Benny & Joon, el amor de los inocentes

Se que es algo antigua pero se me apeteció verla y a qui os dejo mis impresiones.
La película es entretenida pero no esperes algo más lejos de eso.
En ocasiones la cinta nos puede parecer lenta, monótona y algo previsible, pero cuenta con un buen reparto que la hace algo más interesante.
En definitiva se deja ver.
Lo mejor: Johnny Depp. Con sus gestos típicos que tanto gustan.
Lo peor: La voz que le endosan a Depp.
Mejor escena: Pintando juntos y la actuación del parque.
Las frases: Algunas culturas se definen según su relación con el queso.
Hay dos motivos para que no funcione, o no lleva gasolina o no funciona el encendido.
Creo que es la primera vez que pregunto la hora y me la dan en punto.

Benny y Joon es una gran cinta cómica con un toque romántico. Nos cuenta la historia de dos hermanos Benny (Aidan Quinn), el hermano mayor, que vive practicamente para cuidar a Joon (Mary Stuart Masterson) una chica desequilibrada mentalmente que a la llegada de Sam (Johnny Deep) hace que la vida le cambie notablemente.

Del trío protagonista lo primero que tengo que destacar la maravillosa actuación de Johnny Depp, que rinde homenaje a Buster Keaton y a Charlot, ya que el personaje tiene una especial fascinación por el cine mudo, y lo hace magnificamente, creo que es uno de sus mejores papeles. Mary Stuart Masterson interpreta de manera muy convincente el papel de chica con problemas mentales. Aidan Quinn hace de manera correcta el de hermano superprotector. Dentro del fílm podemos descubrir a una jovencísima Julianne Moore, que se cuela en la vida de los tres protagonista.

En resumen es una cinta deliciosamente agradable, bastante entretenida y que merece ser vista. Los momentos de cómico mudo del gran Johnny Deep merecen un gran aplauso y te dejan con la boca abierta. Tambien quiero destacar que como tema principal de la película nos encontramos con el tema "I'm gonna be (500 miles)" del Grupo The Proclaimers.

Inocencia, bondad, simpatía, carisma, talento, gracia, sinceridad... ¿Quién no se enamoraría de Sam? ¿Quién no querría que un chico se columpiara a varios metros sobre el suelo para arrancarnos una sonrisa? Soy romántica, amo este arte llamado cine y me he rendido a los pies de esta deliciosa criatura encarnada por Johnny Depp.

La película es plenamente la historia entre Joon y Sam, sintiéndolo mucho por el pobre Benny (que en ocasiones estorba y más hubiera valido que tomara el ejemplo de Sam y se tirara a arrancarle sonrisas a Ruthie).

No hay edad para el amor, ni color, ni sexo, ni credo, ni psicopatías... porque así es el amor: la fuerza más poderosa que hay en el mundo. Y no me tachen tan rápido de ñoña, pues todo está cargado de amor, el arte en sí es una concepción de amor, nada existiría sin él.

Yo amo el amor, yo amo el cine... yo te quiero Sam.

Las actuaciones de los protagonistas son cautivantes pero es especialmente la inocencia que logra transmitir Johnny Depp la que produce efectos sobre el espectador de ternura, complicidad y alegría. Se trata sin duda de un amor inocente, tal para cuál, con un final un poco débil pero con el sabor de un enternecedor romance.

Tenemos en frente una desconocida película del principio de la carrera artística de Johny Deep que intenta mostrarnos el complicado mundo de los enfermos mentales y de la gente que los cuida. Para ello, se centra en la historia de Benny, un humilde mecánico que sacrifica todo su tiempo libre en cuidar a su hermana Joon padeciente de una enfermedad mental. La historia se complica en el momento en el que por culpa de una estrambótica apuesta, Benny también tiene que hacerse cargo del extraño primo de uno de sus amigos.

Si valorásemos esta película únicamente por su pretensión, no cabría otra nota que un sobresaliente, dado que muestra a la perfección la tremenda soledad a la que se ven sometidos tanto los que sufren una enfermedad así, como a los que les toca cuidarles. Sin embargo, el resultado se ve distorsionado por un nefasto retrato de la gente que sufre esa enfermedad, y alguna que otra situación bastante poco realista.

Sin embargo, su tremenda cualidad de mostrar tal drama en clave de humor sin perder elegancia, y una historia de amor paralela deliciosamente entrañable, le hacen hacen ser una aceptable historia.

De los actores destacar a un Johny Depp que vuelve a sacar partido a su tremenda facilidad para sacar adelante personajes más raros que un bicho verde, y una Mary Stuart Masterson que a pesar de su poca presencia en la gran pantalla siempre ha sido una excelente actriz. Tampoco podemos olvidar la presencia de una Julianne Moore que por aquel entonces no era tan famosa como ahora. La pena es un Aidan Quinn que sigue con su tendencia de poner el mismo gesto en cada una de las escenas en la que hace aparición.