Nazarín

Nazario es un sacerdote que se toma en serio el Evangelio. Tan en serio que, como Cristo, desata las iras de los hipócritas, de los mediocres y de los malos. Y, como don Quijote, otro Cristo a su manera, se va por el mundo a desfacer entuertos. En su "primera salida" provoca sin querer un conflicto entre jornaleros, pero ya antes se ha buscado la desgracia ayudando a una fugitiva. Su bondad despierta el amor de unas "santas mujeres", lo que da lugar a una reflexión sobre donde están los lindes entre lo pasional y lo sagrado. Y todo esto va sucediendo en un México que se parece enormemente al descrito por Juan Rulfo en Pedro Páramo. Incluso los fotogramas tienen mucho que ver con su obra fotográfica. Pero es una novela de Galdós la base argumental. Lo mismo ocurrirá con "Viridiana", rodada dos años después. En ambas películas desarrolla Buñuel ese nihilismo suyo que mira ácidamente la caridad por ingenua e inútil. Nazarín lo da todo y solo recibe a cambio desprecio. Sus buenas obras solo traen a la larga problemas. El tono de la película es de un realismo simbólico con algún personaje extravagante, como ese enano que da a la historia un punto entre cómico y trágico. Es muy destacable la presencia de un Paco Rabal en el papel del protagonista, al que dota de una expresividad llena de matices. Los demás cumplen sus papeles, dando vida a unos personajes que tienden a lo estereotipado.

NAZARÍN (1959)
77/100

La encrucijada entre lo divino y lo humano le permite a don Luis Buñuel pararse una vez más y meditar (esta vez de forma más contenida, sin apoyarse en exceso en pilares surrealistas) sobre algunas cuestiones que exceden lo religioso.

La moral es, a veces, una pesada carga que, como peregrinos de la vida, todos llevamos al hombro; unos de manera más liviana que otros.

Y luego está él. Luego está Nazarín.

https://letterboxd.com/cautivodelmal/

La película cuenta la historia de Nazarín, un hombre que sigue su concepto del cristianismo y actúa consecuentemente, de la misma manera que dos mujeres le siguen a él como si fuera un santo. Su comportamiento genera problemas a los demás y también a sí mismo, que termina detenido junto a unos criminales pese no haber hecho nada más que llevar una vida cristiana. Todo esto lo cuenta Buñuel detalladamente y entonces llega al final que apenas dura unos segundos, en los que vemos tambalearse de pronto las convicciones de nuestro santo. Aunque es obvio que Buñuel no comulgaba con las ideas de su protagonista, a mí no me parece una película anti nada, sino más bien la historia de una vacilación.

Si no me equivoco, fue su primera adaptación de una novela de Galdós. Es el fondo muy española, pese a estar espléndidamente adaptada en México. Hay una cosa que apenas se menciona acerca de las pelis de Buñuel: lo bueno que era técnicamente. Una peli realmente buena.

Película increíblemente buena, critica a la iglesia y sus métodos, sobre todo a la caridad cristiana.

Las constantes críticas de Buñuel a la iglesia y a la sociedad son muy sutiles, ya sea en el ángel exterminador o en los olvidados, las crítica siempre va fundamentadas.

La imagen de Jesús en el cuarto es impresionante, no la puedo olvidar, me causo un pavor impresionante.

Cada día que pasa, Buñuel se hace más y más inmortal.

No se puede agregar mucho a esta obra maestra, ya todo está dicho, solo que es altamente recomendable al igual que Viridiana

Nazarín de Luis Buñuel, es un drama basado en la religión. Dirigida con un ritmo paulatino, y con mano experta y personal del genio Buñuel, realiza un trabajo impecable y correcto, que va de menos a más, lejos de su surrealismo habitual, solo sobriedad, drama y religión.
La fotografía, en blanco y negro, exalta la pobreza y la miseria, siendo alusiva a la trama, y con un gran trabajo en el uso de los claroscuros. La música, prácticamente brilla por su ausencia, al solo usarse unos tambores al final. Y los planos y movimientos de cámara eso sí, se trabajan de modo acertado con primeros planos, y planos detalles de lo que el director quiere exaltar.
Las actuaciones, son naturales y convincentes, con un Francisco Rabal notable y apropiado, un gran papel sentido y espléndido de Marga López, y espontánea con personalidad Rita Macedo. Con vestuarios y caracterizaciones humildes y carentes, sugerentes al lugar y momento en cuestión, con decorados también, muy modestos y oportunos.
El guion, escrito por el mismo director junto con Julio Alejandro, de la novela de Benito Pérez Galdós, es conmovedor y cercano, con un mensaje en su interior, dando crítica al clero que no se dedica, a lo que se supone que es su labor, cuyo caso no es el de Nazarín. Usando para ello, una narrativa afable, sencilla y modesta, que gusta escuchar por su llaneza.
Por lo que, la considero una obra excelente, emotiva y enternecedora, por tener los detalles justos sin florituras ni excesos, solo una historia triste y encantadora. Digna y notable obra del inigualable Buñuel, lejos del surrealismo y sexualidad habitual en sus obras.