Malas tierras

La verdad creo que Terrence Malick con ésta película parecía vendernos a una especie de rebelde romántico como Dean pero me temo que al director el protagonista le produce vómitos y muestra como la asquerosa sociedad de la época encarcelaba pero elevaba a nivel de estrella del rock a engendros y eso es lo que en cierto modo nos quería enseñar. Este film tiene mucha miga y critica a esas generaciones de "hago lo que me sale de la polla" y luego salgo en la tele, ¿no hay unos cuantos de estos en gran Hermano?. Si, ya no matan ni secuestran y demás pero tu eres una puta y yo pernoctaba con jugadores del Madrid y telecinco me paga un pastón por hablar mierda, ¿cualificación para trabajar? ¿cualiqué? si acabo de firmar para ir a la isla de los famosos déjate de palabras raras.

Los Kit de antes los Kit de ahora, pffffffff, las modas y los modos cambian pero las características son las mismas, parásito social se las ingenia para "triunfar" y los medios y las masas ponen sus ojos en ellos. Travis Bickle podría acabar con todos estos y que luego se suicide y todos contentos; yo sigo esperando esa lluvia torrencial que limpie..........

Sorprendente film que supuso el debut de Terrence Malick en la dirección, un realizador que apenas ha hecho cuatro películas en treinta años. Su trama, también escrita por él, narra las desventuras de una pareja de enamorados que cometen todo tipo de asesinatos en su huida de la policía por el estado de Tejas.

Resulta muy digno y halagador que un film con una premisa tan simplista pueda dar tanto de que hablar. La curiosidad de la cinta reside en el carácter de sus protagonistas, dos jóvenes sin ningún tipo de sentimientos y sin ninguna ambición. En resumidas cuentas, unos personajes completamente planos, tanto que llegan a rozar lo absurdo y grotesco.

La odisea de estos jóvenes comienza con el asesinato del padre de ella por él, debido a su desagrado de que mantengan una relación amorosa. A partir de ahí, la pareja emprende una huida donde se cruzan con personajes que irán matando y se meterán en situaciones cuyas formas de ser resueltas y el modo en cómo reaccionan resulta del todo inaudito.

Esa rareza reside en la carencia de valores y de sentimientos de la pareja. Sus reacciones son vagas, sus impresiones y creencias se asemejan a las de un crío pequeño, y, sus métodos, sangrientos y violentos carentes de sentido alguno.

Tanto Sissy Spacek como Martin Sheen resultan muy convincentes, consiguiendo unas actuaciones absolutamente planas, no en vano, ese es el objetivo del film, mostrar la carencia de sentimientos hace toda forma de vida. La pareja se comporta sin ninguna ambición, sin motivos y con un modo de ver las cosas que a más de uno les dejará helados y confusos. Una tremenda reflexión a la carencia de valores en la sociedad, reflejada aquí en un par de asesinos inmutables ante sus actos y sin motivación o ambición alguna.

Salvo que Malick pretenda mostrar que los estados unidos está poblada por botarates sin cerebro, lo cual se demuestra en cada fotograma, es un disparate. Pretenciosa y aburrida, todos los personajes parecen lobotomizados. La fotografía se salva. Algo es algo.La banda sonora es denunciable. Y los dos protagonistas principales no tienen un pase, sobre todo la pecosa. Un papelón.

Impresionante debut el de este director al que vemos tan de uvas a peras. Punto de partida, la América profunda, la de esos pueblecitos polvorientos unidos por kilómetros y kilómetros de desérticas carreteras. En uno de ellos, dos jóvenes conocerán el amor -o el concepto que de él tienen- por primera vez. Él, de mirada tranquila e inescrutable; ella, de cándida inocencia subrayada en sus ojos azules. Se miran, y como polos opuestos quedan unidos de por vida. Una vida, la verdad, bastante perra... para bien y para mal, pues siempre hay algo que rescatar de entre las ruinas.

El que busque respuestas para lo que ocurre en pantalla no las hallará. Y puede que esto llegue a cabrearle. Yo le sugiero que se deje llevar por esa música de xilófono que huele a añejo y a recuerdos sin referente al que agarrarse, que evoca a una vida apresurada, improvisada sobre la marcha entre mapas repletos de palabras incoherentes y cielos nubosos que se expanden más allá del horizonte. Qué belleza hay en sus imágenes. En su apariencia calmada aun a pesar de los disparos. Qué belleza en la pureza y simplicidad con que queda todo retratado, sin alardes, sin rodeos; todo es narración y presentación de personajes.

Y nada más. Y nada menos. Todo y nada, señores. Que disfruten con el viaje.

Mal va a acabar esta moza con este chulito, pensé nada más verlos. Luego dicen que ella tiene 15 años y él 25, diferencia de edad que hoy día le podría costar la cárcel si no estoy mal informado. De todos modos, Martin Sheen andaría sobre los 32 y Sissy Spacek, cerca de cumplir los 22. Aún siendo grave esto, lo es mucho más el comentario que le suelta el chico a los pocos minutos: "deberíamos aplastarnos las manos con esta piedra para así acordarnos de lo que ha pasado hoy siempre". Huye, porque sólo un pillado de la cabeza dice estas cosas. Claro que ella también parece tonta. Le pasa lo que le pasa y le da exactamente igual (SPOILER). Ridículo. Así, tal para cual.

"Malas tierras" parte de un hecho real pero en lo demás el novato detrás de las cámaras Terrecence Malick se muestra escasamente convincente. Formalmente la película no tiene mala presencia, en especial los paisajes y la fotografía, pero la capacidad para hurgar en los personajes, que son incomprensibles, es nula. Los vemos hacer trastadas, decir bobadas y hacer el memo pero ya está. El director se mantiene al margen pero lo que nos queda es un canto al nihilismo y al sin sentido. No es ni drama, ni thriller, ni romántica, ni nada, sino sólo la historia de dos majaretas.