Oliver Stone: Entrevistas a Putin (Miniserie de TV)

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Alerta a los políticamente correctos que son ofendidos fácilmente. Este documental puede ofrecer información que se enfrenta a creencias políticas liberales y/o conservadoras de occidente, basadas en prejuicios políticos catalizados por los medios de comunicación "mainstream" que analizan la geopolítica y las relaciones diplomáticas mundiales, desde una perspectiva unilateral.

Documental que sin duda, será visto como más controvertido que su propio director. Un juego de ajedrez dialéctico y mental, entre el presidente de la Federación Rusa, Vladímir Putin y el director americano Oliver Stone, donde a pesar de que los más críticos con el señor Stone, puedan calificar como con falta de dureza la forma de entrevistar al mandatario ruso, los más abiertos políticamente vislumbrarán la gran ocasión de entender mejor al complejo personaje y antiguo agente de la KGB , así como ver un punto de vista distinto de lo que están acostumbrados a leer en la prensa americana y europea.

La capacidad del presidente tanto para abordar los más complejos asuntos de estado, así como su agilidad a la hora de responder a todo tipo de preguntas comprometidas, no hacen más que incrementar las dudas del espectador, no siendo posible discernir entre verdad, ficción o simple manipulación.

Un complejo ejercicio, que sin lugar a dudas, tras sus cuatro horas de duración, terminará produciendo una extraña admiración hacia el señor Putin o de lo contrario, la sensación de que sigue siendo, un auténtico hijo de Putin.

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Absoluta obra de arte para aquel que como un servidor disfruten de la geopolítica, conspiraciones y política mundial. Esta entrevista engloba toda la experiencia de Rusia desde la caída del muro allá a principios de los 90, hasta nuestros días. No sólo es una entrevista con el presidente de Rusia, sino que desgrana el mundo desde la perspectiva rusa.

Stone no decepciona en mostrarnos al Putin más humano, más allá de las caricaturas y mofas que Occidente hace para mostrarlo como algo menos que un matón de discoteca. Pues no señor, tiene su punto de vista el cuál expone ante preguntas nada condescendientes, porque no solo hay una sola manera de ver las cosas, y el hecho de que piense diferente respecto a distintos aspectos no los convierte directamente en unos cavernícolas, un poco de sentido común.

El análisis que hace tanto Stone como Putin de la historia en Rusia, tanto interna (Chechenia, Ucrania, la pobreza en los años 90, Crimea), Tanto externos (su relación con EEUU, los 4 presidentes, OTAN, etc) vale las más de 4 horas de entrevista, en ningún momento decepciona y te da otra visión del mundo que seguramente no gustará a ciertos sectores.

En resumen, un magnífico trabajo que nos da a los espectadores más conocimientos sobre una parte del mundo que aunque se creía olvidada, aún sigue resistiendo los embates del llamado mundo occidental, y sobre todo después de estos últimos 10 años, nos hace a muchos replantearnos lo que el señor Vladimir nos expone.

"Al fin y al cabo los líderes no son más que el producto de su época" Vladimir Putin

A favor:
- La duración (4h) permite abordar múltiples temas, más allá de la actualidad de la semana, adentrándose en la visión del mundo que tiene Putin (tal y como él decide mostrarse), así como en un repaso histórico de Rusia desde los 90 en adelante.
- Buen material para quien quiera comprender no sólo cuál es el posicionamiento oficial de Putin sobre tal o cuál tema, sino por qué es este y no otro (siempre de acuerdo con la imagen que quieren proyectar de ellos mismos). Será particularmente interesante para quienes nunca se hayan planteado la óptica rusa de EEUU como el país amenazante y Rusia como el amenazado.
- Muestra un lado más personal y biográfico de Putin, algo habitual de la televisión rusa pero probablemente curioso para el expectador occidental.

En contra:
- Oliver Stone pierde una gran oportunidad para haber planteado más preguntas difíciles. Las pocas veces que saca temas hostiles a la línea oficial del gobierno ruso (homosexualidad, derechos humanos, etc.), Stone escucha la respuesta de Putin, sea la que sea, y pasa a otro tema. Quizás fue un requisito acordado para que las entrevistas pudieran tener lugar, pero a menudo uno tiene la sensación que Stone "deja escaparse" a Putin en todos los temas controvertidos, especialmente los de política interna. Quien quiera ver un debate, este no es su documental. Stone se limita a plantear preguntas abiertas y dejar que Putin responda lo que le parezca. Eso no hace que las respuestas no sea interesantes en sí mismas, pero el espectador puede llevarse la impresión de que las respuestas de Putin son irrebatibles simplemente porque Stone decide no entrar a rebatirlas o a re-preguntar cuando Putin le sale con evasivas. Un ejemplo recurrente es cuando Putin responde "y tú más" señalando los defectos americanos para no tener que justificarse por los propios.

Conclusión:
La premisa de estas entrevistas es que Stone asume que ya hay suficiente material contrario a Putin disponible para el espectador y, por lo tanto, él viene a proveer de material alternativo en el que deja que Putin se presente como a él le parezca, sin cuestinarlo en exceso. La idea que subyace es que el espectador vea una cosa y otra y luego saque sus propias conclusiones. Sin embargo, si Stone fuera periodista en lugar de cineasta sabría que oir a ambas partes por separado no es lo mismo que hacer una buena entrevista.
Aun así, merece la pena. Sea en el formato que sea, pocos líderes mundiales tienen entrevistas de 4 horas disponibles.

Interesantísimo documental sobre, quizá, la figura política más trascendente de lo que llevamos del siglo XXI.
Permite acercarnos (pero no del todo) a la personalidad del líder ruso. Putin demuestra una inteligencia y una dialéctica superior, rebatiendo cada uno de los argumentos, desde el punto de vista norteamericano, que le va soltando Oliver Stone. Quizá el director resulta demasiado complaciente con el presidente ruso, dando por buenas cada una de sus respuestas y parece que algunos temas están puestos en bandeja para que Putin los despache sin problemas.
Vemos también algunas escenas de Putin en su vida diaria, conduciendo él mismo su vehículo, el Kremlin, la residencia presidencial, practicando algún deporte... siempre bajo una cohorte de asistentes y guardaespaldas que impresiona bastante. Hasta podemos deleitarnos con la conexión en directo con su gabinete de defensa, para conocer la situación del país o de la guerra de Siria "en tiempo real".
Personalmente me ha parecido un buen documental, quizá algo tendencioso por parte de Oliver Stone (quedan claras una vez más sus ideas políticas), y sorprende la poca belicosidad de Putin, desplazando siempre el problema hacia el "socio americano". Un hombre de Estado que antepone Rusia a todo lo demás.

Bien claro tenemos ya todos -bueno, algunos- que, en cuestiones de política, la verdad sólo sirve cuando conviene… y si, en ciertos momentos, lo que conviene es la mentira, ésta se dirá toda vez que sirva a los intereses del político o de su partido. Por esta razón, lo que dicen los señores políticos hay que masticarlo b-i-e-n d-e-s-p-a-c-i-o, porque, el que traga entero, vivirá tan engañado como el pajarito que cree que lo quieren mientras lo mantienen encerrado en una jaula.

Lo que dicen los libros sobre la historia de nuestro país, igual hay que leerlo con ojos muy abiertos, sobre todo cuando se trata de la Historia Oficial (en la que siempre se dice -y se dirá- únicamente lo que conviene y como conviene); y cuando los políticos opinan sobre el gobierno de otro país (sobre todo si es de una ideología distinta a la suya), hay que leerlos o escucharlos con toda suerte de reservas porque, entre la verdad y la mentira, los políticos siempre eligen la que convenga.

Me gustan mucho éstas, <<ENTREVISTAS A PUTIN>>, porque nos dan la ocasión de escuchar esas otras opiniones que suelen denegarnos: la del contrario. Me genera confianza el hecho de que haya sido el renombrado director, Oliver Stone -un hombre de probado talento, integridad e imparcialidad-, el que haya asumido esta empresa; y me gusta también este documental, porque las entrevistas son amplias, críticas y sin reglas de conveniencia, es decir, No son entrevistas arregladas como suele suceder y que funcionan más o menos así: Periodista: -“Señor, quiero entrevistarlo”. Político: -“Páseme por escrito las preguntas”. El político tacha todo lo que no quiere, ni conviene, que le pregunten y a pie de página, advierte: “¡No admitiré contra-preguntas!”. Así la entrevista resulta como el entrevistado la desea… ¡y el periodista queda como un tonto útil!

En un espacio de dos años, Stone, logra al menos tres entrevistas del tres veces presidente ruso; visita con él diversos escenarios… ¡y se da el lujo de contar con un importante material de archivo para complementar lo que se dice! Con esto, podemos ver a Putin en sus actividades deportivas y en sus labores políticas, y también se puede corroborar encuentros y comentarios del pasado, tanto suyos como de sus “amigos estadounidenses”.

Entre las frases que dice el mandatario ruso, Vladimir Putin, hay muchísimas que merecen recordarse. Citaré unas pocas:
“Mijaíl Gorbachov empujó el país al colapso. Ramas enteras de la economía se vinieron abajo; arruinó el sistema sanitario (…); millones de personas se empobrecieron”.
“Cuando la Unión Soviética colapsó, EE.UU. se ilusionó, porque creyeron que ya podrían hacer lo que quisieran y con total impunidad”.
“En EE. UU., cambian de presidente, pero las intenciones políticas nunca cambian”.

Y entre lo logrado por Putin -evaluando su primer gobierno- el propio, Stone, admite:
“Creó numerosas industrias en muy diversos sectores de la economía. Incrementó notoriamente el producto interno bruto. Aumentó los salarios y las pensiones, y redujo el índice de pobreza en dos terceras partes. Reestructuró el ejército. Terminó la Guerra de Chechenia"... y enfrentó a las nuevas oligarquías para hacer más equitativos los capitales.