El levantamiento de los seminolas

... Earl Bellamy fue capaz de contar una sencilla historia (mil veces repetida) en una cinta mas de la explotada serie B del western americano. Bellamy no fue un prolífico director de cine pero si de series televisivas (como Rin Tin Tin) en donde adquirió suficiente experiencia para estas cositas.

Era en 1955, en un buen Technicolor y una fotografía casi notable rueda esta cinta que permite pasar un rato agradable.

Muy bajo presupuesto debió de disponer para no contar mas que con un George Montgomery para el papel estelar, él, que fue un impenitente secundario.

Como en tantas otros western, "la chica" es puro relleno.

Bien ambientada en muchos exteriores, montañosos y de valles, que dejan captar bonitas escenas de galopadas y batallas entre indios y el ejercito de la Unión.

Esta contada desde el punto de vista de un narrador (el explorador del teniente Elliot) que hace el visionado muy cómodo.

Aun y así y aunque parezca que no destaco mas que los aspectos positivos, no la califico mas que con un cinco porque no da para mas.

Cinta muy modesta y corta, pura serie B, pero que partiendo de un hábil guion y de, seguro, una buena novela, sabe hilvanar, con cierta inteligencia, el entramado necesario para construir un magnífico entretenimiento que va a dejar muy satisfecho al espectador que sepa en qué Liga juega esta película y lo que puede esperar de ella.
La película está narrada desde voz explicativa en off por un actor que, claramente, compone a un personaje inspirado en Walter Brennan.
La trama puede recordar, lejanamente, a otras parecidas explotadas en Centauros del desierto, Dos cabalgan juntos y demás, ( ésta es anterior a ellas), ya que incide particularmente en los secuestros de mujeres y niños en las guerras contra los indios y en los prejuicios raciales.
George Montgomery, teniente del ejército, es enviado, por su condición de mestizo, a tratar de sofocar la rebelión de los indios semínolas a cuyo frente se encuentra Malac, criado junto a él en la reserva.
La misión no será de su agrado, y menos aún, cuando tenga que entrar a las órdenes del coronel de cuya hija está enamorado que, sin embargo, va a casarse con un ambicioso capitán.
El argumento está repleto de conflictos y la acción también discurre rápida, como debe ser en estas cintas, pero tienen cabida muchas escenas interesantes por lo que nuestra atención no decae ni un momento. Naturalmente, se pliega por completo a los valores políticamente correctos de la época, lo que hace que entre en cierta contradicción con su planteamiento inicial pero bueno, tampoco se trata de marear la perdiz.
Debido a su escaso presupuesto, la cinta acude a imágenes de archivo para plantear la batalla final que, sin embargo, resulta lo más emocionante y está bastante bien ensamblado y acorde a lo que nos cuentan. Yo me he quedado con las ganas de saber a qué película pertenecen. Sería muy interesante verla.
El conjunto es altamente satisfactorio y me parece un buen trabajo muy apañado de Bellamy para garantizarnos la hora y cuarto escasa de una buena historia bien ejecutada. El que diga que se aburre con esta cinta, miente.

Western ambientado en el Oeste americano durante el año 1855. La película sigue al teniente de Caballería Cam Elliott, quien recibe la misión de capturar a Gato Negro, el jefe de los indios seminola.

Gato Negro está llevando a su pueblo a la destrucción a través de luchas interminables. La trama se complica cuando Gato Negro secuestra a Susan (bonita Karin Booth), la hija del coronel Hannah (W. Faucett), con la intención de venderla a un grupo de blancos renegados a cambio de armas.

El teniente Ellott (magnífico Montgomery), que está enamorado de la muchacha, se embarca en una peligrosa perseción para rescatarla.

La película, dirigida por Earl Bellamy, es modesta y breve, pero logra entretener al espectador con su hábil guion (R. Kent) y su enfoque en los secuestros de mujeres y niños durante las guerras contra los indios. Serie B del western americano, título que utiliza magistralmente un un narrador en off que recuerda al icónico actor Walter Brennan.

La fotografía en Technicolor y las escenas de exteriores montañosos y valles de Henry Bellamy.contribuyen a la experiencia visual. También la épica música de Micscha Bakaleinikofrf.

A pesar de su bajo presupuesto y el papel secundario de George Montgomery, la película nos ofrece un rato agradable para el disfrute, sobre todo para los amantes del género.

En suma, una película que, aunque no destaca especialmente, cumple su propósito como divertimento del viejo Oeste. Y aunque no sea una obra maestra, puede ser disfrutada por aquellos que saben apreciar las historias clásica de vaqueros y nativos americanos.

Entretenido western, bastante menor dada la modestia del conjunto.
No hay nada a gran escala, salvo los preciosos parajes donde se desarrolla la acción. Son dos, uno con frondosos bosques y verde por todos lados, y el otro más inhóspito, cercano al desierto, rojizo y acechante para los sedientos rostros pálidos que no saben encontrar agua como los indios.
Es ameno por cuanto sus no demasiadas escenas de acción están bien resueltas. Aunque hay más bla, bla, bla de la necesaria. Y como quiera que la cinta dura escasamenet 69'...
Pero se pasa el rato y no aburre, que es lo mejor que se puede decir de ella, que no es poco.
Preciosa fotografía en el bonito technicolor de la época y más bien desconocido reparto de "secundarios".
Para ver y olvidar.

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