Desierto
2015 

5,7
2.171
Thriller. Drama
Moisés (Gael García Bernal) y otros indocumentados cruzan a pie un estrecho camino fronterizo entre México y Estados Unidos. Buscan nuevas oportunidades y reencontrarse con sus seres queridos. Desgraciadamente, el grupo es descubierto por Sam (Jeffrey Dean Morgan), un "vigilante" demente que disfruta eliminando a los inmigrantes. En medio de las enormes dificultades del desierto, Sam persigue implacablemnente a Moisés. Se trata de una ... [+]
11 de octubre de 2016
11 de octubre de 2016
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desierto es bastante simple, al principio funciona creando bastante tensión pero luego se vuelve previsible y su visión sobre la problemática de la inmigración es muy partidista. Está bien realizada y tiene una buena fotografía.
Un grupo de inmigrantes ilegales cruza la frontera por un desierto, teniendo que hacer la última parte a pie, en ese momento les empieza a dar caza un estereotipado "patriota americano". La trama va de más a menos, ya que lo que al principio impacta va perdiendo fuerza con la reiteración de la fórmula y cada vez las situaciones son más inverosímiles.
Los personajes son estereotipos, algunos más conseguidos que otros, a los 5 minutos ya se sabe quien serán los personajes que lograrán llegar al final y quienes serán lo primeros en morir. La acción es más que correcta, no así la parte dramática, con situaciones forzadas y con las que cuesta conectar.
Es entretenida pero irregular.
Un grupo de inmigrantes ilegales cruza la frontera por un desierto, teniendo que hacer la última parte a pie, en ese momento les empieza a dar caza un estereotipado "patriota americano". La trama va de más a menos, ya que lo que al principio impacta va perdiendo fuerza con la reiteración de la fórmula y cada vez las situaciones son más inverosímiles.
Los personajes son estereotipos, algunos más conseguidos que otros, a los 5 minutos ya se sabe quien serán los personajes que lograrán llegar al final y quienes serán lo primeros en morir. La acción es más que correcta, no así la parte dramática, con situaciones forzadas y con las que cuesta conectar.
Es entretenida pero irregular.
11 de agosto de 2016
11 de agosto de 2016
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un grupo de mexicanos decide cruzar la frontera hacia Estados Unidos. De pronto, el camión que los lleva se avería en medio del desierto. Entonces, con la presión de que caiga la noche y con la policía rondando, se ven forzados a emprender el camino a pie. Sin saberlo, se cruzan con un cazador estadounidense que decide matarlos uno por uno.
No hay mucho más que saber sobre Desierto. No hay más trama que esa, en realidad. El desarrollo de la historia es tan básico como un cazador que se encuentra con muchos potenciales inmigrantes mexicanos ilegales y, como considera que ese desierto es suyo, decide matarlos. Así es, decide acabar con cada uno de ellos. A tiros con su escopeta y con la ayuda de su perro de caza Tracker.
A medida que los mexicanos van desapareciendo, conocemos un poco más de sus historias. Hay algunos más aptos para escapar del cazador que otros. Del cazador en realidad sabremos muy poco. Eso es Desierto para Jonás Cuarón: una historia de supervivencia y de caza, sin más.
Los que crean que deben encontrar aquí moralina sobre la migración, sobran. Váyanse, no la vean. Cuarón omite por qué los mexicanos han decidido pasar a otro país. No está obligado a contar todo el lío, ni a que intervengan todas las variables. Todo eso ya lo sabemos.
Porque esta frontera podría ser, en realidad, cualquier otra frontera. Más me recuerda a los africanos y árabes que quieren llegar a Europa. Muchas personas intentan ingresar en la propiedad de otro y empieza el conflicto. Desierto es una película de acción con una línea narrativa tan básica que la película se sostiene en el ritmo de las imágenes y lo consigue. Pero hay algo oculto: una cuidada reflexión sobre la intolerancia irracional.
La narración entonces se vuelve vertiginosa. El reloj avanza rápido. A pesar de la falta de efectos y locaciones (está de más decir que todo pasa en el desierto) el guión asegura entretenimiento. No hay tiempo para la lágrima, para el sufrimiento, para el desconsuelo, todas esas emociones sobran.
Desierto evita la teoría social y no tiene grandes virtudes técnicas, pero la recompensa es dejarte sin aliento hasta el final. Te lleva de a pocos sin explicarte nada y oculta algunas sorpresas lo suficientemente alentadoras para acariciar el gozo cinematográfico.
No hay mucho más que saber sobre Desierto. No hay más trama que esa, en realidad. El desarrollo de la historia es tan básico como un cazador que se encuentra con muchos potenciales inmigrantes mexicanos ilegales y, como considera que ese desierto es suyo, decide matarlos. Así es, decide acabar con cada uno de ellos. A tiros con su escopeta y con la ayuda de su perro de caza Tracker.
A medida que los mexicanos van desapareciendo, conocemos un poco más de sus historias. Hay algunos más aptos para escapar del cazador que otros. Del cazador en realidad sabremos muy poco. Eso es Desierto para Jonás Cuarón: una historia de supervivencia y de caza, sin más.
Los que crean que deben encontrar aquí moralina sobre la migración, sobran. Váyanse, no la vean. Cuarón omite por qué los mexicanos han decidido pasar a otro país. No está obligado a contar todo el lío, ni a que intervengan todas las variables. Todo eso ya lo sabemos.
Porque esta frontera podría ser, en realidad, cualquier otra frontera. Más me recuerda a los africanos y árabes que quieren llegar a Europa. Muchas personas intentan ingresar en la propiedad de otro y empieza el conflicto. Desierto es una película de acción con una línea narrativa tan básica que la película se sostiene en el ritmo de las imágenes y lo consigue. Pero hay algo oculto: una cuidada reflexión sobre la intolerancia irracional.
La narración entonces se vuelve vertiginosa. El reloj avanza rápido. A pesar de la falta de efectos y locaciones (está de más decir que todo pasa en el desierto) el guión asegura entretenimiento. No hay tiempo para la lágrima, para el sufrimiento, para el desconsuelo, todas esas emociones sobran.
Desierto evita la teoría social y no tiene grandes virtudes técnicas, pero la recompensa es dejarte sin aliento hasta el final. Te lleva de a pocos sin explicarte nada y oculta algunas sorpresas lo suficientemente alentadoras para acariciar el gozo cinematográfico.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El último mexicano con vida mata al perro del cazador y la reacción de este, que acaba de matar a veinte personas, es notable. Rompe en llanto por un animal, cuando acaba de matar muchos seres humanos. En un solo personaje y en una sola escena queda graficado lo que representa cualquiera que se somete a migrar en esas condiciones: son menos que animales.
11 de octubre de 2016
11 de octubre de 2016
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Resulta sorprendente como un producto con tantos buenos nombres (un cesto con tan buenos mimbres) se acabe convirtiendo en una película tópica y carente de personalidad. “Desierto” no es más que el survival de toda la vida, rodado como siempre y sin un ápice de originalidad. Una película funcional del estilo “caza al hombre” que pretende ser una reflexión sobre la inmigración pero que no es más que una excusa para construir una versión actual de "El Malvado Zaroff" (Ernest B. Schoedsack y Irving Pichel, 1932) de la que hace poco tuvimos una versión aún mejor de la mano de Michael Douglas en “Caza bajo el sol” (Jean-Baptiste Léonetti, 2014) y también ambientada en el desierto. Y es que películas de este estilo hay muchas (demasiadas), pero la mala noticia no es esa, la verdadera tragedia es que después de ver “Destierto”, casi todas me parecen mejores. ¿Me estará traicionado la memoria? No creo, es mas, imagino que no pasarán demasiadas horas hasta que olvide por completo esta película tan sosa como es “Desierto”.
¿De verdad se necesita a toda esta gente para hacer una película que no aporta absolutamente nada? Porque es que, al fin y al cabo, “Desierto” no es más que eso: un survival rodado de manera formal, sin sorpresa, sin emoción y sin garra, que además se hunde estrepitosamente en su parte final (porque pierde el componente “acción”). Os preguntareis si la cinta de Jonás Cuarón tiene algún mérito y os contesto que quizás tenga alguno, pero que la decepción resulta mayor que la recompensa. De acuerdo, Gael García Bernal y Jeffrey Dean Morgan están convincentes, pero eso no es suficiente. Y conste que no es que “Desierto” sea una mala película, es simplemente que no es la película que esperábamos ni tampoco es una película que aporte especialmente nada a la historia del celuloide.
¿De verdad se necesita a toda esta gente para hacer una película que no aporta absolutamente nada? Porque es que, al fin y al cabo, “Desierto” no es más que eso: un survival rodado de manera formal, sin sorpresa, sin emoción y sin garra, que además se hunde estrepitosamente en su parte final (porque pierde el componente “acción”). Os preguntareis si la cinta de Jonás Cuarón tiene algún mérito y os contesto que quizás tenga alguno, pero que la decepción resulta mayor que la recompensa. De acuerdo, Gael García Bernal y Jeffrey Dean Morgan están convincentes, pero eso no es suficiente. Y conste que no es que “Desierto” sea una mala película, es simplemente que no es la película que esperábamos ni tampoco es una película que aporte especialmente nada a la historia del celuloide.
18 de mayo de 2023
18 de mayo de 2023
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
No intenta mostrar el drama de los inmigrantes. La película de Jonás Cuarón se centra en el trastorno de Sam, un vigilante que disfruta eliminando a quienes tratan de cruzar la frontera, cuando ya se encuentran en territorio americano.
Jeffrey Dean Morgan, construye con solvencia una personalidad violenta y enfermiza, con un perro entrenado para ayudarlo en su cometido. El argumento se desarrolla sin obstáculos ni superficialidad, algo que se agradece.
En ningún momento pierde tiempo ahondando en secuencias gratuitas que no hubieran servido más, que para bajar su trepidante ritmo.
Jeffrey Dean Morgan, construye con solvencia una personalidad violenta y enfermiza, con un perro entrenado para ayudarlo en su cometido. El argumento se desarrolla sin obstáculos ni superficialidad, algo que se agradece.
En ningún momento pierde tiempo ahondando en secuencias gratuitas que no hubieran servido más, que para bajar su trepidante ritmo.
11 de octubre de 2016
11 de octubre de 2016
8 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Insípido survival fronterizo con una visión de la migración completamente simplista y unilateral, llena de obvios simbolismos de la persecución que reciben los inmigrantes en suelo norteamericano (por poner un ejemplo, el protagonista se llama Moisés y el asesino Sam).
La tensión es inexistente, la empatía nula y el guión y la dirección terriblemente planos. Dudo mucho que el filme hubiese tenido una mínima repercusión de no venir dirigida por el hijo de Alfonso Cuarón y producida por éste mismo.
Más críticas y crónicas de SITGES 2016 en http://hambredecine.com
La tensión es inexistente, la empatía nula y el guión y la dirección terriblemente planos. Dudo mucho que el filme hubiese tenido una mínima repercusión de no venir dirigida por el hijo de Alfonso Cuarón y producida por éste mismo.
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