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The Knick (Serie de TV)

7,7
11.166
Serie de TV. Drama Serie de TV (2014-2015). 2 temporadas. 20 episodios. Ambientada en el Nueva York de 1900, 'The Knick' se adentra en los pasillos del hospital Knickerbocker de Nueva York, donde el prestigioso cirujano Dr. John W. Thackery, pese a su secreta adicción a la cocaína, lidera un equipo de médicos con el que no duda en sobrepasar los límites de la ética y la moral de su época en favor de la investigación científica. Todo un adelantado a su ... [+]
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Críticas 37
Críticas ordenadas por utilidad
1 de enero de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estupenda serie de televisión, cierto que muy dura –avisados quedan, y el que avisa no es traidor.
El estimulante Steven Soderbergh firma íntegramente su primera, y hasta la fecha única, temporada. Ello marca ya una diferencia, y no menor, con otros productos de similares características, la mano de cuyos egregios creadores apenas si alcanza a verse más que en el piloto y el "season finale", dejando el resto de episodios al albur de las casi siempre caprichosas productoras. A resultas de lo cual, encontramos en “The Knick” un "continuum" de calidad bastante homogéneo que resulta muy de agradecer, si bien la trama languidece un tanto hacia su curso medio, cosa en absoluto inhabitual, por otra parte –probablemente inevitable, de hecho-. No obstante, logra cobrar nuevos bríos en sus últimos episodios hasta alcanzar un desenlace de todo menos tranquilizador, y sin necesidad de recurrir al tan socorrido como forzado "cliffhanger" de uso- y abuso.
El lujoso diseño de producción –aunque esto ya no es noticia en el género- da lustre a una estética ciertamente turbadora, a caballo entre el terror gótico y un estilizado "steampunk", como acreditan algunos de los quiméricos artilugios de que se sirvieran aquellos pioneros de la cirugía en su incipiente praxis.
Soderbergh se recrea con deleite morboso, casi escatológico, en la descripción minuciosa de las operaciones llevadas a cabo por esa mezcla de entomólogo, carnicero y "showman" que constituían los cirujanos del 1900. Con que, insisto, tal como advertí al inicio, “The Knick” no es plato de gusto para todas las sensibilidades.
Además, e igual que sucediera en "Traffic" (Traffic, 2000), la cinta más aclamada de Soderbergh, atraviesa la historia, casi como un personaje y no comparsa precisamente, el espinoso tema de la adicción a las drogas, en este caso a la cocaína inyectada. Lo cual supone un aporte extra de sordidez al argumento, al tiempo que redondea el impagable protagonista encarnado por Clive Owen. Alma indiscutible de la fiesta bizarra y desoladora que es esta “The Knick”, la serie perdería muchos enteros sin la imponente figura que compone el británico – el resto del reparto, con equitativa representación de todas las minorías étnicas y sociales que integran la sociedad americana, no es gran cosa-. Efectivamente, Owen camufla el acento y entrega una vigorosa interpretación, apoyado en los dos firmes pilares de su indudable carisma y un porte, el suyo, de una virilidad poco acostumbrada ya, una presencia de otra época que el fino bigotito lápiz no tiende sino a reforzar.
En resumidas cuentas, muy recomendable patada en el hígado de parte de dos tipos que no se andan con zarandajas y a los que la corrección política importa más bien poco, como son Steven Soderbergh y Clive Owen. La contemplación del insalubre retrato que de la Nueva York de principios del siglo XX nos pintan a cuatro manos y copiosas jeringuillas supone una experiencia a la vez estremecedora e irresistible. Sólo nos queda esperar, casi con la desazón del yonqui, la llegada de una nueva temporada.
Carorpar
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15 de noviembre de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Maravillosamente realista, potente, vitalista, entretenida, didáctica y cautivante, además de la actuación de Owen que está sublime. A esto le debo agregar la banda sonora; esa música esquizofrénica, hipnotizante, tan adictiva que no puedes hacer menos de dejarte arrastrar como un cocainómano; se adapta como anillo al dedo. Muy buena como aquella de la BBC, Crimson and the white. Aquí tendremos que dejar de lado el romanticismo y observaremos como un doctor no tiene porqué amar la vida en todas sus formas; puede tambien ser un despreciador de lo humano, siendo estúpidamente racista, masoquista, gentil, ingenioso, flexible, etc. Por otro lado, lo que más me asombró fue el racismo desvergonzado, rayante en el límite de lo absurdamente cómico y sin esto nadie la vería. El cinismo es lo que atrae a los buscadores de verdades; y es la marca principal de la comedia adulta, para ser chocante e inteligente. Hoy, en cambio, en la vida real, para no ser descaradamente racista se usa ser descaradamente hipócrita, y a herir con la indiferencia del silencio o las miradas frías. No tienen el coraje de expresar sus sentimientos, pero de nuevo, un día todo volverá a explotar. Es la ley de la física y de la psique, lamentablemente.
RobertWalser09
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25 de octubre de 2017
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Espectacular y realista puesta en escena que realiza nuevamente en otra más de sus elegantes producciones la HBO, cuya calidad es innegable, que nos transporta a la vida de un hospital de Nueva York a principios del siglo XX y narra las innovaciones científicas llevadas a cabo y las relaciones laborales y humanas entre sus empleados.

Dirigida por Steven Soderbergh de forma magistral, la historia está basada en el Knickerbocker Hospital de Nueva York, que se fundó en 1862 y que cerró sus puertas en 1979. Uno de sus protagonistas, John Thackery, se inspira en la figura de William Stewart Halsted, un innovador médico de principios de siglo, que a su pericia e ingenio, unía una profunda adicción a la cocaína y más tarde a la heroína, sustancias con las que consiguió, entre otros muchos avances médicos y quirúrgicos, descubrir la anestesia para paliar la barbarie con la hasta su descubrimiento se trataban a los pacientes, y sus escasas posibilidades de vida cada vez que subían a un quirófano.

Además Soderbergh, nos muestra en las dos temporadas que componen la serie, la sociedad de la ciudad de Nueva York de principios del siglo XX, y lo vemos a través de los ojos de los trabajadores, médicos y dueños del hospital, donde además del tremendo realismo de las intervenciones quirúrgicas, que parece que se están realizando en vivo y en directo y que hay que tener redaños de cirujano o alma de médico para soportar estoicamente dichas escenas, nos muestra el racismo que imperaba a principios del siglo XX, que los derechos de la mujer eran prácticamente inexistentes, la extrema necesidad del pueblo que apenas contaba con medios más que para sobrevivir a la hambruna y los mínimos y prácticamente inexistentes derechos laborales de la clase obrera.

Y también nos presenta las debilidades humanas, como siempre, como antes, como ahora, con los corruptos que se quedan para su propio beneficio los recursos del hospital. da lo mismo que seas el director, el gerente, el enterrador, el conductor de ambulancias o las monjas que practican abortos clandestinos, las mafias italianas, chinas o irlandesas.

Destacar además del excepcional trabajo de Soderbergh en la dirección, el competente trabajo del elenco de actores que va pasando por los capítulos, con especial mención a Clive Owen en el papel del Doctor Thackery. un hombre que convive entre su lucidez mental y su ambición por aprender y experimentar para mejorar la vida de sus pacientes, y su profunda adicción a las sustancias estupefacientes del momento.

Una gran serie de medicina, que poco o nada tiene que ver con las populares "Urgencias", "Anatomía de Grey" o "House" más allá de que el Hospital es el centro de la acción y que la realidad se impone a la ficción.

Sobresaliente, 9.
andeltor
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17 de enero de 2015
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Una serie basada en los inicios de la medicina moderna ambientada en el Nueva York de 1900 puede funcionar? Pues sí, y vaya si funciona.
Y es que The Knick está ambientada en una época crucial donde los avances técnicos y científicos se sucedían constantemente revolucionando la realidad cotidiana de la gente.
Naturalmente la ciencia médica no podía quedar al margen.

De la mano Steven Soderbergh en la dirección y Clive Owen encabezando el reparto, asistimos a los comienzos de la revolución en el campo de la cirugía acontecido entonces, en el que los médicos dejaban de ser poco más que carniceros para convertirse en los profesionales que soy en día.
Por el camino muchos errores, soberbia, negligencias y las pobres almas de aquellos que debían convertirse en conejillos de indias si querían tener alguna posibilidad de sobrevivir a sus enfermedades.

Pero no sólo es cirugía lo que ofrece esta serie, es mucho más. Es el retrato de la sociedad miserable de la Revolución Industrial, en la cual uno podía inyectarse cocaína todos los días como si nada, donde el racismo y la xenofobia eran moneda común y las diferencias de clase carecían de cualquier tipo de maquillaje.
Por caber caben hasta temas tan controvertidos como el aborto, el origen de las grandes farmacéuticas actuales nacidas de fortunas amasadas con auténticos timos o la lucha femenina por la igualdad.

El guión “The Knick” está realmente bien escrito y sabe crear sin pausa situaciones de interés para el espectador.
Soderbergh nos presenta todo ello de forma brillantemente descarnada y sin concesiones. Por su parte Clive Owen destaca por componer a su personaje protagonista, un médico toxicómano entregado a su profesión lleno de sombras. Bien acompañado, eso sí, por el resto de actores que cumplen su cometido a la perfección con interpretaciones sólidas y carismáticas que descargan por momentos a Owen del peso de la serie. Muy apreciables las contribuciones de André Holland, Jeremy Bobb y Michael Angarano.
Si a todo ello le sumamos la cuidadísima ambientación y fotografía complementada con las etéreas composiciones electrónicas de Cliff Martinez el resultado es una serie magistral.
Doctor cum laude.
Kwisatz
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4 de mayo de 2016
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
The Knick es otro caso más de serie con un despegue inmejorable y una continuación que no está a la altura, algo bastante común en las series televisivas, en parte por falta de ideas y en parte por la necesidad de alargar un producto exitoso. The Knick, sin embargo, gira en torno a una institución y a un personaje real en un contexto histórico real y bien documentado; no falta material a los guionistas para seguir manteniendo la calidad de la primera temporada, y sin embargo ahí está la segunda, con un guión tan tendencioso en comparación que es imposible no sentirse decepcionado.

No obstante, tomando The Knick como la suma de sus partes, es una serie que no puedo dejar de recomendar. Al margen de sus fallos, brilla en todo momento por su dirección, su atmósfera, su recreación histórica y sus tremendas actuaciones. La música minimalista electrónica y la cámara en mano le dan un toque un tanto hipnótico y mucha identidad. Es una serie con muy buen gusto dentro de su condición de producto televisivo, la clase de producto que pueden disfrutar hasta quienes no son amantes del género histórico o tienen poco o ningún interés por la medicina. No es perfecta, pero definitivamente se trata de una serie sólida y con mucha personalidad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Cloud_Norris
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