Che: El argentino

He de confesar que no me atraía mucho la cuestión, pus en este tipo de films se tiende a hipertrofiar la imagen del revolucionario, o, por el contrario, a mancillar deliberadamente su memoria. Para mi sorpresa y felicidad, nada de esto ocurre. Objetivo, veraz y aplicado, Steven Soderbergh hizo una notable reviviscencia de Ernesto Guevara en Cuba, librando su guerra de guerrillas.

Benicio del Toro tiene muchos puntos a favor: su parecido físico con Guevara, la capacidad con la que se adapta a este rol tan complejo sin alterar su desempeño actoral, la naturalidad con la que se desenvuelve (que hace recordar a Bruno Ganz interpretando a Hitler), el estilo parco, preciso, tan "suficientemente bueno" que hasta lo hace ver simple. El resultado es maravilloso.

Además de lo creíble y bien trabajado del film, destaca el tiempo circular (en el que se recogen apartes de la entrevista entre el Che y Fidel en Ciudad de Méjico, o de las apariciones del Che en la Asamblea General de la ONU) y la disciplina con la que Soderbergh se acoge a lo netamente histórico (por favor leer el spoiler).

Este es el mensaje de la revolución cubana y se ha llevado a la gran pantalla con gran éxito, una auténtica sorpresa porque dudaba mucho de la fidelidad de lo que iba a ver, de que este material que tenía entre manos el director llevara al Che a algo cercano a un personaje de ficción y todo lo contrario, se ha reflejado la liberación del pueblo de la dictadura pro-yanki batistiana de una forma veraz, sin buscar héroes ni villanos, sin bandas sonoras ni secuencias sentimentalistas, y apoyándose en buenos profesionales y buenos documentos.

La situación del país, las relaciones con Estados Unidos y el camino hacia la victoria mediante las armas y mediante el espíritu de las tropas para conseguir una patria libre y soberana, sin cadenas y sin intervenciones extranjeras.

Puede que me esperara un Guevara mas cruel, menos humano y mas espiritual y poético, que la manera de mostrar sus sentimientos fueran mas directas, que abriera su alma al espectador hablando consigo mismo al tiempo que escribía sus pasajes, pero es verdad que todos sus sentimientos quedan descritos, sobre todo se pueden extraer cuando ya es alguien importante en la entrevista y en la asamblea; el Che fue el poder en la sombra de Castro, un soldado que combate y realiza otras tareas, todo lo que haga falta por la revolución, un hombre sin duda inteligente, visionario e idealista hasta las últimas consecuencias, y es que es un personaje histórico controvertido, para unos un héroe y para otros un villano, y el director lo ha tratado intentando llegar a la objetividad.

En esta primera parte se resume la toma del poder, la creación de las guerrillas con numerosos detalles de interés, una vida dura en la sombra del monte donde fueron creciendo en número y en recursos hasta formar campamentos con escuelas, hospitales e imprentas y desde donde se van dirigiendo los ataques para ir liberando Cuba, todo contado de una forma documentalista, pero que también tiene tiempo para explicar toda la reforma agraria que se pretendía con la liberación de Cuba.

Una última batalla calle a calle y barrio a barrio en Santa Clara de un valor incalculable, en ningún momento parece que haya detrás de las cámaras americanos grabando batallas absurdas y el viaje a La Habana como conexión con la segunda parte...

Lo de Benicio no creo que tenga dudas, es de mis favoritos y a partir de hoy ya está en el podio, esta actuación es para toda la vida, lo clava, parece que ha resucitado al Che y se lo merece todo, pero es que el resto de personajes parecen guerrilleros, sin olvidarnos del que representa a Fidel.

Una cinta imprescindible para todos aquellos que no hayamos leído nada acerca de este mito, para todos lo era, pero sin saber el por qué, ahora se tiene una idea porque la película está muy bien rodada, muestra todo lo acontecido en la historia de la revolución de nuestra octava isla, y sólo por la fotografía ya vale la pena conocer una siempre vistosa Cuba.

Los críticos de medio mundo han alabado esta película sin pudor. No voy a ser yo uno de ellos. No me interpreten mal. No considero Che una mala película, pero tampoco buena. La historia que cuenta merece ser contada. Pero si la película no se ha concebido, ni vendido como cine documental no entiendo porque tiene que parecerlo. Es asimismo una película incompleta. Tal vez cuando se estrene la segunda parte y se pueda ver en su totalidad mi concepción de la misma cambiará, pero por ahora debo valorar lo que se ha presentado. No funciona, como por ejemplo si hacía Kill Bill, por si sola. La historia, los conflictos de sus personajes, no van a ninguna parte, ya que de pronto, acaba.

Admiro la profesionalidad de Soderbergh al no querer ser demagogo y conseguirlo en una historia tan propensa a la demagogia. Admiro su originalidad y riesgo técnico, en especial en su uso del blanco y negro. Pero no comprendo muchas de sus decisiones, como las ya comentadas, o el hecho de que en el guión ningún acontecimiento pase hasta media hora antes de acabar el film. Si dedicase ese tiempo a realizar una introspección de los personajes para que el espectador entendiese quienes eran, qué hicieron y porqué lo hicieron lo comprendería. Pero no es así. La historia y sus protagonistas no tiene nada de personal ni de pasión, por lo que es imposible identificarse con ninguno de ellos o sus motivaciones. El espectador sale de la sala de cine frío, como tras ver un telediario no demasiado interesante y que además se le ha hecho largo.

Lo mejor de la cinta: sin lugar a dudas, Benicio del Toro, que pese a que no puede defender la pasión de Che por su revolución, al menos se mimetiza con él, en el cuerpo, la voz, la autoridad, los gestos. Cuando sea una película completa, de verdad, ya veremos.

Es bien sabido que en esta primera mitad de la película del Che (que continúa en "Che: Guerrilla"), se creó un interés notable cuando se comentó públicamente que se estaba rodando.. Y una vez vista tengo que decir que a mí realmente me ha gustado.

Esta biopic nos narra paralelamente por un lado la historia del Ché en la ONU, en el que vemos su mítico discurso que tanto indignó al mundo "libre". Por otro lado asistimos a las reflexiones en voz en "off" de Ernesto cuando responde a las brillantes preguntas que le hace una periodista americana con una atractiva voz. Y por último también veremos el recorrido del Ché con Fidel y compañía en su famosa guerra de guerrillas contra el régimen de Batista. Como comenté arriba estas partes no van seguidas, sino que las veremos salteadas las tres, a la vez.

La película tiene un guión muy currado, cuidaron en todo momento los hechos históricos que se ven en ella. Muy acertadas las explicaciones de las diferentes formas de actuar del "Movimiento 26 de Julio" y el "Movimiento urbano", el choque ideológico y discusiones sobre como llevar a cabo la Revolución... Muy pero que muy brillantes las actuaciones de el Che y de Fidel.

Háganme caso, vean la película como lo que es, una película histórica y dejen la política a un lado, no les defraudará.

Gracias por leer, sigo abajo pero concretando.

PD:En breve haré la crítica de la segunda parte.

Demasiado fría. Entiendo que Soderbergh busque un relato veraz, casi documental, pero es que a un personaje como el Che le vendría perfecto un poco del aderezo hollywoodiense que se ha querido evitar.

Porque la vida del Che es la historia de un romántico. Su biografía debería ser emocionante, épica y con gran fuerza dramática. Al fin y al cabo es un héroe popular, un superhéroe. Por su puesto también tiene que tener momentos de crudeza, no se debe olvidar el contexto. Pero sería mucho más rica e interesante una obra que quisiera trasmitir el espíritu revolucionario de Ernesto Guevara.

Así Soderbergh consigue una narración aburrida y plana en la que los personajes se perciben demasiado lejanos, no permite empatizar al espectador con ellos. Realmente solo se profundiza en el Che, pareciendo la cinta un estudio de personaje algo superficial.

Al menos no se puede negar que está bien dirigida. Las secuencias de acción están especialmente bien rodadas, con una violencia que aporta gran veracidad. No obstante, su gran virtud está en el casting. Benicio del Toro es el Che, no solo por su parecido físico, es que se mimetiza en Ernesto. También se consiguen buenos retratos con otros como con Fidel Castro, pero la profundidad del Che de Benicio es inigualable.

El resultado es una película bien dirigida, brillantemente actuada, que muestra la cruda lucha revolucionaria. Sin embargo, al mismo tiempo es una propuesta carente de la pasión que levanta un alma como era la de Ernesto "Che" Guevara.