Un mundo normal

Si una película es buena, se nota con facilidad. Si no apartas la vista de la pantalla, sin que nada pueda distraerte de lo que en ella sucede, es buena. Si no es así, algo falla.
Recuerdo esta película (vi el preestreno el martes 8 de septiembre), pero también recuerdo al perro-guía que estaba en la primera fila, a la pareja que se sentaba no muy lejos, al gordo que se movía cada dos por tres, .... En fin, recuerdo demasiadas cosas más allá de la película para que pueda recomendarla.
Creo que el principal problema es que parece el típico guión de un director de prestigio que hace mucho que no dirige y que, por las razones que sea, tiene que hacerlo ya mismo. Demasiado larga, diálogos tópicos, ... en suma, en muchas ocasiones al borde del bostezo.
En cuanto a los actores, mi admiración para Ernesto Alterio y Magüi Mira. En cuanto a la hija del director, el papel le viene grande, tanto como las alabanzas que he leído sobre ella.

Siempre he sentido predisposición a compartir más las razones de personas que mantienen un registro irónico a todas horas, manifiestan su desprecio por reglas que ven absurdas así como desencanto por lo que consideran mediocre. Me parecen más sinceras y con menos reparos para afrontar la vida, cosa que hacen con mayor autenticidad, sin dobleces, remilgos ni autoengaños. Una manera de vivir que también se traduce en la resignación, porque ese tipo de personas aunque tengan buen Fondo tienden a hacer gala de un sentido crítico demasiado afilado, lo cual hará que se estén enfrentando a todo de manera constante. Quizás un equilibrio sea la postura más adecuada. El personaje de Ernesto Alterio es del tipo de personas que describí por lo que no puede evitar caerme bien.

Adoro a Ernesto Alterio, en serio, película que sale él sea el argumento que sea o vaya acompañado de buenos actores que son de mi gusto o no...¡me da igual! me encanta y le sigo desde hace muchos años, esta vez si añades a Achero pues la mezcla mal mal no puede ir, algo tiene que tener.
Con esta película sabía lo que me estaba encontrando, un buen momento entretenido, algo tierno con lo que evadirse y reirte mucho, sí....un corte de sobremesa, pero al final por muy de sobremesa que sea lo que vayamos a esperar y confirmar es un buen rato lo que pasas y bueno, no siempre tenemos que ver películas que nos enriquezcan intelectual y espiritualmente ¿no?
La idea general es interesante, Achero le pone esa chispa que tienen las películas más familiares y logra que te quedes hasta el final porque te da algo más de lo que esperas encontrar, al principio parece muy predecible pero luego va poco a poco dando algún que otro giro que la hace más interesante y bueno, el final es apoteósico y muy especial, loco y reflexivo, también eso logra la película, que reflexiones...

La normalidad a la que alude el título poco tiene que ver con la normalidad de toda la vida y nada con la “nueva normalidad” en la que el individualismo se ha convertido en el paradigma del egoísmo. Un mundo normal se parece a muchas películas ya vistas y, sin embargo, es original y fresca sin llegar a ser satisfactoria. No es bueno ir con las expectativas muy altas en los tiempos que corren de saturación audiovisual. La burbuja está a punto de explotar y para algunos no existe nivel de exigencia y les vale todo...otros nos hemos hartado de cine y de series que aspiran a ser cine. Mucho ruido y pocas nueces.
Achero Mañas dio un recital de sensibilidad con su ladron de bicicletas patrio. Después varios trabajos que no llegaron a interesar al público y ahora nos trae este sugerente título con demasiados fallos de guión y exceso de histrionismo. De partida un innecesario explicar de dónde y hacia dónde. Ir de Madrid a Altea con ese “encargo” y tardar tanto tiempo, no es normal. ¿Porqué no de A Coruña a Almería? Son más kilómetros y te cabe mejor la acción propuesta. Todo está demasiado forzado y poco medido. Muchos sentimientos incompatibles y personajes mal dibujados.
Ernesto Alterio, como siempre, está estupendo y Gaia Amyach da un buen papel como hija. El resto de personajes y actores son correctos y, sin embargo, el conjunto de la película es decepcionante y lo será también su resultado comercial.
No culpemos al Covid19...hay muy pocas propuestas apetecibles en la cartelera...esta, lo siento, no es una de ellas.

"Cuando nacemos somos originales... cuando nos vamos somos copias" Frase que resume el fondo de la película, de la extrarodinaria película de Achero Mañas, que es una reivindicación de muchas cosas. No solo de escapar de alienación y alineación a la que la sociedad nos somete, sino también de algo muy importante: la fuerza del corazón, la honestidad y la importancia de no claudicar. Vivir no es existir, vivir es desarrollar cada uno su personalidad y idiosincrasia. Perseguir los sueños, al menos, como el mismo director ha dicho, intentarlo. Esta película a algunos nos ha impresionado. Porque tiene mucho que ver con nuestra vida. Por supuesto, con la del director, que la dedica a su madre, pero también con la de aquellos que no nos conformamos con ocupar un lugar "clasificado" en la vida "que nos toca". Magnífica de guión, escrito por el propio Achero, y de interpretación. Todos están espléndidos, por supuesto Ernesto Alterio, trasunto del director, pero el gran descubrimiento es la propia hija de Achero, Gala Amyach, que será, es, una espléndida actriz. En fin, que un mundo normal es, sencillamente, una de las mejores películas del cine español y que Achero Mañas, desde El bola (impresionante primera de su lista de films como realizador), demuestra un oficio y una sensiblidad que le convierten en uno de los cineastas de referencia en el panorama cinematográfico nacional e internacional.