Minnesota Clay

A esta sabia conclusión llega el malvado Domingo Ortiz Mendoza (Sancho) cuando se queda solo después de la balacera que le propina la banda contraria que dirige el todavía más malvado Fox Cinco Ases (Rivier o Rivero). Por cierto este último tiene un aire a Lee Van Cleef, lo mismo que el planteamiento de la cinta recuerda mucho "Por un puñado de dólares", como ya se ha comentado.
Y es que aquí también tenemos a un pistolero en medio de dos mandones, Minnesota Clay (Mitchel), ya entrado en kilos para esta aventura cinematográfica, pero hay que comprender que se ha pegado unos cuantos años picando piedra en un penal purgando una pena de la que es inocente. Menos mal que allí hay un médico militar que conoce su verdadera situación y lo ayuda en lo que puede, como también sabe que se está quedando ciego. En una de las primeras escenas veremos al médico poner inyecciones como si tal cosa con una jeringa de cristal, cuando solo unos pocos años antes Pravaz había inventado las primeras metálicas. Asimismo resultan fuera de época las cruces rojas de los botiquines que allí tiene. La Cruz Roja de Ginebra se creó en 1863 y la Internacional ya bien entrado el siglo XX.
Tampoco tienen estos lapsus mayor trascendencia. Ni siquiera lo rutinario del guión. Lo peor, además de un sonido pésimo, son los diálogos con frases como la del título u otras como "Clay no te escondas, tenemos que jugar la última partida tú y yo", "Eres tan cobarde que no quieres pelear en campo abierto" ... en fin que se le ha echado muy poca imaginación a la cosa. Como siempre los mejicanos sucios, tragaldabas y borrachos. Menos mal que por una vez beben vino ...
Todo previsible en el desarrollo de la trama, al final con unas gafas se soluciona de momento el problema de la ceguera de Clay. No hay como ir al oculista a que te cure la vista.

Sencilla, básica e intrascendente spaghetti western que no cuenta nada nuevo, ni tiene una gran calidad técnica ni interpretativa. Se ve con la facilidad que se olvida, por momentos aburrida, lo mejor el final.
No es una maravilla visual y peca de ser floja en su historia.