Algunos la definen desacertadamente como un nuevo Scream, yo en cambio creo que en Castigo Sangriento hay un revoltijo de referencias a películas de instituto, clásicos recientes del terror/fantástico y pop de los 90´s, todo mezclado acumulando muuucha información y ... no puedo concretar más porque al hacerlo (si empiezo a dar nombres de películas o canciones que aparecen referenciadas) me vería obligado a desvelar alguna que otra grata sorpresa, que las tiene, a pesar de cometer un montón de excesos de estilo y ritmo a lo largo de su metraje. Le doy un 6, no es el clásico instantáneo que algunos afirman que es, ni tampoco un ñordo, como también dicen otros que la vieron.
No me extrañará en absoluto que entusiasme y saque de quicio dependiendo del gusto de cada cual. La polémica puede estar servida. No te la pierdas y opina.

Disponte a pasar un mal trago contemplando una terrible experiencia terrorífica a manos del monstruo que puede vivir en cualquier calle de cualquier ciudad. Estupenda película que permanece en la estela de Funny Games y sin las pretensiones intelectuales de Haneke.
Eden Lake es otro de los eslabones que convirtieron a Michael Fassbender en uno de los actores con mayor proyección del momento. Ese mismo año (2008) también nos hizo sufrir en Hunger interpretando a un preso irlandés en huelga de hambre extrema, dirigía Steve MacQueen, quien posteriormente le consagró en Shame.
Eden Lake es de esas películas de las que es aconsejable no hablar mucho antes de ser vista, mejor que sorprenda, que estalle ante nuestra mirada y acabe sirviendo para tomar una postura ética sobre de lo que de ella se deduce. En mi caso particular lo pasé fatal, y me hizo albergar grandes esperanzas sobre su director James Watkins con ésta su ópera prima, en parte enfriadas tras La mujer de negro su último y correcto trabajo.
¿A favor o en contra de la ley del menor después de ver Eden Lake? ¿Preocupado o muy preocupado porque se recorte en educación? ¿Es la educación única y exclusivamente responsabilidad del Estado? A falta de catársis final al menos que nos quede la posibilidad de hacernos preguntas.

Sobrevalorada hasta el hartazgo, lenta, lineal, fallida como thriller, ineficaz como cine costumbrista, con imperdonables errores de casting de secundarios, madres de 30 años de adolescentes que salvan de la hoguera clichés fotográficos que en la realidad hubiera ardido con sólo oler el fuego, con un Raúl Arevalo cuyo bigote llega a ser más expresivo que su interpretación monocorde, con subtramas esbozadas que luego no significan nada (meadas sangrantes, tráfico de coca etc), con méritos adjudicados a unos recurrentes planos cenitales que hoy se realizan con drones automatizados; en resumidas cuentas, La Isla Mínima queda muy por debajo de Grupo 7, la anterior de Alberto Rodríguez.
Se llevará 20 goyas de los 17 a los que está nominada, pero me seguirá pareciendo una película que se ve favorecida por la comparación, ya que salvo la estupenda Magical Girl el resto de cine hecho en 2014 en España es irrelevante, Niños y vascos incluidos, y claro está, puestos así claro que destaca La Isla Mínima.

De lo mejor que vi en 2011 en su género. Es como "La Carretera", una road-movie por las tierras del terror; pero con chupasangres cabrones. Ojo, los puristas pueden encontrarle algunas peculiaridades vampíricas que chocan con ciertos esquemas. A mi personalmente me dió igual, y además ya se han visto transgresiones con peor resultado en películas recientes. Y me acuerdo de Priest.
Un buen trabajo de guión donde se desarrolla bien la trama y los personajes, curiosamente el actor protagonista Nick Damici se encargó de tal menester junto al director Jim Mickle, ayudante de cámara en esa estupenda película que es TransAmerica (2005), donde se plateaba otra road-movie extrema con personajes adulto-adolescente; pero desde una visión más tragico-comica.
Para los cinéfilos de la casa decirles que Kelly McGillis la abogada que defendia a Jodie Foster de sus violadores en Acusados y la amish de Único Testigo, hace un papel secundario lleno de matices patéticos.

Remake americano de un film noruego del mismo título (Imsomnia), ambas películas son interesantes aunque en mi modesta opinión el entorno donde se desarrolla la original de 1997, escrita y dirigida por Erik Skjoldbjærg, resultaba mucho más inquietante, un pueblo noruego situado casi en el Círculo Polar Ártico. Además, y al no haber estrellas rutilantes interpretando los personajes me metí más en la historia. Por otro lado en 2002 Nolan no había roto aún la pana batmaniana, venía de hacer la majestuosa y arriesgada Memento, y tuvo que adaptarse a los gustos timoratos de las distribuidoras (Warner y Buenavista) que metieron el hocico pensando en la taquilla.