufre por parte de su madre y los amigos de esta, como lo asfixian y lo presionan para que haga la voluntad de su madre, que para mí es la escena más rescatable de todas.

Arriesgada, peculiar, misteriosa, ingeniosa, incómoda, interesante, terrible, asquerosa, incómoda, inquietante, misteriosa, lograda y convincente producción de suspense y terror en la que un joven muchacho, comienza a valorar positivamente la extraña relación de amistad que establece con las ratas, llegando a cuidarlas y alimentarlas con un celo inquietante y perturbador.
Los responsables de la película consiguen presentar y desarrollar una historia que se antoja complicada de llevar a cabo, logrando hacer que todo resulte convincente y creíble, en un producto en el que se aprecia y valora el esfuerzo y gran trabajo que hay detrás de las cámaras.
El director juega con la presencia y participación de unos seres mal vistos por el público en general, las ratas, logrando convertirlas en auténticas protagonistas de un relato lleno de suspense y buenos momentos inquietantes que no dejan indiferente.
Willard, queda como un ejemplo de trabajo muy elaborado en el que se juega con el suspense y el terror, de una forma inteligente y sutil, en la que las ratas se convierten en auténticas protagonistas de la función.

Una película que conecta al espectador con el protagonista, haciéndole empatizar con sus desgracias y sentimientos, llegando por momentos a emocionar. Dentro de este aspecto es bastante llevadera y disfrutable. Tiene un carácter dramático, al que se le va agregando progresivamente suspenso con chispazos de terror. Nada del otro mundo, pero según los gustos y necesidades del momento puede resultar muy pasable. Lo más destacable es la actuación superlativa de Bruce Davison.