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Larceny, Inc.

Comedia. Drama Al salir de la cárcel, un ladrón y dos de sus colegas abren una tienda de maletas, contigua a un banco, con la intención de abrir un túnel que les permita llegar hasta la caja fuerte. Curiosamente, mientras duran los trabajos de excavación, la tienda no deja de prosperar. (FILMAFFINITY)
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
27 de abril de 2018
13 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lloyd Bacon, cada día me gustas más. Me dejaste con la boca abierta con la admirable "Frisco Kid" (1935), no la terminé de cerrar con la estupenda "Invisible stripes" (1939) y, evidentemente, continué con ella abierta debido a las carcajadas que me causó la hilarante "Los apuros de Sally" (1949).
Hoy me he vuelto a tronchar con esta encantadora "Larceny, Inc." (por cierto, Larceny significa robo). Además Bacon cuenta con la inestimable ayuda de ese fenómeno llamado Edward G. Robinson, que no tiene película mala o quizás, mejor dicho, que no tiene interpretación que baje del notable. Los enredos, engaños y situaciones disparatadas se van sucediendo hasta la traca final (nunca mejor dicho) y el espectador se lo pasa en grande. Edward G. Robinson está imponente envolviendo con "delicadeza" el regalo navideño. La misma delicadeza con la que, entre su socio y él, le lanzan las maletas a Broderick Crawford para que tape el agujero.
Por cierto, ¿no habrá copiado Woody Allen parte de este argumento para su "Granujas de medio pelo"?
el chulucu
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18 de setiembre de 2020
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La cabeza y el estómago me revolotea todavía ante el peliculón que acabo de ver. Cuando uno bucea entre estas películas escondidas, no termina de creer que pueda haber semejantes maravillas que, inexplicablemente, permanezcan ocultas al público. ¿ Dónde están los críticos?. ¿ No la han visto?. ¿ Dónde están las televisiones?. ¿ Dónde están las plataformas streaming?.
¿ Os gusta Lubitsch?. ¿ Os gusta Hawks?. ¿ Os gusta Wilder?. ! Claro que sí! ! Yo sé que sí!.
Pues Lloy Bacon se casca aquí una magnífica parodia, una mezcla de película de gángsters y comedia que no tiene nada que envidiar a muchas de los arriba citados, es más, viendo la fecha de esta película me atrevería a asegurar que ellos vieron ésta con muchísima atención y no poco placer.
Con un reparto estupendo en el que destaca, cómo no, Edward G.Robinson que da gloria verlo, una jovencísima Jane Wyman que aquí está preciosa, Broderick Crawford magnífico haciendo de botarate compinche y todo el resto del reparto también genial, donde no se puede dejar de mencionar a Anthony Quinn también soberbio, la película arranca con unos tipos que salen de prisión y tratan de dejar su pasado delictivo e iniciar el desconocido camino de una vida honrada. Cuando el banco les niegue el préstamo que solicitan para abrir un negocio legal, decidirán asaltarlo. Para ello comprarán el local de al lado ( una ruinosa tienda de maletas) y comenzarán a excavar un túnel con intención de llegar a la cámara acorazada del banco.
Pero los caminos del Señor son inescrutables y, cuanta más tranquilidad precisan para cavar en paz, más éxito parece tener ese negocio y más popularidad su dueño.
Un guion prodigioso, diálogos fantásticos, acerados, inteligentes, mordaces, gags brillantes...! Estoy realmente entusiasmado!. ¿ Por qué tiene tan pocos votos?. Los amantes de las buenas comedias clásicas ( las mejores), no se la pueden perder. ¿ Por qué tiene actualmente un 6´9 en esta página?. Eso sí lo sé, Porque no la firma ninguno de los arriba mencionados. Si no de qué. Estoy seguro de que cualquiera de ellos se hubiera sentido orgulloso de firmar esta peli. Y sin mucho presupuesto que, para mí, es un mérito añadido. ! Vayan a por ella! ! No lo duden!.
Y, para terminar, quiero corroborar rotundamente a la afirmación que hace el usuario chulucu en la crítica que me precede. Sí, sin duda, Woody Allen copió de esta cinta para parir su " Granujas de medio pelo", como hace con muchos de sus films. Pero ya quisiera Woody que le hubiera salido la mitad de bien que ésta.
Izeta
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25 de marzo de 2013
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y además no te meten en la cárcel. Vamos, un tema de rabiosa actualidad. Como dice nuestro protagonista: "los préstamos bancarios son la piedra fundacional de América". Y si no te conceden el préstamo, siempre puedes robar el banco...
Comedia capitalista con un reparto en estado de gracia. Sólo falla el final, un poco incoherente.
washboardplof
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27 de abril de 2022
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
134/31(27/04/22) Estimable y original comedia que se mezcla con el género gangsteril remanente del cine negro que cumple a hora 80 años de su estreno (24/Abril/1942), dirigida por Lloyd Bacon, con guión de Everett Freeman (“Sucedió en la Quinta Avenida”) y Edwin Gilbert (“A través de la noche”), adaptando la obra de teatro “The Night Before Christmas” del matrimonio Laura y SJ Perelman (este guionista oscarizado en 1956 por “La vuelta al mundo en 80 días”). Una historia que da un ingenioso giro de tuerca mordaz a la típica historia de un robo a un banco a través de un butrón desde un local adyacente, y como la tapadera puede convertirse en mejor que el objetivo, algo que posteriormente plagió sin reparos Woody Allen para su “Small Time Crooks” (2000), solo que cambiando el negocio original de una tienda de maletas a una pastelería. En este caso con un desarrollo fluido y ágil, con situaciones jocosas, diálogos divertidos y personajes que transpiran humanidad aun siendo delincuentes en potencia.

Relato con claras reminiscencias caprianas en su reflejo de la sociedad en esa calle neoyorkina donde los comerciantes se unen contra el ‘infortunio’ de unas obras de metro que los asfixian, estando sumidos en plenas fechas navideñas, encontrando los comerciantes a su ‘Moisés’ suigeneris en J. Chalmers "Pressure" Maxwell (con el Icónico Edward G. Robinson bordando a este ingenioso pícaro), un ex presidiario con mucha labia. También se puede ver como una crítica al capitalismo en cómo se ponen trabas al carácter emprendedor de las personas por la avaricia de los bancos, pero a su vez puede verse en su evolución como una carta de amor al Sueño Americano por este negocio del cuero.

Arranca marcando su tono de comedia cercana al ‘toon’ con una secuencia de un partido de baseball, donde el rol que da vida Robinson da instrucciones al fornido Jug Martin (Broderick Crawford), primero lanzando bolas y no le hace caso y fracasa en su desobediencia, para posteriormente bateando teniendo que hacerle caso con que precisamente no batee y se deje noquear por la bola y con ello hacer que todos los de las bases entren, esto recordándome al final de un episodio de la mítica serie de ‘Los Simpson’ y no creo sea casual. Tras esto nos enteramos estamos en la prisión de Sing Sing (Estado de Nueva York). Tras esto un cruento preso con muchos años por delante en presidio, Leo Dexter (Anthony Quinn) le propone a ‘Pressure’ un robo a un banco por butrón cuando este salga, pero este se niega alegando que va a volver al delito cuando lo liberen. Pero una vez fuera junto a su socio Jug, y con su otro compinche que estaba fuera, Weepy Davis (Edward Brophy), no tiene palta para los negocios legales que pretenden y ‘Pressure’, retoma el plan para robar al banco que le ha negado el préstamo.

Siendo un grandioso éxito el elenco actoral encabezado por un carismático Edward G. Robinson, que con este rol quería parodiar su encasillamiento en figuras mafiosas que le hicieron popular en los 30 en las películas de la Warner, y a fe que lo consigue con su simpático liderazgo de esta mini-banda de perdedores encantadores, con las ideas claras, en como negocia con el dueño de la tienda, como pretende el butrón de modo indirecto, como ahuyenta a los clientes (con ese modo chusco de empaquetar maletas, como les cierra puertas en narices, como hace tarifa plana de precios a 9’75, etc) , como espanta a los vecinos, como soluciona los problemas e imprevistos que van surgiendo (como sacar la tierra, la rotura de cañerías, la aparición de los vecinos banqueros queriendo visitar el sótano, como sin querer ser héroe se convierte en él sin pretenderlo de la calle por su modo ‘singular’ de negociar con el concejal (lodesconcierta con sus palabras), como espanta a un poli adosándole varias maletas para toda la prole familiar, y más), y como vira gradualmente de las ‘catacumbas’ que representan la oscuridad del ‘negocio’ de latrocinio, a la luz de la superficie con el negocio legal; Tenemos a un formidable Broderik Crawford como el tan fortachón como poco inteligente Jug, de ideas expeditivas (estás frito por colocar cargas explosivas en el butrón), especialista en el arte de ser atropellado por coches para chantajear a incautos conductores (sensacional en su realismo la escena en lo atropellan, supongo que aun doble); Edward Brophy está muy bien como Weepy, el fiel lugarteniente de ‘Pressure’, el primero que empieza a ver las posibilidades reales del negocio de las maletas, muy cómico; Está Jane Wyman (la eterna Angela Channing de la serie “Flacon Crest”), aporta poco en su rol un tanto buenista teniendo su tramo de ‘gloria’ cuando ‘conspira’ para que el negocio de maletas sea exitoso; Y está el gran Anthony Quinn en un personaje de poco minutaje, pero que deja impronta de fuerte carácter acojonando al trío.

Todo desarrollado con clara sino de ligereza, donde la intensidad dramática está ausente por este aire superficial de las situaciones y como se resuelven por imperativo del guión, hay roturas de cañerías y no sabemos cómo se ha solucionado el tema, pero hay una elipsis y ya no hay contratiempo, dando idea del sentido cómico del relato, sin querer hacer tensión de las dificultades.

Pero el problema viene en su rush final, donde con la entrada en escena del ahora proscrito Leo (no es culpa suya, el borda su malo malísimo), la historia se empantana, se desorienta, y el final que requería es asfixiado por la moralina del Código Hays donde todo delincuente debe tener su castigo, y aquí no tocaba. Con negociaciones exprés forzadas con el banquero o con el antiguo dueño de la tienda. Aunque el caos (coro de villancicos, policia, ...) que ‘Pressure’ vestido de Papa Noel forma es muy divertido.

"Larceny, Inc." (Larceny traducido del inglés al español quiere decir hurto, robo, latrocinio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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16 de setiembre de 2022
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comedia liviana, con mucho diálogo al estilo de una obra teatral y un guión simple y directo.
El humor atolondrado, el delincuente de poca monta (y menos luces) que recibe los golpes, los gags ingenuos y las situaciones disparatadas hoy nos pueden parecer predecibles y hasta infantiles, pero hay que poner el film en su contexto de 1942. Aun así, entretiene y nos encontramos con un doble plus: un joven Anthony Quinn malo, muy malo, que no necesita mucho tiempo en cámara para desbordar expresividad, y -aunque no es una de sus mejores películas ni uno de sus personajes más memorables- el gran Edward G. Robinson da otra muestra de su infinita versatilidad.
Mellotron
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