Edén

Edén no es un drama, no es un thriller, no es - desde luego que no - una comedia, ni una peli de acción. Es una obra difícil de clasificar, y en estos tiempos en los que lo que no entra en un molde se desecha, eso le pone las cosas complicadas ante cierta parte de la audiencia que necesita saber con total claridad qué terreno pisa.

Sin duda se puede decir que el tempo de la película es lento pero no cansino, y habría quien se queje porque el guion deja abiertas varias incógnitas. Entre ellas están las razones profundas de una de las protagonistas - las del resto, más o menos, se aclaran - para estar donde está, lo que, sinceramente, casi se agradece. De nuevo no es fácil encontrar hoy en día películas - y ya que estamos, tampoco novelas o series - que no lo dejen todo absoluta y totalmente explicado. Por una vez, como pasa en la vida, me gustó que no todo se resolviese ni aclarase, que el espectador se quedara con dudas, con preguntas, con sensaciones y con, - permítanme la palabra, que está en el diccionario de la RAE-, incertezas. Todo eso a mí, desde luego, me ayudó a rumiar algo más de lo habitual lo que había visto en la pantalla.

Me pareció interesante y reflexiva, bien filmada y muy bien interpretada. Excelente, totalmente veraz, Ramón Barea; contenido y solvente con el personaje más atormentado, Israel Elejalde; espléndida con un papel con subidas y bajadas, bipolar, muy bien resuelto, Marta Nieto, y manteniendo con pulso firme al suyo, espléndida, Charlotte Vega, que al final es el hilo conductor del film.

Los actores brillan bajo la dirección de una Estefanía Cortés que no parece estar ante su primera obra. Me parece que anticipa muchas y buenas cosas. La experiencia y la madurez profesional que cabe desearle que adquiera en próximas obras, dejará sin duda en el futuro películas aún más interesantes que este Edén.

Opera prima de Estefania Cortes, donde con aura de misterio, información ´con cuenta gotas y sin profundizar en el interior de los personajes para entender los motivos que los llevan a quitarse la vida en ese idílico entorno natural, hacen que el film caiga en el aburrimiento y el desconcierto de no saber casi nada de lo que está ocurriendo.

Edén es una empresa que ofrece los servicios de una muerte tranquila y no violenta a los que desean suicidarse. Situada en un maravilloso lugar entre montañas, allí acuden dos mujeres y dos hombres con la intención de terminar sus vidas por diferentes motivos, ya que no tienen el valor de hacerlo ellos mismos... 

Las razones se cuentan veladamente y no quedan claros los motivos de querer que les practiquen la eutanasia, algo que hace que se pierda el interés entre conversaciones aburridas y banales. El lugar también resulta de lo más extraño, puesto que no hay personal de ningún tipo, solamente llegan por un camino angosto hasta el lugar los cuatro personajes y entran en las instalaciones sin ningún tipo de consejos o ayuda, algo que hace todavía menos creíble el guion.

Marta Nieto, Charlotte Vega, Israel Elejalde y Ramon Barea son los cuatro integrantes de este grupo que comienzan a conocerse antes de su fatídico final.

Pero estas ideas sutiles de la directora no consigue plasmarlas en un interesante thriller o drama intenso que podía haber sido, sino que todo se queda en agua de borrajas.
Destino Arrakis.com

Edén es una película que, de puro misteriosa, es tediosa.

Las cuatro personas que acuden a esa empresa de asistencia al suicidio, cual balneario suizo pero en el norte de España , rodeados de verdor, montañas y lluvia, tienen cada uno sus motivos para matarse, pero no se han atrevido a hacerlo por ellos mismos.

La película avanza lentamente con la interactuación entre ellos, de manera misteriosa, con miradas largas, conversaciones a media voz, a veces a gritos, según las ofensas que se hayan hecho unos a otros...

La grandiosa actriz habitualmente suprema Marta Nieto en esta película no luce para nada y, al contrario, creo que desaprovecha sus dotes interpretativas. Ramón Barea es el que mejor está, pero casi es el mismo papel de siempre, abuelete comprensivo que intenta ayudar y remediar los problemas de los demás.

Cuando acaba la película ya tenías ganas de que se murieran todos... de puro misteriosa resulta tediosa

Partiendo de la falta de credibilidad de los actores, de la que sólo se salvan en algún momento, nos encontramos con una película con un final .... (zona spoiler), y unos personajes que no cubren el abanico de posibilidades. Su punto de partida pretende presentarnos una cuestión ética y moral, que sin embargo no parece presentar correctamente, porque no nos da un motivo claro de por qué estamos en esa situación. Y sin él, el dilema moral desaparece, vaciándola de sentido.

Edén, es una empresa que ofrece servicios de muerte tranquila sin violencia a los que desean suicidarse. Al lugar idílico entre montañas y paisajes verdes, viajan cuatro personas que buscan acabar con sus vidas.

Cero razones, cero desarrollo de personajes, mucho aburrimiento. Lleno de conversaciones largas y tediosas que no llevan a nada, con un guion bastante pobre.

Opera prima de Estefanía Cortes, con aires del cine de Yorgos Lanthimos mal elaborado y sin nada interesante.

Lo mejor: Poca cosa.
Lo peor: Tediosa en todo momento.