Willow (Serie de TV)

Si te dispones a ver esta serie, has de tener claro que la cultura woke impera desde el minuto 1 de la serie y es tal reparto lo que vertebra el guión. A partir de ahí se desarrolla una serie con buena idea, pero a la espera de más capítulos por ver (solo he visto el primero pero necesitaba desahogarme ante tanto 'progreso'.

Las criaturas sobrenaturales están bien hechas aunque recuerdan más a Silent hill que a la película original.

La música alcanza la cúspide cuando aparece Willow y con él la melodía de la película original.

Por lo demás, mucho diálogo milenial y unos créditos finales que desentonan profundamente con el espíritu de la serie.

Por cierto FilmAffinity, llamáis remake a la serie cuando claramente la historia continúa la película original. Yo le diría secuela más bien.

Masacrar como han hecho, una de las historias de fantasía más conocidas en la década de los 80, es otra medalla que se pone en zurderío más sectario y trasnochado Woke.

Después del fracaso estrepitoso de Los Wokenillos de Poder, pensábamos que no serían capaces de subir el listón.... me equivoqué. Esto es un crimen audiovisual en toda regla.

La historia ya no trata de unos héroes en busca de un objeto mágico para derrotar al mal, ahora son chicas Queer fluides binaries, que luchan contra el patriarcade opresor Trumpista Hitler Franco pantano turboderecha.

Y con estos mimbres los guionistas han construido personajes estúpidos y sin atractivo ninguno, bueno sí, para votantes de Podemos, o sea, 4 gatos. El maltrato que le dan a Macmardigan es lamentable, que ni siquiera sale en la serie con otro actor ya que Val Kilmer está desmejorado por los años y su enfermedad. Lo tachan de machista abandona familias, cuando en la película el arco que tenía era heroico ya que pasa de ser un mugriento irresponsable a ser un hombre que cuida de una bebé como si fuera su verdadero padre.

Esto mejor que en la serie no lo digan, porque seria tratar a los varones como seres humanos y eso no por dios!!!!. Qué asco, qué vergüenza de panfleto político. Y si el futuro de las series va a ser este, se vienen más fracasos.

es una serie que tenía mucho potencial ya que contaba con la nostalgia del público y las tecnologías que antes no existían. sin embargo ha resultado ser un producto mediocre. el guión es absurdo y superficial. las actuaciones de algunos actores es realmente mala, y está plagada de estereotipos resultando en una serie B comercial, superficial y medio absurda. Añaden algunas relaciones gay que no encajan bien dando una imagen de inclusión forzada. cada vez que Elly Amber o Ruby Cruz hablan, solo puedes fijarte en las interpretaciones tan mediocres y diálogos banales. Además de que los efectos especiales son casi inexistentes. los power rangers genial más presupuesto. Sinceramente, esta serie es un insulto a la película.

Aunque tenía pocas expectativas para esta secuela de la película de 1988, debo decir que me he encontrado con un producto que es mucho peor de lo que imaginaba: la trama se siente forzada y las actuaciones son pobres. Los personajes carecen de personalidad y presencia distintivas, el guion es débil y poco sólido. Además, parece que Hollywood se ha "vuelto experto" en crear historias sin autenticidad, intentando capitalizar con la nostalgia de los fans sin ofrecer nada nuevo y fresco, y por si esto no fuera bastante añadiendo su buena dosis de moralina política woke.

Como cinéfilo, me siento especialmente molesto porque, aunque Willow no es una de mis películas favoritas, Disney vuelve a destrozar otro clásico sin respetar la esencia de la película original. En resumen, no puedo recomendar la serie de Willow a nadie. En mi opinión, hay tantos problemas en la ejecución de la historia, guión, falta de originalidad, en la calidad de las actuaciones, etc...para considerarla una decepción y un fracaso total.

La película de Willow, para los que no la hayáis visto, y la cual os recomiendo, por supuesto, es una joya, una película donde relatan una historia épica, muy entretenida a la par que emotiva, en un mundo fantástico, lleno de personajes carismáticos. Acción, fantasía, humor y casi terror. Tenía todos los ingredientes muy bien integrados en un argumento sólido y con ritmo.
Más de 35 años después, deciden hacer una secuela, a modo de serie, siguiendo el transcurso de los acontecimientos anteriores de la cinta original.
Que conste que voy hacer una valoración objetiva, desligando mi pasión por la película original de los 80.
La historia es muy básica y sencilla, pero eso no significa que no pueda funcionar, sin embargo, el argumento se descalabra por completo a lo largo de los episodios, que van diluyendo el interés de la trama principal, que acaba importándote un pimiento. De hecho, ni te acuerdas en ocasiones, a dónde iban los personajes y por qué. Los episodios tienen escenas surrealistas que no vienen a cuento de nada, un relleno absurdo, estúpido e innecesario para llenar metraje.
La premisa inicial no tiene ni pies ni cabeza. Una misión de rescate real y una amenaza directa a la paz de territorios, liderada por 3 niños, un preso y un anciano (así lo deciden los líderes de dos reinos… juzgar vosotros mismos) El guión es absurdo, ridículo, totalmente idiotizado. Los personajes hablan como si estuviesen en el mundo real, al salir del instituto, es un insulto a los adolescentes que les guste el mundo de la fantasía. Los toman por imbéciles.
El vestuario es de risa, atemporal y casi de disfraz, al igual que las pocas escenas de acción, que no hay quien se las crea. Los escenarios, debo decir que algunos muy bonitos y con potencial, pero muy fugaces. La BSO, exceptuando los arreglos con la música original, un cero, no emociona ni crea inmersión.
El que una vez, llevó el peso con orgullo, de una gran película, creando un personaje precioso para el recuerdo, en esta serie, se convierte en un secundario, totalmente ridiculizado, mal dirigido, mal planteado y totalmente desvirtuado al original.
La serie es muy mala, muy aburrida y para los fans de Willow, será un insulto y una triste decepción, para el resto, una serie mediocre, más.