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Mientras somos jóvenes

Comedia. Drama Josh Srebnick (Ben Stiller) es un veterano director de documentales que está pasando por una mala racha profesional mientras prepara su próxima película. Todo empieza a despejarse cuando él y su mujer (Naomi Watts) comienzan a salir con una joven pareja formada por Jamie (Adam Driver) y Darby (Amanda Seyfried). Gracias a ello, Josh comienza a recuperar su juventud perdida. (FILMAFFINITY)
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Críticas 46
Críticas ordenadas por utilidad
16 de septiembre de 2015
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Con "Frances Ha" (2012), Noah Baumbach reclamaba su derecho a heredar el trono de Woody Allen. Con "Mientras seamos jóvenes" (2014), se lo ha ganado. Las relaciones de pareja también comandan su cine, y en este caso trata el estancamiento existencial de una pareja cuarentona. La reflexión es lúcida y el acercamiento es certero. El director trasciende sin abrumar, empleando un humor sutil que facilita la digestión de dilemas de varias capas de profundidad. La narración es liviana, lo que facilita la composición de un tono a ratos profundo, autoparódico, entusiasta, pero nunca pretencioso. Las relaciones son complejas, pero esto no parece un contratiempo para Baumbach, que se mueve gustosamente en la indefinición definida de sentimientos complejos, contradictorios y, lo mejor de todo, irresistibles.

Ésta, y otras críticas, en http://blogquenuncaestuvoalli.blogspot.com.es/
Yago Paris
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19 de septiembre de 2015
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La sinceridad y naturalidad de Noah Baumbach, como director y guionista, o de sus películas, hace de todas ellas algo siempre agradable de ver, interesante y entretenido. Es un cine humano que se plantea los mismos dilemas de siempre pero lo hace con bastante honestidad, humor y cariño por sus personajes. Son obras sencillas que resultan más complejas de lo que a primera vista pueden parecer. Por ello, es de agradecer la facilidad que tiene este realizador para desarrollar historias con personajes que, perdidos, avanzan por la vida casi por inercia temporal, sin un rumbo marcado pero siguiendo a las demás personas de su edad.

Recapitulo porque me parece necesario: Mientras seamos jóvenes nos presenta a una pareja de cuarentones sin hijos, Josh (Ben Stiller) y Cornelia (Naomi Watts). Sus mejores amigos acaban de ser padres por primera vez y los protagonistas no se sienten tan a gusto con ellos como antes, ni parecen interesarse por las mismas cosas, ni los temas de conversación fluyen tan bien. Poco después de esta experiencia Josh conocerá a Jamie (Adam Driver) y Darby (Amanda Seyfried), dos jóvenes veinteañeros llenos de vida y carisma que atraerán al serio Josh y después también a Cornelia. Durante los primeros meses o semanas de la amistad los adultos serán contagiados por su espíritu y rejuvenecerán por varios años, obtendrán mayor vitalidad y recuperarán las ganas de hacer cosas que ya casi habían olvidado que se podían llevar a cabo, mientras esas cosas a su vez les recuerdan que ya no son tan atléticos como antes, les muestran lo que significa ‘diferencia generacional’ y les dan otras perspectivas de su mundo.

Sentirse fuera de lugar y de tiempo, en definitiva. Algo en lo que muchos nos podemos ver reflejados y sentir identificados, tengamos la edad que tengamos, sobre todo cuando no sentimos formar parte de la gente que nos rodea, o al menos lo pensamos. Como ya pasaba en Frances Ha, pero en otra etapa emocional. Y esa es la mayor virtud de Mientras seamos jóvenes, aunque no la única: ser una comedia ligera visualmente, pero de mayor calado y profundidad en su interior.

A veces uno se plantea en qué consiste una relación, tanto de enamorados como entre amigos, en teoría las dos formas más profundas de confraternidad humana. Cuando conoces a alguien y todo es nuevo, se dan grandes conversaciones que seguramente uno de los dos (al menos) nunca olvidará, se habla de temas de gran hondura, del pasado, los recuerdos, las esperanzas y el futuro. Cuando luego ese comienzo da lugar a la pareja, todo se vuelve más rutinario, las conversaciones son más básicas con el tiempo, estáticas y anecdóticas, se pierde fondo, en ese sentido. Como si la complejidad que le ha dado el tiempo a los amantes por dentro y como conjunto les haya vuelto más simples y llanos por fuera, casi aburridos, sin frescura. Y eso la pareja lo nota, y aunque saben que no es malo sí que deja un poso de amargura, como si se hicieran viejos al pensarlo.

Entonces llega alguien que le da un nuevo sentido a todo, o deja esa instantánea impresión; también son los momentos adecuados. Sentir que puedes, pues esa es la clave al fina: tener nuevos horizontes a tu alcance. Comerte el mundo por unas horas o por varias semanas gracias a la presencia de otro ser más lleno de energía y que contagia, para después recuperar de nuevo un estado de ánimo cercano al inicial propio y que te servirá para asimilar lo nuevo que has vivido y que, de nuevo, puede que no hayas llegado a conseguir, diluidas tus ansias de nuevas metas o las viejas renovadas. Intentas reorientar las prioridades y buscar la manera de hacer perdurar ese espíritu más vivo o más fiel a lo que te gustaría ser.

Por eso no es fácil tratar de ser humanos, porque hay muchos sentimientos y es difícil equilibrarlos todos. Y por eso, también, puede que Baumbach se disperse un poco en un momento dado de esta cinta, hacia el segundo acto, y, aunque no moleste demasiado en este caso, se vuelva un poco previsible, porque es difícil mantener el tono ágil y de aspecto trivial cuando abarcas tantos temas. Por otra parte, se nota que a Ben Stiller se le dan bien este tipo comedias con un punto de sutura en que todo lo que puede ir mal le va a peor y ha de coserlo. Se diría que, por un momento, parece que la cinta se vaya a convertir en Los padres de ella, pero no es más que un pequeño espejismo y la película se vuelve a asentar sobre las mismas bases que la sostenían al principio.

Como las relaciones que funcionan, así es Mientras seamos jóvenes, imperfecta. Parece inmóvil y que no cambia, y si lo hace es sólo en función de otras cosas secundarias, a lo ajeno de los dos protagonistas, pero transita por cuestiones que resultan muy cercanas al espectador y que hablan sobre las razones que necesitamos cada uno para ser felices, o del miedo a descubrir dichas razones siendo dos. Es difícil sentirse del todo satisfechos cuando la duda de las decisiones se mantiene y hay ciertas cosas que ya no podremos hacer, ni solos, ni en pareja, ni en grupo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Fendor
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29 de septiembre de 2015
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Conocí un día a un cineasta undergrand e independiente de mi ciudad que me contaba que estaba obsesionado con narrar la historia de los vampiros cotidianos que nos rodean. Gente como tu o yo, que cuando se acercan a otras personas es con la intención de sacarle su conocimiento. Esta película narra, de manera más o menos divertida algo similar. Algo que en mundo de la cultura se tiene que dar con asiduidad. Relaciones personales que están llenos de envidias y puñaladas traperas.
Ese aspecto argumental es lo que más original e interesante me ha resultado. Un retrato generacional nada desdeñable y poco tratado en el cine comercial. Además me he encontrado a un correcto Ben Stiller y a una maravillosa Naomi Watts, que como reza el título sabe madurar con una serenidad envidiable. Espero que sea una actriz que supere la barrera de los cuarenta y emule a la gran Mery Streep.
waldeker
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18 de octubre de 2015
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No hay un gran conflicto. Ni un temible antagonista. La película tiene una línea de intensidad dramática sin grandes altibajos. Y que conste que no lo digo como crítica. A veces me parece bien enfrentarme a películas que no narran grandes conflictos ni tremebundas epopeyas. Esta película solo aborda, en tono de comedia, el fluir del tiempo, de cómo una generación sustituye a la precedente. Puedes llamarlo crisis de los cuarenta o neoyorquinos sin hijos con sus sofisticados problemas de autorrealización. Pero la película funciona, y funciona bien. Me ha entretenido, me ha divertido y me ha hecho meditar un rato.

Probablemente, si no fuese mainstream, si no tuviese dos -o puede que tres- grandes de Hollywood protagonizándola, si fuera indie o de una filmografía exótica, tuviera mayor caché, más solera. Dicho sea con ironía. No me ha hecho perder el tiempo y es algo que cada vez valoro más en la ficción. La recomiendo.
Jmpg2012
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2 de noviembre de 2015
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Podemos tachar perfectamente el cine de Noah como independiente, ya que en cada una de sus películas intenta sacar a relucir algún elemento que a prioro no resulta importante, tanto en su anterior trabajo como en este, hay ciertas conexiones ambos filmes intentan que sus personajes acepten la madurez adulta en el grado que requieran sus vidas y dicha aceptación es la nota discordante de sus películas.

Mientras seamos jóvenes, trata de cerrar un brecha entre las diferencias de edad, intenta demostrar que nunca se es mayor si no queremos serlo, pero el hecho que forzarse a querer ser quien no es termina con la aceptación de uno como un individuo cínico que rebaja los valores.

La trama por lo tanto resulta ingeniosa, con un guión sin apenas desperdicio , que aprovecha bien su historia con buenos argumentos y reflexiones que harán mella en aquellos que se encuentren en alguno de bandos. La película guarda un buen equilibrio entre lo caricaturesco y lo emocional dejándonos buenos momento de ambas cosas. Su cuarteto principal están a buen nivel, siempre está bien ver a actores encasillados en ciertos géneros ver como salen del paso fuera de su medio, y aunque no son memorables sus actuaciones, tampoco se estancan en la simpleza que alguna vez al rozado.

En su contra tenemos varios puntos a determinar, como la falta de profundidad que a veces nos otorga la película, impidiendo así que no nos sintamos del todo identificados con ella, la falta en ocasiones de un poquito más de diversión y humor menos natural y algo mas de improvisación y contar en sus momentos de mayor clímax con un poquito más de drama son algunas de las contras que podemos ver, es decir, la película no llega a ser una comedia, ni un drama, nos deja con el semblante indiferente y una vez acaba, aún no estando decepcionados, nos deja con las ganas de no haber reventado bien el buen guión que nos han vendido.

Como conclusión podemos decir que Mientras seamos jóvenes, muestra una cierta madurez que gustará más a su público mas adulto que al adolescente, tiene un magnífico guión, pero no llegan a dar con la fuente de la perfecta combinación de comedia/dramática, ya que sus tintes hacía lo independiente nubla en ocasiones su poder de atracción.

Lo mejor: Su gran discurso argumental
Lo peor: Demasiada formalidad, al final la vuelve ambigua
Recomendada: SI

@cineypunto
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fauno21
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