Llegaron de noche

¡Imposible olvidar esta tragedia! Pensamos en Noviembre 1989, sin embargo la mente se defiende, el recuerdo triste se convierte en sombra y después en olvido.
Imanol Uribe dirige esta película con actores estupendos, montaje exquisito y un ritmo tan espectacular que implica al espectador sentado en la butaca, transmitiéndole preocupación, ternura, temor, sospecha, rabia y por fin cierto alivio.
Juana Acosta crece como actriz en cada película que estrena, magnífica Lucía, única testigo del asesinato en masa de los jesuitas españoles.
Recuperamos a Carmelo Gómez en cine, lo cual es una alegría.
Karra Elejalde está genial, como siempre.
Excelente película que recomiendo desde AMANDO CINE

Imanol Uribe dirige una tragedia narrada a través de la fascinante mirada de Lucía, una empleada de la limpieza de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas que fue la única testigo de la matanza de los jesuitas durante la guerra civil de El Salvador.

En una premonición, el padre Ellacuría –maravillosamente interpretado por Karra Elejalde– enunció lo siguiente: “si me matan de día sabrán que ha sido la guerrilla, pero si llegan de noche, serán los militares” (frase que da título al film). Y gracias a la determinación de Lucía Barrera por sacar a la luz los hechos, hoy se puede rememorar en la gran pantalla lo sucedido aquella madrugada de 1989. Sus declaraciones han permitido que Juana Acosta traslade al espectador una historia amarga y esperanzadora a la vez.

Quizá la actuación principal peca de algún exceso, pues a veces la emoción parece forzada y, en algunas escenas, se percibe demasiada rigidez. Por el contrario, las intervenciones de Karra Elejalde, Carmelo Gómez y Ben Temple, aunque breves, son magnéticas y contribuyen a generar empatía hacia la figura de los jesuitas.

Por otro lado, es muy interesante la valentía de la protagonista, que se jugó –literalmente– la vida por defender la verdad. En una sociedad dominada por las fake news, son más necesarios que nunca testimonios acerca de la importancia de la veracidad de las noticias, cuyo ejemplo anime a reflexionar al respecto.

Probablemente, lo que más llame la atención de esta película es una trama que, por momentos, roza el thriller y el atisbo de luz que se vislumbra al final y muestra que es posible hacer bien las cosas. Sin embargo, puede que la experiencia cinematográfica resulte plana para los más exigentes, ya que no cuenta con ningún recurso original y puede recordar a otros largometrajes convencionales.

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*La verdad tiene su propia voz

A veces, demasiadas, no interesa que salga a la luz la verdad. Difícil considerando que tarde o temprano es inevitable, a la par que justo, que triunfe.

Los conflictos armados son escenarios perfectos para cometer todo tipo de crímenes y quedar impunes. Para ello nada mejor que sembrar la duda, como en Llegaron de noche, donde lo intentaron el gobierno salvadoreño y norteamericano a través del FBI y la CIA. Intensos interrogatorios, amenazas y presiones fueron empleados para conseguir que la testigo y su esposo, Jorge, se retractaran en sus declaraciones. Actualmente residen en San Francisco y todavía mantienen viva aquella terrible experiencia.

La mayoría de los testigos mueren o tienen miedo de hablar. Cuando se tiene la valentía de declarar lo que se ha visto, de condenar las muertes de personas buenas, de las que ayudan sin esperar nada a cambio, lo más probable es sufrir las consecuencias. Lucía Barrera de Cerna (Juana Acosta) era en aquel tiempo, una humilde empleada de limpieza en la residencia donde vivían los sacerdotes, dentro del Campus de la universidad UCA, una de las más prestigiosas del país.

Todos ellos impartían clases, con tan elevada talla intelectual como para que altos cargos militares e influyentes familias eligieran la mencionada universidad para sus hijos. Esto no sería óbice para que aquellos jesuitas tuvieran sus propias ideas, marxistas según algunos, adscritos a la "Teoría de la Liberación", y que significarían sus muertes.

No llegaron a presenciar el fin de aquella Guerra Civil, conseguido tras sus ejecuciones.

*Interés de la "Iglesia"

Llegaron de noche se ha llevado a cabo por iniciativa de su director, Imanol Uribe, quien por cierto nació en El Salvador, de padres guipuzcoanos. Estudió en los Jesuitas, a quienes admira profundamente, y sintió la necesidad de rememorar este triste suceso ya que el caso se ha vuelto a reabrir.

Indudablemente, el conocimiento del rodaje de Llegaron de noche ha despertado mucho interés religioso, sobre todo en la Compañía de Jesús. Y todavía aumentará más tras su estreno.

Ya en su día, el padre Paul Tipton, interpretado por Ben Temple (Lo que escondían sus ojos), presidente de la Asociación de Institutos y Universidades jesuitas de Estados Unidos, actuó de mediador. Incluso llegó a acusar al embajador norteamericano en San Salvador, William Walker, de haber declarado a los periodistas que el testimonio de Lucía carecía de valor.

*Protegiendo a los más humildes

Los jesuitas españoles: Ignacio Ellacuría, Ignacio Martín-Baró, Segundo Montes Mozo, Amando López Quintana y Juan Ramón Moreno Pardo, junto al salvadoreño Joaquin López López, eran partidarios de un acuerdo entre el gobierno de El Salvador y la guerrilla. Eran partidarios de la no violencia.

Para un sector ultraconservador de los mandos militares del ejército salvadoreño, aquellos curas intelectuales fueron considerados una amenaza. El mismo presidente del país, Alfredo Cristiani, recibió una carta en la que pedían la captura y un juico sumario contra ellos.

Considerando el Centro Pastoral de la UCA como un refugio de subversivos, debían de ser eliminados. Así, la noche del 15 de noviembre de 1989, los soldados entraron por la fuerza, ordenando a los jesuitas tumbarse boca abajo en el jardín trasero de la residencia. De esa manera fueron encontrados asesinados a la mañana siguiente.

En Llegaron de noche, hasta la manera de ejecutarlos está fidedignamente presentada. El sermón pronunciado durante el funeral por el padre Jon Sobrino (Carmelo Gómez), quien salvó su vida al encontrarse en una conferencia sobre teología en Bangkok, es el original pronunciado en aquella ocasión.

*Conclusión

Llegaron de noche es una interesante historia real llevada al cine por Imanol Uribe. Perfectamente documentada, rememora el caso de los asesinatos de cinco jesuitas españoles en El Salvador.

Una manera de hacer justicia al quedar ensombrecida la valiosa labor de las víctimas, aunque según Daniel Cebrián, guionista de la película, la única forma de hacer justicia es llevar al banquillo a los responsables.

Admirable el trabajo de todo el elenco, sobresaliendo el de la protagonista femenina, Juana Acosta, y dos de los sacerdotes jesuitas: Carmelo Gómez y Karra Elejalde.

Escrito por Irene Abecia Navarro

Imanol Uribe es un buen director de cine. Ur artesano que no se prodiga demasiado porque su cine es comprometido y la taquilla no suele acompañarle. Sus producciones pasan por festivales y el público que las ve sale, generalmente, satisfecho porque es un público que tiene claro lo que va a ver. El problema de éste tipo de cine es que se trata de producciones que, curiosamente, no se hacen para llenar salas ni siquiera mediarlas, su objetivo es conseguir subvenciones y las productoras de ésta emotiva película, son especialistas en ello. Ministerio de Cultura y TVE no pueden fallar y si la creencia de sus productores hubiese sido de tener un éxito entre manos, se la habrían ofrecido a Atresmedia como es el caso de Padre No Hay Más Que Uno 3, que recibirá subvenciones y dinero de taquilla.
La película narra con pulso firme y cierta equidistancia un suceso real y doloroso que la humanidad debe conocer pero ha preferido esconder para creer la historia oficial. Con una buena ambientación y unos actores creíbles, en especial Juana Acosta, topa con un guión estático y falto de ritmo quedando un poco pobre el resultado final. Le falta, quizás, la emoción de las primeras de Uribe, más politizadas, o el toque Costa Gavras que en ocasiones asoma en su narración.
Una interesante película que se queda lejos de lo esperado y tendrá muy pobres resultados en la taquilla. De cualquier manera es recomendable.

"Llegaron de noche", logrado film de Imanol Uribe sobre la matanza de Ellacuría y compañeros jesuitas en la UCA del Salvador en 1989. El punto de vista de la única testigo sostiene una historia trágica y martirial al tiempo que evita la sensiblería. Quizás le falte una aproximación más consistente a la comunidad de los jesuitas en la Universidad. Sobria y necesaria, aunque varios escalones por debajo de la inolvidable "De dioses y hombres", también trágica y martirial.