Somnia. Antes de despertar

Lo mejor: la endereza que transmite el personaje de menor edad, tan imaginativo como la película misma, un coleccionista de bellas mariposas y repetidas adopciones que, pese a todo lo malo que ha sufrido, no se permite convertirse en víctima, aunque la razón de sobreponerse a las desgracias resida en el acopio de una fuerza mágica antinatura muy próxima al cine fantástico menos adulto, uno similar al de la sensacional Intruders pero con un enfoque más oscuro y tenebroso de la transformación de dolorosas pérdidas en dañinas obsesiones; la temática del siempre problemático insomnio, y más específicamente del denominado “sueño despierto”, originalmente tratada a través de grupales terapias, repentinos despertares y traumáticos recuerdos, resultando apasionante e inquietante como pocas; la senda que prosigue Mike Flanagan, al igual que ya hiciera en Oculus y en menor medida en Ouija, sus anteriores obras direccionales, de urdir una serie de efectos visuales y sonoros exigentes de la búsqueda del respetable para ser hallados temprana y plenamente, acaparando la atención del mismo por más que éste se oponga, y es que como bien se indica en la propia cinta “si suprimimos las emociones negativas... nuestro subconsciente encontrará una forma de procesarlas” y, de hecho, si las sensaciones son positivas la figuración de la interiorización se presume mucho más placentera.

Lo peor: la larga melena de Thomas Jane, antaño vengador de a pie en la intrascendental pero aceptable El castigador, tan larga como el tiempo requerido para afrontar ciertos duelos que la existencia humana propone, dotándolo de un aspecto descuidado e indígena, impropio de él; el marco pediátrico como punto de inflexión afectivo transporta al espectador a incursiones pasadas comparativa e infinitamente mejores a la presente, sea cual fuere el aspecto que se analice, y es que el largometraje que ocupa no termina de compactar todos los elementos recogidos de manera eficiente, siendo el desenlace, no obstante, claro, sencillo y aclaratorio, así como escrupulosamente ético e intensamente emotivo el trasfondo pese a desarrollarse demasiado remilgadamente; la discutible facultad actoral de Jacob Tremblay, quien merma al resto del reparto con su mediocre encarnación de un erudito en albergar poderes de mística índole y peligrosa corporeidad, alguien capaz de hacer posible lo inconcebible por maravilloso u horripilante que sea.

Daniel Espinosa
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Otra peli con niño aterrorizante. Este chavalín es una suerte de super humano cuyo súper poder es que cuando duerme sus sueños se convierten en realidad, lo cual puede ser gratificante si sueñas con comida o sexo o peligroso si sueñas con monstruos.

En esta ocasión, las bajas expectativas han sido una ventaja para verla porque luego no me ha resultado tan mala como esperaba. Es cierto que abusa de los sustos, que uno ya se espera antes de que ocurran, y de los picos de sonido, pero hay que admitir que funcionan.

Se agradece que no abunde en lo escabroso y podrá parecer que el final roza lo sensiblero, pero al menos es coherente con el resto de la trama y da una explicación bastante humana. Como puntos flacos quedarían la cara de palo de Kate Bosworth y el pelo estropajo de Thomas Jane. Por contra, Jacob Tremblay sigue siendo el niño actor más riquín del momento. Imprescindible escuchar su vocecilla en VO.

Arriesgado, intrigante, oscuro, sutil, poético, inteligente, emocionante y sorprendente thriller de terror psicológico que presenta y desarrolla la historia de un niño huérfano adoptado, cuyos sueños y pesadillas se manifiestan físicamente cuando él duerme.

Mike Flanagan, apuesta por una incursión en un relato de intereses e intrigas personales con notables dosis de suspense y emoción.

Cuenta con un tratamiento serio y estilizado de la imagen, con el que sus responsables, logran desarrollar una trama emocionante y poética.

La selección del reparto está a la altura del relato y cada uno de los diferentes personajes, presenta claros aspectos definitorios, que hacen comprender e intuir el desarrollo de algunas situaciones.

La presencia y labor interpretativa de: Kate Bosworth y Thomas Jane, hace que la producción tenga un efecto magnético, conquistando la atención del público por completo.

Entre los aspectos positivos a destacar, merecen una mención especial: la fotografía de Michael Fimognari y la música de Danny Elfman.

Puede que no tenga la fama de otras y que no cuente con unos grandes efectos especiales, pero me ha encantado y se la recomiendo por completo a la persona que pueda estar leyendo estas líneas que dejo por aquí.

Suspense, paranoia, terror y emoción, van de la mano hacia un desenlace inolvidable.

Somnia. Dentro de tus sueños, queda como un inteligente y emocionante thriller psicológico de intriga, que deja huella en el recuerdo.

Esta película de fantasía es una peculiaridad con una historia que combina el drama con el terror y el suspenso, dando como resultado algo que parece haber sido creado por Stephen King o Guillermo Del Toro. Al principio se trata de una película orientada a lo fantástico que luego se va tornando sombría. El enfoque de esta película es el pequeño Cody que por razones desconocidas nació con el poder de hacer que sus sueños se materialicen en la vida real. Algo que parece digno de un cuento de hadas, pero cambia cuando la pesadilla de Cody cobra vida. Lo que la película plantea es el concepto de los sueños, desde su lado más dulce hasta el más oscuro. Hay varios factores presentes en esta película y el principal suele ser que los sueños pueden ser una proyección de un recuerdo, ya sea presente o pasado. La espantosa criatura que aparece cuando Cody duerme, se puede interpretar como la manifestación de un trauma después de entender quién es esa criatura. En términos psicológicos, los monstruos que son creados por la mente de un niño suelen ser representaciones de una experiencia traumática de distintas clases. Lo que la película hace es presentar los sueños de Cody como manifestaciones de su psicología. Se podría decir que el terror de esta película es más bien un terror según la mentalidad de un niño. Es un concepto fascinante lo que la película presenta, aunque la idea del monstruo que es manifestado por el sueño de alguien es algo que se ha visto en un episodio de Shaolin Showdown. Plasma la idea de una manera bastante impecable y liviana, manteniendo algunos sustos y momentos de tensión. El pequeño Cody es una de las mejores cosas de la película por su interpretación y ser el centro más importante de la trama. Los efectos digitales brindas alucinantes secuencias de los sueños con momentos coloridos y momentos oscuros. La banda sonora compuesta por The Newton Brothers también merece crédito y más aún por contar con la participación de Danny Elfman. Before I Wake es una película de fantasía oscura que brinda una atractiva fábula de sueños bellos y pesadillas tenebrosas según la psicología infantil. Mi calificación final para esta película es un 8/10.

Si bien tanto trailer como primeros minutos de la peli te presentan una película de terror, al pasar los minutos se torna en una película mas bien de drama y fantasía pura, en otras palabras, no aprovechan la trama que prometía mucho mas.
La historia se desenvuelve en la perdida de una familia típica, intentando "reemplazarla" con la adopción de un nuevo niño llamado Cody, que no les lleva mucho tiempo darse cuenta que los sueños del tal Cody se manifiestan físicamente (como también sus pesadillas).
La trama de ahí en mas se convierte en un drama de una familia afectada por una perdida y repleta de fantasía, terror casi nada, y llena pero LLENA de "screamers" y de sustos fáciles, valga la redundancia.
En fin, mi nota es 5, ya que la trama mantiene al espectador atento y sacado sus propias conclusiones pero no es bien llevada la historia y el terror deja de ser el genero principal de la película, se convierte en una drama fantasioso.