El caminante

Así defino esta película de culto de los años 80, porque sin duda alguna tenemos a uno de los asesinos en serie mas despiadados en la historia del cine.

Rutger Hauer vaya actuación, es escalofriante ya solo verle a los ojos, su cinismo, la manera de expresarse, lo perverso al planificar todos sus crímenes para atormentar al protagonista, es sin duda uno de los slashers ochenteros mejor realizado, el trabajo de fotografía impecable muy bueno, un road movie con muy buenos paisajes, un asesino enserie perverso y manipulador, juegos mentales y policías personificando les como personas torpes que actúan por instinto nada mas, algo típico de este genero, un thriller exquisito de principio a fin, mi calificación 8.1.

"The Hitcher" es una road movie televisiva que con el paso del tiempo ha ido siendo reivindicada por un sector del público hastiado de lo políticamente correcto y argumentos predecibles. Incluso ha contado con una espantosa secuela y un más que olvidable remake con Sean Bean.

"Carretera al infierno" nos presenta a un incauto conductor que, como chico de los recados, tiene que llevar un coche a través de los desolados parajes de Texas hasta California. Durante el trayecto, se topa con un misterioso autoestopista, (Rutger Hauer) que ya desde el minuto 0 pisa el acelerador sin límites: no sabemos quién es, ni sus propósitos ni por qué hace lo que hace pero su presencia es inquietante y sus actos implacables.

La película es un continuo viaje de persecuciones y violencia aderezada con toques de thriller, (no sabemos por qué actúa así ni la obsesión del misterioso autoestopista pero nos atrae su brutalidad)

Con algunos agujeros de guion y situaciones absurdas, la película no es un clásico pero sí un ejemplo de cómo hacer buen cine de acción sin ser políticamente correcto.

Lo dicho... Haz caso a mamá: y nunca recojas a un autoestopista.

Una cinta de suspense cuya mejor baza es el personaje antagonista encarnado por un brillante Rutger Hauer, que ya sabía manejarse en este rol en Blade Runner. Sin duda, el atractivo y la atención del film pivotan en él y sabe dotarle de un carácter siniestro. No ya en sus expresiones dramáticas sino también en la ejecución de los diálogos.

Desde el comienzo de la película, asistimos a una sucesión de escenas en las que el protagonista se siente cada vez más acorralado. Es una sensación parecida a la que pudimos ver en El diablo sobre ruedas de Spielberg solo que pudiendo ver al perseguidor y sin demasiada carretera.

Por lo demás, una cinta con el sabor ochentero del que muchos somos admiradores y que no defrauda, demostrando como con un presupuesto ajustado y sin fuegos de artificio puede componerse una obra de intriga y con tintes de thriller muy interesante.

Esta película deja un sabor agridulce. La primera media hora es buena para lo que se espera de una historia de suspense con un planteamiento original , pero posteriormente decae notablemente convirtiéndose en una película en la que se encadenan situaciones poco creíbles que hacen que vayamos perdiendo interés según avanza la trama.

El psicópata, bien interpretado por Rutger Hauer, aparece y desaparece de forma casi sobrenatural persiguiendo a la pareja protagonista en todo tipo de situaciones, y lo que es peor, sin una motivación aparente que explique su obsesión.

A pesar de ello, la película se deja ver, entretenida , y tiene su mérito que mantenga ese nivel con pocos medios, siendo claramente una serie B dignamente dirigida y protagonizada por sus actores principales. ¿Película de culto en las road movie? En mi opinión no, por lo comentado no puede llegar a ese nivel, estando muy por delante en esa consideracion tanto la mítica el diablo sobre ruedas, de Spielberg, en la que indudablemente se inspira ,o la original y poco conocida Vanishing Point( punto límite cero).

"Carretera al infierno", debut en el largo de Robert Harmon —y seguramente la obra más relevante de su inane filmografía—, es un thriller psicológico con aires de atípico western, un poco en la línea de "El diablo sobre ruedas" (Steven Spielberg, 1971), solo que dejando aparcados en doble fila chasis y motores.
Jim Hasley transita en coche por las áridas y solitarias carreteras de Texas. En un momento dado, y para intentar sobrellevar el incipiente sueño que le embarga, recoge a un autoestopista. Craso error. Este sujeto es un psicópata y la pesadilla de Jim no ha hecho nada más que empezar.
Así desarrolla Robert Harmon "Carretera al infierno", un film al que le falta malicia y al que la ausencia de carisma de su protagonista, un C. Thomas Howell que físicamente parece la versión joven de el Rubius, hace que al final vayamos más con el malo malísimo de la función, el gran Rutger Hauer, que con él. Para intentar reforzar el poco liderazgo del protagonista te meten con calzador el personaje de Jennifer Jason Leigh, cosa que, no solo no funciona, sino que debilita la labor de guion.
En resumidas cuentas, aun con defectos "Carretera al infierno" tiene sobrados motivos para ser una de las más icónicas cintas ochenteras.