Haz click aquí para copiar la URL

Robin Hood

6.8
21,289
Animación. Aventuras. Infantil La popular leyenda de Robin Hood es revivida mágicamente por Disney. La diversión y el romance aparecen por doquier cuando Robin Hood, el héroe espadachín del Bosque de Sherwood, se desliza de aventura en aventura con su valiente ayudante, Little John, y su desternillante banda. Su objetivo es vencer al malvado príncipe y su ayuda de cámara, Hiss, que tienen atemorizado al pueblo a base de injustos impuestos. (FILMAFFINITY)
<< 1 2 3 4 5 >>
Críticas 24
Críticas ordenadas por utilidad
21 de abril de 2010
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Soy uno de esos tipos sosos y aburridos que se escaquea en cuanto puede y al que le va la rutina. Por eso cada vez que las asquerosas fiestas colegiales asoman por el calendario, me desespero hasta límites insospechados. Son siempre la misma puta mierda, el baile de cada puñetera sección es siempre el mismo cambiando dos chorradas, y por supuesto no hay año en el que en los bailes no salgan por lo menos cuatro veces los Bee Gees cantando Staying Alive para que los de 1ºA y los de 3ºC se acusen mutuamente de copiones. Este año, en un alarde de originalidad, se les ocurrió hacer en Bachiller hacer el baile sobre Disney, que sólo se habrá hecho diecinueve de los últimos veinte años. Y a uno no le queda más remedio que ver durante media hora (más ensayos y demás) a la gente bailando al son de música moñas, a toda la galería de infumables principes y floreros (perdón, princesas) que nos ha dado la Walt Disney en los últimos setenta años. Y aunque este año se les ha ocurrido la buena idea de poner a Mary Poppins, y aunque salga la maravillosa escena de Alicia y su “¡Feliz no cumpleaños!” no dejo de pensar que es terrible que ningún puñetero año se dignen a hacer un baile con la mejor película que la excrementosa animación de Walt Disney nos ha dejado.

Un Robin Hood que te mola desde la primera vez que lo ves, mucho más pícaro, más cercano, incluso diría más carismático que cualquier asqueroso principe que haya hecho disney, un oso llamado Little John que es un cacho pan, y la historia de amor mucho menos empalagosa y moñas que cualquier otra. Una serpiente supercómica, y un león sherrif con malas pulgas y ridiculizado hasta el extremo son también otros personajes destacables. Por supuesto, mencionar el fantástico concurso del tiro con arco, y un final maravilloso. Lo dicho, que ellos se lo pierden.
Kiwo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6 de noviembre de 2015
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Disney ha perdido gran parte de su encanto. Casi todo su encanto. Si hay algo que critico en la animación actual es que todos los dibujos son iguales. Y no me refiero a las temáticas, que también, sino al estilo artístico de cada animación. No importa que sean animales o cosas, de hace diez años o de dos: son las mismas formas, los mismos gráficos, los mismos colores, los mismos modelos. ¿Será que el ordenador limita la imaginación? ¿Será que nos volvemos cada día más perezosos? ¿Será que tenemos menos talento?

Disney lanzó en 1973 la versión animada de Robin Hood, ese ladrón bueno que roba a los ricos para darle a los pobres y del que muchas veces se nos olvida que es un noble que cae en desgracia por las injusticias del rey usurpador Juan y sus servidores. Si el Robin Hood humano será para siempre Kevin Costner, el Hood animado será este atractivo zorro de espesa cola y pelo naranja. Sus amigos y seguidores son toda clase de animales preciosos, entre búhos, conejos, perros, osos y tejones, y por supuesto su amada Lady Marian que, por muy mal que suene, es una zorra guapísima. Los títulos de créditos iniciales son maravillosos, así como toda la animación. Un colorido vivo y amplio, unos movimientos gráciles y unos rostros expresivos hacen de «Robin Hood» una película bonita de ver y que servirá de diversión y disfrute a toda la familia. Los momentos de acción son trepidantes, con un torneo de arco inolvidable y una recta final de gran emoción en la que Robin siempre demuestra más ingenio que fuerza.

Un gustazo.
Kaori
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
31 de octubre de 2015
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Habiendo tantas y tantas versiones de todos los colores, desde las muy buenas hasta las muy malas, del popular arquero inglés que lucha contra Juan Sin Tierra, Robin Hood, no podía faltar la adaptación en dibujo animado y para más lujo, de la mano de Walt Disney. Aunque más que Robin Hood, habría que decir Robin Fox porque la particularidad de esta película, que sin ser de las más exitosas de la compañía del ratón, ya sabéis la crisis desde finales de los sesenta hasta la "Sirenita" (1989), pero que al menos logró colarse en el top ten de las más taquilleras en Estados Unidos, funcionando también bien en el resto del mundo, como decía su particularidad es que está protagonizada por animales, lo cual aunque muy habitual hoy en día entonces no lo era demasiado.

Para Disney, Robin Hood es un zorro, Little John un oso, el príncipe Juan un león y así con el resto. Hay que decir que todos los animales son muy graciosos, incluso los malos, ese cocodrilo es hasta mono, pero la que se lleva el gato al agua es la pareja de zorritos, el apuesto Robin Hood y sobre todo, la hermosa princesa Marian. De todos modos, confieso mi especial predilección por este cánido rojizo, símbolo de inteligencia y habilidad, presente en infinidad de relatos tradicionales o dibujos animados y con un bagaje mágico-folclórico, el kitsune japonés, de agárrate y no te menees. Ahora bien, termino por aclarar que Robin Hood no era un simple forajido que robaba a los ricos para dárselo a los pobres, sino un noble fiel al legítimo rey, Ricardo Corazón de León.
Reaccionario
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
17 de septiembre de 2010
9 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adaptación de la leyenda del bosque de Sherwood por Disney (una vez ya muerto éste), en una película que no se cuenta, ni de lejos, entre las mejores de la factoría. Resulta una película de animación plana sin nada relevante, sin personajes animados memorables, un film meramente entretenido y suficiente. Demasiado poco para lo que es capaz de hacer Disney en muchos casos.
kafka
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10 de agosto de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde siempre el personaje de Robin Hood ha tenido un papel que se podría definir como políticamente incorrecto, por la carga social que comporta la propia historia (totalmente mitificada en su mayoría) sobre la que se cimenta su leyenda. Y es que por más que se la modifique o se introduzcan cambios en ella, no deja de ser el cuento de un grupo de bandidos que se dedican a robar a las clases privilegiadas para dárselo a los más pobres. Y eso, es lo que también puede verse en la versión que realizó en la década de los años 70 la compañía Disney, con la producción animada de Robin Hood (Robin Hood, 1973) y bajo la dirección general del no menos mítico director Wolfang Reitherman (responsable de varios de los clásicos Disney de los años sesenta). A pesar de que la película se ha considerado como una obra menor, lo cierto es que se trata de una de las cintas más divertidas de dicha década, y si bien quizá tiene una estructura demasiado endeble, es una pequeña joya a redescubrir, especialmente para los más pequeños de la casa.

Pero pensar que Robin Hood es una película exclusivamente dirigida al público infantil sería un error, y como ya hemos comentado, hay diversas lecturas en ella. La película se divide en tres actos bastante diferenciados. En la primera parte tenemos la presentación de los personajes, la comunidad de ladrones que vive en el bosque liderados por el zorro Robin Hood. También se presenta el malvado usurpador Juan sin Tierra (que en la versión original está doblado por Peter Ustinov, una de las grandes bazas del filme), que se ha aprovechado de la marcha del rey Ricardo a las cruzadas para hacerse con el trono. Sus medidas crueles ponen al pueblo en su contra, pero hace oídos sordos a las súplicas de sus siervos. En esta primera parte la película consigue un buen arranque, por su interesante retrato de Hood y su comunidad animal de Sherwood (que en parte está animada con una pegadiza música que compone George Bruns).

La segunda parte del filme se centra en el concurso de tiro al arco, donde la película explota más correctamente su vena de acción (Hood es descubierto y los emisarios del rey tratarán de capturarlo mediante la fuerza, lo que desencadenará una serie de escenas de persecución típicas del género ). Desafortunadamente, el tercer acto del filme es una reiteración y continuación mucho más inane de esta segunda mitad.

La figura del príncipe Juan (apodado sin Tierra) aparece retratada de manera muy sibilina. El rey, que tiene forma animal de león (el animal por antonomasia que simboliza el orden supremo en la cadena animal) aparece representado como un usurpador que se ha aprovechado de la ausencia del rey Ricardo para conseguir el trono. Los recursos de guión que utiliza el filme para simbolizar el desorden del monarca resultan interesantes, pasando desde los consejeros mismos que utiliza el rey (una serpiente, otro animal que dentro del reino animal simboliza el pecado y la corrupción divina, así como un secuaz que se encarga de exprimir hasta el último centavo al pueblo mediante impuestos ) hasta el propio Juan, un león desganado (incluso físicamente se le ve totalmente desmejorado y opuesto a la imagen clásico del león, fuerte y potente). Digo todo esto, porque la película no dispara tiros al aire. Se puede ver los estereotipos con los que juega la factoría Disney: El rey ha de ser por necesidad un león, mientras que la serpiente es el animal que forma parte del bando “malo”. Incluso el final de la película no deja de ser un emparejamiento dinástico que acerca al bandido con la realeza (cuando Hood se casa con la sobrina de Ricardo, que casualmente, es como él, un zorro). Evidentemente estamos en los años setenta, y lejos está aún la factoría de producir películas más rompedoras como Zootopia (Zootrópolis, 2015) y en este sentido Robin Hood es más “conservador”.

Algunos han criticado[1] la animación realizada por la compañía Disney, aseverando que no estuvo bien trabajada y que además muchas de las animaciones están reutilizadas de otras películas de la misma factoría (algo que ya sabemos que era algo habitual y que se repitió en más películas, como por ejemplo en La Cenicienta). Lo cierto es que si bien en plena década de los años setenta se podía exigir algo más a Disney, la película suple perfectamente sus carencias técnicas con otras tácticas y recursos, ya sea el absoluto protagonismo de Hood (con un toque cómico bien conseguido) o los diversos vericuetos por los que pasan nuestros personajes y que hasta la última parte del filme funciona más que correctamente.

Sin duda, lo que hace grande al filme es que es resulta disfrutable tanto por grandes como pequeños. Esa capacidad de amoldarse es la que la convierte en lo que se podría denominar con la etiqueta clásica de filme familiar. Cierto que vista hoy en día podemos darnos cuenta de que a la película le falta la moraleja más típica del cine Disney actual, pero a cambio Robin Hood opta inteligentemente por la evasión bien construida.

[1] BECK, Jerry, The Animated Movie Guide, Ed. Chicago Review Press, Chicago 2005, p. 320.
Kyrios
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 5 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow