Manual de amor

Manuale d'amore es una comedia amable, agradable de ver. Si bien el principio es quizás un tanto idealista, tiene su razón, es la visión del amor de un chico enamorado hasta el tuétano de una chica que acaba de conocer; es la visión del amor juvenil, lleno de romanticismo y florecitas por todas partes. Mención especial para el amigo del protagonista de esta primera historia, que da un toque de realidad al los hechos. Las otras tres historias son una vuelta brutal a la realidad de las relaciones de pareja, pero todo ello salpicado con un toque de comedia que en algunos momentos roza el cine del destape de los años 70 en España, si bien no pierde coherencia. Para pasar un buen rato y reirse a gusto.

Divertida y entretenida historia de relatos entrelazados con las distintas edades del amor, nexo común entre ellas, como argumento.

A destacar que el doblaje en español deja mucho que desear. Tuve la suerte de ver la edición italiana, y los dobladores en ningún momento son capaces de plasmar la riqueza interpretativa de Muccino, su 'chulería', sus meteduras de pata, y se quedan en un doblaje frío y desnaturalizado, privándonos así de uno de los puntos fuertes de la película.

Comedia romática, en fin, para un público de todas las edades con ganas de recordar los eternos altibajos que, a cualquier edad, nos depara el amor.

Será porque los que ya tenemos nuestros añitos echábamos de menos la gran comedia "a la italiana", será porque estamos hartos de la situación actual de la comedia que nos llega (casi exclusivamente americana o española), pero lo cierto es que he disfrutado con este filme.
Aunque como toda película planteada en episodios unos sean superiores a otros, el tono general me ha convencido desde el primer momento. E incluso me ha parecido divertida, lo que no puedo decir de la inmensa mayoría del cine que veo.
Con algunos actores francamente dotados para el género, nos vuelve la mente al mejor tiempo de Dino Risi y compañía.
Me consta que los espectadores más jóvenes no compartirán del todo esta opinión, pero ellos no conocen apenas el cine del que hablo.
Creo que el filme tiene encanto, y esto no abunda en la actual cinematografía. Y cuando la nuestra aborda temas similares suele dar resultados muy inferiores, quizá por culpa del síndrome de serie televisiva que invade a nuestros guionistas.
Porque es en este capítulo, en el del guión, donde más brilla la película italiana, y en nuestro país parece que están bastante despistados.
Si Vds.,lectores, tienen ya unos añitos, no duden en verla. ...Y no tiene efectos especiales ni falta que le hacen.

En su faceta cómica, es simpática, llegando a veces a la ironía corrosiva. En cuanto a su mensaje, aún siendo bonito, que eso es innegable, eso de categorizar de forma tan simple e insuficiente las etapas del amor deja un poco a medias, porque no logra la identificación plena y no cualquiera se ve reflejado. Y no es que todo quisqui tenga que mirarse en un espejo al ver la película, porque tal vez no sea esa su principal meta, pero esas supuestas etapas amorosas y la manera estereotipada de introducirlas, incluso para tratarse de un film humorístico, no convence. No en todas las ocasiones la comedia italiana funciona más allá de las risas, y eso es lo que me ha pasado a mí. Hay un par de escenas que sí lo consiguen. Es que tengo la impresión, tal vez equivocada, de que debería haber algo más. No me he quedado satisfecha. Otras veces me parto la caja y tan contenta que estoy, pero no ahora.
Primero, en la fase del enamoramiento, no me funciona porque el tío es directamente gilipollas y un pesado que se hubiera merecido que ella le hubiera dado una patada por los huevos, sobre todo cuando le dice que “es igual que todas las demás y que vuelven a sus ex-novios porque no son capaces de mirar adelante.” Sólo por esa frase, ya me dieron ganas de romperle los morros. Por fortuna, no todas nos incluimos en el bajo y simplón concepto que ese muchacho demuestra tener de las mujeres. Pero claro, cada cual tiene sus gustos y parece que a ella le gusta que la persiga un medio tarado que no entiende qué significa la palabra “no” y que no tiene dignidad para retirarse cuando una chica claramente le está dando a entender que es tonto del culo. Ni enamoramiento ni leches. Lo que esos dos tienen es gilipollez crónica. No me cuela que ella caiga después de dos miraditas de carnero degollado y de que él haga bastante el ridículo. Será que no es mi tipo ni en sueños.
Segundo, siempre ponen a las mujeres como que ellas son las que desean avivar la relación haciendo tonterías como lo de pasarse la llamita del amor eterno y esas chorradas. Ahí estoy de acuerdo con el marido. Una relación estropeada no se arregla con llamitas votivas ni trayendo un hijo precisamente cuando está claro que sería de un egoísmo tremendo traer un hijo a una familia que a todas luces se va a romper. Como si un bebé fuera una panacea para curar el amor roto. Los bebés no deben ser medios para arreglar nada, deben venir simplemente porque son personitas que merecen ser felices. También me irrita lo de la ceguera de la esposa al decir que el niño de los amigos es “travieso”, como si fuese un adorable angelito inquieto, cuando se trata claramente de un petardo inaguantable. Vamos, que todas las mujeres están cegatonas y cuando la maternidad está de por medio se vuelven estúpidas.

Me llevé una grata sorpresa al ver esta película, al más puro estilo "love actually" hace que te rías del amor y ver que no hay que ser tremendistas, que es algo espontáneo. El director recrea relaciones sentimentales reales con los altibajos y aquellas que son trágicas las muestra de una forma pintoresca y graciosa.

La recomiendo a todas esas personas que no tiene pareja, tanto si están pasando un momento bueno o malo, porque de una manera sencilla y eficaz te hace ver que con una sonrisa se consigue más en la vida que siendo arisco y pensando únicamente en los asuntos propios.