Al caer el sol

Debería haber un género cinematográfico que se llamara "cine crepuscular", en el que cabrían películas como "Sin perdón", "Million Dollar Baby", "Gran Torino" o ésta que comentamos.
Sería un género dedicado a contar lo que ha sido, al cabo de muchos años, de gente legendaria como Harry el sucio o Harry Ross, ex-policía y ex-detective y protagonista de este notable film.
Y es que los años no pasan en balde, para bien o para mal.
La próstata, los achaques, la falta de agudeza visual o la menor movilidad hacen de estos héroes invencibles del pasado personajes tremendamente vulnerables, que tienen que sacar lo mejor de sí mismos para sobrevivir en un mundo que cada vez les viene más grande y les resulta más hostil.
Muchos espectadores que rondamos los cincuenta, o más, nos sentimos tremendamente identificados y nos gusta cada vez más este tipo de cine.
Pues lo dicho, a los amantes del cine crepuscular, "Al caer el sol", cuyo estilo recuerda al del cine negro de los cuarenta, les hará disfrutar delante de la pantalla.

“Al caer el sol” no es una mala película, en absoluto, es más, es una muy correcta intriga policial con tintes de cine negro y además esta aderezada con unos estupendos diálogos (algo siempre de agradecer), pero el espectador no deja de sentir cierta decepción de que se podría haber logrado mucho mas con unos actores de la talla de Paul Newman, Gene Hackman y Susan Sarandon.

La culpa esta en las torpes manos de Robert Benton (injusto ganador del Óscar en 1979 por “Kramer contra Kramer” ante la muy superior "Apocalypse Now") que pese a contar con una buena historia, no sabe darle a la película la tensión necesaria y falla en el pulso narrativo y la puesta en escena; igualmente el guión presenta alguna que otra inconsistencia y no logra atar bien todos los cabos.
Una verdadera lástima, quizás en manos de un director que realmente hubiese sabido manejar la cámara con mayor soltura y exprimir al máximo los elementos de que disponía, y un guión mas pulido, podríamos estar hablando hablando de una magnifica película.

La historia nos presenta a Harry Ross (Paul Newman), un ex-policía que trabaja como detective privado, que en un accidente es herido de bala mientras intenta devolver a los Ames a su hija adolescente que se ha fugado de casa con su novio. Meses después, Harry vive en la lujosa casa de los Ames, y se convierte en confidente y compañero del matrimonio, formado por Jack (Gene Hackman) y Catherine (Susan Sarandon). Cumpliendo un encargo de Jack, Harry se verá envuelto en una peligrosa y complicada intriga criminal que desenterrara fantasmas del pasado.

Pero no todo es negativo en “Al caer el sol”, el punto fuerte de la película esta en las magníficas interpretaciones de sus actores: Paul Newman esta perfecto, interpretando al eterno perdedor como nadie, dando vida a un detective maduro, aficionado al alcohol y que está perdiendo facultades; Gene Hackman esta soberbio, transmitiendo una asombrosa sensibilidad, e interpretando a una vieja estrella de cine enferma de Cáncer, y por último una estupenda Susan Sarandon, desplegando sensualidad en todo momento pese a su madurez, y dando vida a la esposa de Hackman.
También destacan las actuaciones de dos secundarios de lujo, como Stockard Channing, actriz que merece mas reconocimiento del que tiene, y James Garner.

En definitiva: una película de actores, con estupendas interpretaciones y buenos diálogos, pero que no son suficientes para lograr la gran película que podría haber sido “Al caer el sol”, pero pese a sus defectos (que los tiene) no defraudara a los seguidores de este genero.

Creo que, dados los tiempos cinematográficos en los que nos encontramos, lo mejor de esta película es que alguien se haya atrevido a hacerla.
Es evidente que no tiene planos brillantes, ni la historia nos enseña nada, pero tiene personajes y diálogos, que ya es mucho.
Las interpretaciones transmiten calma, sosiego, credibilidad, y ese tufillo a clásico que rezuman los diálogos como si los personajes entre frase y frase tuvieran diez minutos para pensar lo que van a decir.
Lo que menos me gusta es el arranque, con las estupideces de la niña y todo ese humor rancio que ensombrece una película.
En cuanto a los actores, destaco a Susan Sarandon, que es una mujer fatal de primera, a pesar de su trayectoria de mujer víctima de la vida en el resto de films, y por supuesto, al gran "ojos azules", cuyo sabor ha evolucionado como el de los buenos vinos.

Cualquier película que consiga un reparto como este, ya tiene la garantía de que aunque solo sea por ellos, nunca podrás desentenderte de lo que ocurre en la pantalla.
Son gente que nunca falla, que con lo mínimo dan lo máximo, y en este caso resultan especialmente fascinantes las presencias femeninas del reparto.
Por lo demás Robert Benton es un director correcto pero que en este caso se queda a medio gas. La puesta en escena necesitaba mucha más fuerza. Y además el guión no está lo suficientemente claro, no se desarrolla bien el argumento.
En el lado positivo, actores a parte, la atmósfera del cine negro de siempre está bastante lograda.

Hay que tener valor para, tal y como están los tiempos, embarcarse en una película de este tipo, un homenaje a todos esos clásicos de cine negro que todos tenemos en mente. Pero también hay que ser muy mediocre para, con los mimbres disponibles (¡qué reparto, por Dios, es pura dinamita!; ¿y ese guión, lleno de diálogos ingeniosos y situaciones memorables...?), pues eso, que me pierdo, que hay que ser muy torpe, muy mediocre, para no conseguir con esos elementos jugando a tu favor nada más que una buena película.

Tal vez sea muy exigente, pero vistas las soberanas interpretaciones de Newman o de Hackman, esa femme fatale prodigiosa de Sarandon o como Channing (¡qué pocas ocasiones le dan a esta mujer de lucirse, con lo que vale!) se come la pantalla cada vez que aparece, el resultado final no debería dejarnos ese regusto a ocasión perdida, a "sí, bueno, pero..."

En fin, que más que cine negro, estamos ante cine marrón.