El último valle

A mí siempre me ha gustado compararlo todo con el fútbol, y en esta ocasión no voy a ser menos y voy a afirmar sin rubor, que como en cualquier equipo, si tienes unos buenos medios centros distribuyéndote el juego, a lo Xavi e Iniesta, tienes medio partido ganado.

Y señores, éste es el caso que nos ocupa, puesto que en esta producción los magos de la interpretación que dirigen toda la actuación durante el “partido”, llevándola sin duda al éxito, son Michael Caine por la izquierda y Omar Sharif por la derecha (con actores como esos en tu rodaje hasta Fran Perea parecería bueno).

Y es que en efecto, no es solo ya que el planteamiento del partido/trama sea cojonudo desde el inicio (donde el hermoso equilibrio existente en un idílico valle en medio de una cruenta guerra parece romperse por momentos por la irrupción de un elemento extraño al mismo), sino que ese elemento presumiblemente destructor que amenaza el valle no son nada más y nada menos que dos auténticos monstruos de la interpretación, que con el tercero en discordia (el valle), son los auténticos pilares de la peli.

Lo mejor de la película es sin duda el personaje de Michael Caine, el cual es absolutamente impredecible. Desde su situación de superioridad en la aldea (es el que tiene las armas), empieza por cuestionar todo lo previamente establecido en base a una filosofía y principios que revolucionan sin lugar a dudas el orden de esa diminuta comunidad. Parece como si durante todo la historia el personaje (envuelto en un complejo debate interno) se cuestionase si destruir o no esa ilusión de paz, absolutamente discordante con la realidad del resto del mundo, que es el valle. El personaje se sale de todos los clichés que hayamos visto hasta ahora, y al final de la película te quedas pensando si el capitán mercenario era un grandísimo hijo de puta o un hombre justo.

No se puede negar tampoco, que las idas y venidas de la historia enganchan, y te mantienen siempre con la inquietante tensión (sarna con gusto no pica) de qué coño va a pasar con el último valle.

Para estimular la imaginación de los que todavía no han visto "El Último Valle"; poned en la coctelera de vuestra memoria cinéfila:

1. El espíritu pacifista de "Senderos de Gloria".
2. Un guión antidogmático con joyas del diálogo y del monólogo a la altura de Trumbo, Buñuel, Capra,...
3. Una ambientaci n de la guerra más apocalíptica que "Apocalypse Now".
4. Sustentada en 4 notables interpretaciones (esos 4 roles de el guerrero y el filosofo -contenidas- , el político y el fanático -no tanto-) pero a la vez coral, como "La Gran Evasión".
5. Una música al nivel de los mejores melodramas de David Lean.
6.Explica -como pocas obras- el macrocosmos de una sociedad a través del microcosmos muy concreto y muy hermético de un Valle oculto a las plagas de la Historia... aunque éste sea la excepción de aquel ("Das experiment"; "Amanece que no es poco"; ,...)
7. Algo tan delicado como unir lirismo y verosimilitud se consigue por momentos al nivel de "El Hombre Tranquilo", o "el Imperio del Sol".
Pese a esa fotografía en ocasiones sesentera, y el poco tono de fábula que le sobra, por lo demás es un clásico tan intemporal que- a día de hoy- los temas de los que habla (la Guerra Universal, retroalimentada hasta la eternidad por el Fanatismo y los Intereses Políticos) afectan a tantas sociedades humanas de tantas culturas y geografías diferentes, que uno ya casi cree que son inherentes al Homo Sapiens.

La historiografía tradicional denomina Edad Moderna a la que transcurre entre el descubrimiento de América y la Revolución Francesa. Fue el periodo en el que se inscribe la Reforma protestante y las subsiguientes guerras de religión que asolaron el centro de Europa durante el siglo XVII. Vista desde hoy, la Edad Moderna parece muy antigua. La religión seguía siendo la principal fuente de ideología y los cristianos se mataban entre sí por un quítame allá esas indulgencias.
Es extraño que el cine se haya ocupado tan poco de un periodo tan convulso y eso es lo que pone en valor a esta película. En este idílico valle escondido se van a catalizar las posiciones ideológicas de los involucrados en esta historia: un hombre de guerra que siempre se pone al servicio del vencedor, un burgués que prefiere la astucia a la violencia como arma, un fanático sacerdote que predica el terror y un filósofo pacifista al que han pillado en medio.
El conflicto general está bien sintetizado en su planteamiento, la ambientación es plausible, los actores cumplen y el paisaje y la música son majestuosos. ¿Qué falla? La resolución de la historia y la limitada pericia técnica del director, particularmente evidente en las escenas de acción. Aun así, resulta una película entretenida y fácil de ver.

Película desconocida para mí, lo cual me hizo desconfiar por los motivos raros de su ignorancia. Por casualidad, la empecé a ver en una cadena de televisión y rápidamente la quité al observar la enorme mutilación de imagen que poseía, ya que, según informaciones sobre la misma que obtuve, estaba rodada en negativo de 65mm (TOD-AO). No le pude encontrar en DVD por ninguna parte hasta que en un puesto callejero de periódicos la encontré a un precio ínfimo. Una vez vista en su formato original, con una calidad de imagen y sonido regular, pude apreciar la gran calidad de esta obra británica de 1970. Es un cine de los de antes, y que nada tiene que ver con lo que se hace en la actualidad (2015), y que sirve para recordar como se hacían la grandes producciones que llenaban las salas. También saqué conclusiones sobre su argumento llevado a la pantalla y que encierra, tal vez, las claves, del por qué es una película un tanto desconocida y que sospecho no hubo interés oficial en los años finales de la censura franquista en comercializarla. Ignoro si estuvo prohibida, pero sí posee un doblaje de lujo realizado en Barcelona en aquellos años
Aconsejo la versión original en inglés, ya que la calidad del sonido es bastante superior, y que tal vez está deteriorado en la versión española por el paso del tiempo. Una copia en Blu-Ray con imagen y sonido remasterizado engrandecería esta buena película en todos los aspecto técnicos y artísticos..

James Clavell, un Director que previamente fue guionista de clásicos como: "La Mosca" de 1958 o "La gran Evasión" construye una historia, ambientada en un poblado de la Edad Media, que muestra los distintos estamentos y estratos sociales y como estos influyen en la existencia de los seres humanos, que sólo son peones de los poderes económicos y religiosos. Una de sus virtudes, es que te muestra la realidad sin involucrarse, dejando al espectador que la vaya vislumbrando por su cuenta. Esta película, es de una época en la que los valores intelectuales y artísticos eran lo primero y se nota, está destinada a un público con dichas inquietudes. Yo la vi cuando tenía 7 o 8 años, pero aunque obviamente no la entendí, recuerdo que me produjo un impacto que nunca olvidé y siempre recordaba con el paso de los años ... aquella película que iba sobre la Peste Negra... El ambiente, a pesar de estar rodada en un valle al aire libre precioso, te hace sentir el miedo a una amenaza invisible, algo que te puede contagiar y matar sin darte cuenta. Al mismo tiempo, este idílico valle está aislado del resto de la zona por las montañas, con lo que crea un ambiente de contradictoria angustia en un espacio abierto.
Todo ello hace de la película una maravilla, realizando un boceto de la sociedad, no sólo de la Edad Media, sino también de los años 70 y los actuales, o sea la historia de la humanidad. Es curioso como en realidad nada a cambiado, el ser humano sigue cometiendo los mismos errores, y no porque no pueda aprender de ellos, sino porque no puede luchar con sigo mismo, no puede luchar contra su propia idiosincrasia.
Finalmente, me parece una película imprescindible que todo cinéfilo no debe perderse. Michael Caine, está soberbio, como siempre y Omar Shariff encuentra un papel ideal para su desgarradora intensidad emocional. El resto del reparto es igualmente bueno, destacando el papel del sacerdote. ¡No os la perdáis!