Gemelos

Siempre me ha sorprendido la baja estima de esta genial película entre la mayoría de críticos. ¿Acaso no se dan cuenta que el personaje de Schwarzenegger supone la figura del superhombre de Nietzche? ¿Es que hay una forma más divertida de explicar al gran público un filósofo alemán del siglo XIX?

El incomparable Danny DeVito es el hermano gemelo de Schwarzenegger y... sí, sí, vuelvan a leerlo que no me he vuelto loco. ¡Estos dos señores son gemelos! ¿Pueden creerlo?... Como decía, Devito pone el humor canallesco y Schwarzenegger aporta la sensibilidad, la sabiduria y la inteligencia. De esta forma, se rompe por primera vez el tópico que dice que un hombre musculoso siempre ha de ser tonto. Antes de hacerse esta película, los personajes como DeVito solían ser los inteligentes mientras que los cachas no tenían cerebro pero Ivan Reitman le da una revolucionaria vuelta de tuerca. En fin, ¿qué puedo decir de esta inmortal película? Es realmente divertida. Arnie demuestra que es un grandísimo actor y que combina la acción y la comedia mucho mejor que cualquier persona viva. Cuando quiere, parece un niño inocente y a la vez sigue siendo un héroe de acción y reparte leña.

Los gemelos suponen un extremo de la personalidad de la mayoría de personas. Arnold es culto y teórico y DeVito es práctico y un vivales. Durante la película ambos acaban aprendiendo del otro y completándose como personas. Uno no puede vivir sin el otro. Sin duda un símil al ying-yang.

A modo de anécdota diré que Quentin Tarantino, que como es bien sabido es un fanático del cine, cogió los nombres de los protagonistas de esta película Julius y Vincent y los adopta para sus célebres matones de Pulp Fiction.

Fué Arnold Schwarzenegger quien se presentó al director Ivan Reitman argumentándole que él podía llegar a ser un Cazafantasmas, hubiera sido realmente curiosísimo ver a Arnold junto a Bill Murray, Dan Aycroyd, Harold Ramis y Ernie Hudson atrapando fantasmas pero Reitman apoyó al roble austriaco en en el deseo de ofrecer al público su cara más cómica cuando el actor se encontraba en la cresta de la ola del cine de acción, el empeño del inmenso austriaco de ser un comediante se cristalizó en este film con ese Julius Benedict intelectual, fortachón pero bobalicón, e inexperto fruto de un experimento genético del que surge el defecto en forma de gemelo enano,deforme sinverguenza y embaucador con el cuerpo y la energía de ese pequeño gran actor que es Danny de Vitto. Los dos actores financiaron de su propio bolsillo la película de la que aún hoy están recibiendo beneficios. Los gemelos golpean dos veces es una divertidísima comedia en la que SCHWARZENEGGER saltó al vacío arriesgando en un género en el que el público podía haberle dado la espalda, pero que satisfactoriamente tuvo la efectividad suficiente para convertirse en una comedia estandarte en los 80. Ver a unos gemelos imposibles bailando, ligando e interactuando juntos es una una agradable satisfacción muy cañera y simpática. La dirección de Reitman, el arrojo de Arnold y la picaresca de de Vitto son una curiosa mezcolanza de colegas moldeando una atractiva comedieta que hace posible que un roble y un matojo formen un bosque de humor maravilloso y entrañable. Todavía albergo la esperanza de que se haga una segunda parte a la que se uniría previsiblemente el alocado genial de Eddie Murphy y que respondería al título de: TRIPLETS.

Memorable comedia a lo buddy movie protagonizada por unos Schwarzenegger y DeVito bastante alejados de sus papeles habituales, pero con inconfundibles guiños. Para el primero, no había incurrido anteriormente en una comedia y es cuando se inicia su participación en varias cintas de humor. Pero ni la nefasta Junior ni Poli de Guardería tuvieron el mismo éxito comercial que ésta. Aquí se ve a un Arnold forzudo y algo bestia cuando se enfada, pero muy cándido e inocente. Mientras que DeVito es el sinvergüenza, mujeriego y el responsable de que la pareja de sorprendentes hermanos se meta en líos.

La película tiene humor, pero también escenas de acción y algo más adultas que tratan de suavizar un poco el tono básico de cine familiar. Aún así, la cinta es para todos los públicos porque no existen escenas ni de violencia ni sexo explícito. Son más los momentos emotivos, especialmente los relacionados con la amistad y en menor medida los sentimentales y de pareja. En este segundo caso, son tratados de forma más simple y forzando la química con bastante previsibilidad. Por el contrario, el choque de personalidades entre los hermanos resulta más electrizante, con diálogos que arrancan risas pese a lo burdas de algunas situaciones.

...entre las rarezas de la informática, u ofimática, no existiese “el corta y pega” y hubiese tenido que escribir el apellido de uno de los protagonistas de esta película, Arnold Schwarzenegger, con el solo ingenio de la memoria. En cambio el de su compañero de reparto, Danny de Vito, osé hacerlo a palo seco gracias a su ascendencia italiana.

Jamás habría escrito esta reseña si no fuese porque fui a ver este largometraje gracias a la confianza que me ofrecía Ivan Reitman como director de comedias ya que tanto me divirtió en “Los cazafantasmas” (1984) y en “Peligrosamente juntos” (1986).

Jamás habría escrito esta reseña si me hubiera decidido por no ver esta película debido a mis prejuicios hacia la presencia de Schw… del actor austriaco en ella, al entenderle negado para la comedia aun cuando pensase que su contrapunto, De Vito, siempre acierta con ella.

Jamás habría escrito esta reseña si no me hubiese tronchado con esa cara de tonto que el actor austriaco pone en tan distintas y tan estúpidas situaciones, hombre; ya sé que no es Cary Grant pero el tipo lo intenta con ganas, evidentemente con tan dispar resultado, menos mal que De Vito no precisa de muecas para hacernos reír.

Jamás habría escrito esta reseña si no me dejase seducir, a veces, por ese cine comercial tan denostado pero que de tantas tardes aburridas me ha salvado, que da tantas preocupaciones por un rato me ha evadido o si no hubiese aprendido a mandar los complejos al carajo.

Cerca de 20 años (y otros 10 desde que estrenase la última) Arnold vuelve a la comedia de la forma más conmemorativa posible: haciendo casi la misma película que no pudo catapultarle al Olympo... sino traerlo desde él.
El mismo gigante bobalicón y bonachón con cierta condición especial -en esta ocasión científica, no mitológica- aterriza en una gran ciudad donde sentirse perdido al descubrir el gran sueño americano -cambia NYC por L.A.- para materializar el deseo de conocer por fin su hermano gemelo, Vincent (Danny DeVito), tan liante, chusco y buscavidas como grande e inocente es su superdotado "hermano". DeVito no desempeña un rol alejado en bastantes aspectos del del cómico Arnold Stang -Pretzie en 'Hercules en New York- metiendo a su protector en varios follones, también, con gangsters y sicarios que, comparados con lo que estaba acostumbrado, no dejaban de ser una minucia para un Schwarzenegger en modo relajado, divirtiéndose y comportándose como un adorable armario atolondrado:
"- ¿Eres alérgico a algo?
- No, ¿por qué?
- ¡Tienes el cuerpo lleno de bultos!"
La sana rivalidad entre Stallone y Arnold en los 80 se salda con una simpática pulla frente a un poster de Rambo poco después de que se tropiece con DeVito frente al teatro chino estrenando 'Willow' (ese guiño no es a Schwarzenegger).
Como la dupla de sex symbols (con el mismo ADN que una Heather Graham testimonial) que son, Vincent y Julius pillarán cacho con las dos hermanas Chloe Webb ('Sid & Nancy') y la añoradísima Kelly Preston.
Como a James Cameron o John McTiernan en los blockbusters de acción, Arnold Schwarzenneger encontró una brújula con la que navegar en repetidas ocasiones en el género con Ivan Reitman, lo que, por desgracia, no podrá producirse por quinta vez -si contamos un cameo en 'Dave, presidente por un día- por una razón obvia. Aunque dejarían su buen puñado de clásicos para disfrutar preferiblemente un domingo por la tarde.
De hecho, ahora que lo pienso, Ivan Reitman es el tipo que más veces ha dirigido a Arnold junto a James Cameron.