Nadie vive

Terminando de ver “No One Lives” (2013) de Ryuhei Kitamura con Luke Evans, Adelaide Clemens, Lee Tergesen, Laura Ramsey, Lindsey Shaw, America Olivo, Derek Magyar, entre otros. Película de acción y terror, que sigue a una peligrosa banda de criminales; el giro llegará cuando secuestran a una pareja, donde el hombre, que no tiene nombre propio, y que puede ser cualquiera en su situación, resulta ser un despiadado, sádico y experto psicópata. La película no llega a los 90 minutos y pone la carne en el asador, literalmente nunca mejor dicho, pues la sangre no tarda en aparecer. La historia tiene un ENORME hoyo argumental: ¿Quién o qué es el asesino? Los motivos no quedan claros, y el “modus operandi” de secuestros y sus justificaciones tampoco, más allá de título en que “ninguno queda con vida” que al final rompe la regla. Las escenas de acción y muertes sádicas son brutales y gráficas, pero no aportan nada en la trama, más que saciar de “gore” al espectador. La dirección es buena, pues no decae la tensión en ningún momento, así como los efectos especiales visuales son bastante realistas. Del reparto, solo destaca el villano “bueno” Evans, y el villano “malo” Derek Magyar, los demás son solo “carne de cañón” para el villano “bueno” El gran problema de la película, es que nada explican de este “Rambo”, es acaso un ser sobrenatural, un veterano de guerra con graves problemas… o es un asesino en serie muy metódico… No se sabe de su mitología, que pudo ser memorable. Y es que “no me falta emoción; simplemente lo proceso de manera diferente”
NO RECOMENDADA
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas.
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Nadie vive, constituye un macabro y siniestro divertimento del director, Ryuhei Kitamura, para dar rienda suelta a toda una amplia galería de crimen y violencia, inundada por la sangre de los protagonistas.
La película se apoya en una premisa forzada, donde un grupo de malhechores se encuentra con una famosa desaparecida por la que esperan cobrar recompensa, pero el beneficio que obtendrán puede que no sea lo esperado por ellos. Ryuhei Kitamura embarca al espectador en una trama donde todo vale y donde lo mejor es no plantearse demasiadas cosas, dejándonos llevar por las corrientes de sangre y violencia a un entretenimiento pasajero, donde los pies y las cabezas no tienen por qué ir unidas al cuerpo del argumento.
La película es una fiesta de violencia y sangre, donde brilla con luz propia el protagonista, Luke Evans, encarnando a la estrella especial encargada de poner y pinchar la música a la que bailaran los cuerpos desmenuzados de los personajes secundarios. Es una cacería letal que ofrece un estimulante giro de guion, donde los cazadores pasan a ser la presa. Un punto donde el espectador pasa a disfrutar de todo lo que les ocurra a los malhechores.
Las interpretaciones no son nada del otro mundo, lo más destacado es la labor de Luke Evans, que logra llenar la película con su perversa presencia, haciendo que cada plano que protagoniza se convierta en un instante asombroso y deslumbrante. No hay que darle muchas vueltas a la cabeza, lo mejor es dejarse llevar por el descontrol y disfrutar de este extraño entretenimiento, donde la violencia y la locura se convierten en auténticos protagonistas. El director sabe tomarse con humor y ligereza el argumento, logrando ofrecer un trabajo fresco y entretenido que no deja espacio para el aburrimiento. Un entretenimiento morboso, donde logra jugar con el misterio y el terror, manteniendo al espectador pegado a su asiento.
Nadie vive es un claro producto de serie B, pero no decepciona y ofrece lo que se espera de ella: sangre, acción y terror. Un buen combinado para pasar un buen rato.

Pues eso, es una película normal de «search & destroy» tipo slasher pero con acción de por medio, no tiene mucho más. No sabía hacía dónde iba porque no sabía de qué iba ya que la sinopsis no la leí pero los pocos detalles que daban al principio por lo menos me resultaron interesantes. Cuando le quedaba media hora para terminar del interesante pasó al pasable, una película como otra cualquiera que no tiene nada de especial pero que al menos aburrida no se hace.

El director debe de ser alguien famoso porque ese apellido suena al típico director asiático, no sé si japonés, que tiene cierta fama en su país y le dan la oportunidad en Estados Unidos. Ya lo comprobaré con su filmografía. Por lo demás, los actores bien y eso, conozco a Lee Tegersen, a Derek Magyar de una película de temática homosexual que vi hace tiempo y cómo no a Luki Luki Luki.

No entiendo cómo esto ha podido ir a Sitges.

Pero empecemos por el principio. Yo no sé si el simple asesino en serie debe considerarse como género de terror. Mi opinión es que para que sea así debe contar con algún elemento sobrenatural. De lo contrario no deja de ser un thriller pasado de rosca. O más bien entraría en un género propio que podría ser el slasher. En cualquier caso lo que tenemos en "Nadie vive", veamos si el título es un spoiler o no, es una del director japonés Ryuhei Kitamura, del estilo de "Scream" (1996) y sucesivas entregas, pero sin apenas intriga. Aunque ya que estamos, la película tiene algún parecido también con "Acorralado" (1982).

En fin, el film podría estar bien y a pesar de sus defectos, personajes bobos, momentos que no cuelan, desenlace flipado y hasta algún gazapo, no se hace aburrida. Al principio Kitamura trata de sorprendernos con un arranque más o menos original pero la sorpresa, que explota a los 20 minutos de metraje, es que la había adivinado a los tres, así que no ha colado. Bueno, en realidad todo el largometraje es de lo más previsible, para qué os voy a engañar. Dicho lo cual mis mayores esperanzas están en que la preciosa Laura Ramsey (aquí de morena), es decir, Betty, salga con vida de esta carnicería. (SPOILER).

Una banda de atracadores roba el coche a una pareja y descubren a una chica atada en el maletero. Al enterarse de que existe una recompensa por ella se frotan las manos, pero sus secuestradores no la querrán perder tan fácilmente.

La chica resulta ser la única superviviente de una matanza en la que tiempo atrás asesinaron salvajemente a 14 estudiantes. Con este dato te puedes imaginar el nivel de locura que te vas a encontrar.

En contra se le puede achacar la excesiva oscuridad, típica del género para que no sea todo tan explícito.