Star Wars: Visions (Miniserie de TV)

Cuando se anunció este producto sabía desde un principio que no sería para mí. Aún así me propuse verlo por dos sencillas razones: primero, porque me encanta el universo Star Wars y he consumido todo producto audiovisual (sí, incluso la infame serie “Resistance”) que se ha lanzado; y, segundo, porque para juzgar una cosa primero hay que verla o probarla. Tengo la sensación, cuando leo reseñas de libros, películas o series, que esto último se obvia en estos aciagos días de celeridad y cuñadismo extremo en el que se ven las cosas sin mirar y se juzgan los productos por una impresión subjetiva causada por un trailer o una buena o mala reseña del mismo.

Después de esta breve digresión dirigida a “haters” y “agradaores” que juzgan sin consumir, me dispongo a describir cuáles han sido mis sensaciones iniciales para luego pasar a realizar un análisis breve de cada uno de los nueve cortometrajes animados. Como decía, de todos los productos anunciados en las pasadas conferencias de Disney + para el universo Star Wars, era este el que menos me llamaba la atención porque no me gusta el anime; aunque la idea del producto no podría ser más interesante: ¿cómo sería el universo Star Wars visto desde la perspectiva de los mejores artistas de anime? Luego el producto final te puede parecer más o menos bueno, pero imaginación le han echado y eso es un punto a favor.

Lo que más me ha gustado son las historias de samurais caracterizados como Jedis o Siths. La filosofía Jedi siempre ha estado fuertemente inspirada por la cultura samurái. Basta leer libros como el “Hagakure” o “El Libro de los cinco anillos” para percatarse de ello. Escribe Miyamoto Musashi en este último que hay que “aprender a permanecer como un espíritu inmutable incluso cuando estáis en el corazón de la batalla”. ¿No parece escrito por un Jedi? El punto negativo es la brevedad de las historias y la sensación de que muchas de ellas no han finalizado, así como la simplicidad de algunas de ellas.

Pasaré, en la zona con spoilers, a hacer un breve análisis de cada uno de los nueve episodios que componen la serie sin centrarme en detalles muy específicos como el nombre de los personajes, los creadores del episodio o el estilo anime de los mismos pues, como dije al inicio, no soy un entendido de estos temas y, cuando no se domina un tema, es mejor callar. Asimismo, calificaré cada episodio con una nota numérica. Me gustaría advertir que esta es una opinión personal y subjetiva con la que probablemente no concuerdes; pero eso es bueno porque la diversidad de pensamientos y de gustos hacen de este mundo un lugar más interesante.

Si tuviera que explicar lo que más amo de la saga Star Wars diría que es su variedad a la hora de presentar diferentes estilos y géneros. La película original de 1977 es en esencia un collage de todo aquello que le interesaba a George Lucas: combates de cazas de la segunda guerra mundial, aventuras espaciales al estilo de Flash Gordon, duelos de espadas samuráis, cantinas y desiertos sacados de un western... La lista es larga y con cada película se iba añadiendo más. Lo que convierte a la saga star wars en una especie de cajón de sastre donde todo es posible, al menos en teoría.

El problema vino con la elevación de la trilogía original a clásico intocable del cine. De pronto todo lo que pasaba en estas películas era sagrado, incluido la mezcla de géneros, y ya no se podía añadir nada más. Si lo intentabas te encontrabas con rechazo y comentarios del tipo !Esto no se siente star wars!

Star Wars visions es la obra más rompedora de la franquicia. Lucasfilm dio a los estudios de animación libertad total y puso como única condición no usar a los personajes de las películas (Jabba el Hutt y Boba Fett son la única excepción y solo salen en un episodio). La saga vuelve a ser un collage donde sus creadores pueden meter sus preferencias sin miedo al canon y el resultado es fantástico.

Cada episodio coge un aspecto concreto de star wars y lo desarrolla con el estilo propio del anime japonés. Akakiri empieza como un remake de La fortaleza escondida de Kurosawa y termina con un homenaje al final del episodio III. Los gemelos se centra en las complicadas relaciones familiares y es el que más bebe de la última trilogía. Lop y Ocho se adentra en el conflicto político presentando al imperio como colonizadores y explotadores de un planeta claramente inspirado en la modernización de Japón. T0-B1 recrea el deseo de salir y ver mundo de la famosa escena de Luke mirando al horizonte de Tatooine y lo combina con la estética de Astro boy de Osamu Tezuka. El duelo es una historia de samuráis donde un ronin (un samurái sin amo) es un sith que está dispuesto a ayudar a los demás. La novia del pueblo, mi episodio favorito, se centra en los aspectos más espirituales de la fuerza con un planeta donde sus habitantes viven en comunión con la tierra. Tiene una banda sonora maravillosa muy diferente a lo que nos tiene acostumbrados John Williams. Tatooine Rhapsody es al mismo tiempo el más alejado de lo que consideramos star wars (es un episodio musical) y el que más se acerca a una idea del propio Lucas que originalmente quería poner un número musical al inicio del episodio VI (lo consiguió más adelante con la edición especial de la película).

La cronología no importa en Visions, algunos cortos encajan bien con la historia de la saga mientras que otros crean su propio universo alternativo y solo cogen un par de elementos básicos como las espadas laser. Eso no es lo importante, lo que de verdad importa es ver a estos estudios interpretar la saga a su gusto según aquello que consideren correcto. Esto es más fiel a la filosofía de Lucas que sencillamente seguir el canon.

*Creando sin límites

Seguramente la gran ventaja que han tenido los responsables de Star Wars: Visions es la absoluta libertad creativa. Al no formar parte del canon actual de la franquicia, los nueve cortos de la antología no tienen miedo a nada y ofrecen historias que en un producto canon de Star Wars no podríamos ver.

Cada uno de los estudios ofrece su visión del universo Star Wars y lo que significa para ellos una de las sagas más importantes de la ficción. Ahí radica gran parte de la belleza de la serie, cuando los cortometrajes brillan con luz propia por el amor que se profesa a Star Wars detrás del anime que estamos viendo.

Ejemplos de ello son ‘The Ninth Jedi’ o ‘The Duel’, las dos mejores piezas de la antología. Estas son un modelo a seguir a la ahora de crear una buena historia y contexto en menos de veinte minutos, con las espadas láser y los cristales kyber como piezas cruciales.

*La magia de Star Wars

Muchos se echaron las manos a la cabeza cuando se anunció que Star Wars daría el salto al anime, un medio con el que al parecer no encajaba la saga. Estos prejuicios se desvanecen desde el primer segundo de Star Wars: Visions, porque la esencia de la galaxia muy, muy lejana, está por todos lados.

Pero también la magia de Star Wars y de esta antología es que otra cultura, en este caso la japonesa, tenga la oportunidad de introducir elementos de las historias que ellos conocen y viven en un producto que aman como es Star Wars. Estos componentes de la cultura anime y japonesa no funcionan en todos los cortometrajes. Aunque en el global enriquecen a la saga y dan un soplo de aire fresco.

Episodios como The Village Bride, o los dos magníficamente animados capítulos de Studio Trigger, The Twins y The Elder, son la mezcla perfecta entre Star Wars y la visión japonesa de la saga.

*El problema de las antologías

Si bien en su mayor parte funciona muy bien, Star Wars: Visions sufre de cortometrajes flojos que desentonan con el resto. Esto no es una novedad dentro de las antologías por episodios, solo hay que ver los cortos animados de Love, Death & Robots o la exitosa Black Mirror. En ambas nos encontramos con capítulos muy buenos, pero también de otros que no funcionan para nada.

En el caso de la serie de Disney+ son piezas como ‘T0-B1’, ‘Akakiri’ o ‘Tatooine Rhapsody’ las que nos sacan de la línea que siguen algunos de los episodios mencionados anteriormente. Varios de ellos pierden la seriedad y no cuentan historias realmente interesantes teniendo en cuenta la duración de los mismos.

Aún así, la trabajada animación siempre está presente en todos los cortos de la antología.

*Conclusión

Mezclando la cultura del anime con algunos de los elementos más importantes de la saga, Star Wars: Visions es una adición más que interesante dentro del universo Star Wars.

Se trata de una antología llena de amor por la franquicia, con una bella animación y que aunque no siempre funcione al 100 %, es de visionado obligatorio para cualquier fan de la galaxia creada por George Lucas.

Escrito por Víctor Pérez Cañete

Una de las principales referencias de George Lucas para la creación de Star Wars fue el cine de Kurosawa. Incluso si vemos la sinopsis de Filmaffinity de “La fortaleza escondida” vemos que esta fue clave para la elaboración de su saga. Sobre todo, para la creación del conflicto de “Una nueva esperanza”. Y es imposible no ver la filosofía samurái en los caballeros Jedi. Así que plasmar la época de mayor resplandor de estos legendarios guerreros japoneses con tintes de Star Wars se siente muy natural.

La mayoría de los cortos toman esta premisa, excepto T0-B1 (que parece una representación del mítico Astroboy) y los gemelos (que Hiroyuki Imaishi ha plasmado su mítico estilo, que ya podríamos ver en obras anteriores como Promare). Por lo que si te gusta el género samurái te encantarán estos cortos.

El principal problema que he notado en la mayoría de ellos, que se sienten como preludios o al acabarlos notas la necesidad de que te ha faltado algo. No es solamente porque sean cortos, sino porque han quería plasmar historias que necesitarían varias horas para desarrollarlas y aquí solo han podido mostrar lo que podrían llegar a ser. Han afirmado varias veces que si alguno de los cortos tiene éxito podría darle el apoyo suficiente para crear proyectos más ambiciosos derivados de estos.

Puede que nos esperen más cortos anime o lo siguiente será un largometraje. Pero hasta entonces aquí tenemos pequeñas joyas de la animación ambientado en una de las sagas más grandes de la historia.

Quizás iba con una expectativa tipo Animatrix, o Love, Death + Robots, y no he encontrado eso. Algunos capítulos no están nada mal pero no llena. Da la sensación de trazos de historias de otras cosas que luego han pegado forzadamente universo de Star Wars para justificar que es Star Wars.