Límite: 48 horas

Estupenda película de acción de los años 80 (en especial de 1982) que cuenta con unos actores estupendos (tanto Eddie Murphy como Nick Nolte) guión genial, acción a tope, que hacen de esta película un gran clásico. Por supuesto la peli engancha desde el primer momento hasta el final deseando saber que viene a continuación por lo que no aburré en absoluto.
Merece la pena ver esta película, sobretodo si te gustán las de acción y eres fan de Eddie Murphy y Nick Nolte porque no te decepcionará.

Película iconográfica de una década, y por tanto única (ya que este tipo de cine está prácticamente muerto), del especialista en cine de acción Walter Hill.

Pionera de las “Buddy movies” que poblaron el cine de los ochenta, “Límite 48 horas” es la historia de Jack Cates, un rudo policía de San Francisco (Nick Nolte) que persigue a un sanguinario asesino. Para buscarlo, pide ayuda a un viejo compinche del criminal, Reggie Hammond (Eddie Murphy), cumpliendo una pena en prisión, pero sólo puede disponer de él durante 48 horas hasta que vuelva a la trena. Al principio no se podrán ni ver, pero el peligro y las vicisitudes de la investigación les unirán de alguna forma.

El filme cuenta con los clichés propios de las “Buddy movies” y fue precisamente el que las popularizó. La fórmula ideada por Walter Hill fue repetida en innumerables ocasiones no sólo por él (“Danko: Calor rojo”, 1988) sino también por otros directores en películas que mezclaban acción urbana y comedia a partes iguales. El caso más famoso y flagrante, las “Armas letales” de Richard Donner.

Hill construye la acción dándole aires de western moderno, sensación que se acrecenta con las buenas interpretaciones de Nolte y Murphy. Encarnan a dos tipos muy distintos pero muy bien complementados, aunque a veces (casi siempre) tengan sus diferencias. Se recomienda, además, ver la película en versión original, sólo por disfrutar de los matices de la voz cortada de Nolte.

Recomendable.

Treinta largos años después de su estreno todavía mantiene el tipo. Que puñetas, seguro que la mayoría de estrenos de hoy se olvidarán en un par de años, por no decir meses.
´"Limite 48 horas" desprende ese tufillo ochentero que tanto nos gusta a algunos, ya sea porque somos así de palurdos o porque realmente era un cine que tenía su peculiar sentido del ritmo, más pausado y asequible, dando prioridad al ingenio y al humor por encima de la acción y el descontrol.
Sea una cosa u otra, en lo que no hay duda es en el acierto que fue unir a Nick Nolte y Eddie Murphy para encarnar a esta singular pareja de pirados cuya innegable química dio pie a que se filmara una secuela igualmente entretenida.

Una de las precursoras de las buddy movies policiacas, y de la mano de uno de los grandes directores del género, Walter Hill.

Lo cierto es que uno de los puntos fuertes de la película es lo diametralmente opuestos que son sus dos protagonistas y como su química no funciona para nada el principio, hasta que termina por convertirse en una gran amistad.

Lo malo es que en otros aspectos la película no destaca tanto. Su trama es un poco simple y algunos cabos quedan sueltos además, y la estructura es demasiado reiterativa: encontramos al malo, tiroteo y se escapa,...hasta 3 veces distintas. James Remar como villano está un poco desaprovechado. Además no tenemos muchas escenas de acción, aunque al menos si son más realistas y duras que en otras películas del género.

Aun así tiene una fotografía resultona, poblada de grises y azules, y las escenas del climax están grabadas de forma genial.

Sin lugar a dudas todo un clásico que aunque no llega a explotar todos sus elementos sienta las bases de lo que estaba por venir.

Directa, rompedora, salvaje, explosiva, contundente, dinámica, divertida, ingeniosa, pasajera, poderosa, violenta, contundente y apasionante producción de acción dirigida con buen pulso por Walter Hill, apoyándose en una pareja protagonista que consigue mantener la atención por el desarrollo de una historia plagada de humor, acción y violencia contundente.
Nick Nolte y Eddie Murphy, se convierten en piezas fundamentales de una trama que por momentos puede resultar forzada, pero que se sostiene gracias a las diferencias y conflictos que se dan entre los protagonistas.
Límite 48 horas, queda como un notable y acertado producto de acción con el que pasar un buen rato de entretenimiento con acción y humor.