Haz click aquí para copiar la URL

Comer, beber, amar

Drama. Comedia Agridulce comedia sobre la vida de Chu, un viejo chef de Taipei, viudo y con tres hijas (Jen, Chien y Ning) muy distintas pero con algo en común: la rebeldía. Un buen día, sus vidas empiezan a complicarse: una gruñona viuda se muda al apartamento de al lado, alguien se queda embarazada, alguien cae en una profunda depresión, alguien muere y alguien encuentra el amor verdadero. El reputado director Ang Lee volvió a Taiwán para contar ... [+]
<< 1 2 3 4 >>
Críticas 20
Críticas ordenadas por utilidad
15 de julio de 2007
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
* Dramita de ritmo y desarrollo bastante más ágil que el contemplativo y pausado cine oriental al que me he ido acostumbrando; con los bastantes personajes bien tratados y los suficientes cambios situacionales para darle una amenidad muy de agradecer.
Se la califica de comedia melodramática sentimental (ahí queda eso): “sentimentaloide” a tope, pero como comedia no tiene mucha gracia, en cuanto a que su vena cómica acaba por tener poco peso, teniendo más bien una afabilidad que no llega a lo humorística que se le supone; y mejor así, porque un exceso de jocosidad dificulta penetrar y leer en los personajes y sus circunstancias, que es la clave de “Comer, Beber, Amar”.

* Se retrata la desorientación de los protagonistas respecto a si mismos y a los demás, tanto dentro de la familia como respecto a los ajenos a ella. Se muestra como todos tenemos una fachada forjada a golpe de experiencia, que puede parecer más o menos sólida vista desde el exterior, pero de cuya condición somos nosotros perfectamente conscientes, aunque a veces intentemos mantenerla y agarrarnos a ella en aras de una supuesta seguridad ante los demás cuando estos nos desconciertan. Para los demás somos la máscara, pero tras ella están nuestros verdaderos sentimientos, aspiraciones, anhelos,… a veces, como es el caso de los protagonistas de esta película, todo lo que se encuentra tras esa máscara está maltratado, relegado a nuestros sueños íntimos, intentamos defenderlo estableciendo una barrera, pero cuando nuestras estrategias y soluciones improvisadas no son las adecuadas nos volvemos contra nosotros mismos, y de nosotros no nos defiende ya nadie.

* La película podría dentro de tal retrato empeñarse en sermonear sobre la familia como único lugar seguro en medio de un torrente de inseguridades, titubeos y decepciones, pero no contamos con la familia anodina y funcional necesaria para ello, ni este film tiene ánimo de convertirse en peli de sobremesa.

* En resumidas cuentas, “Comer, Beber, Amar” muestra la pugna dentro de una familia entre caracteres que se creen altamente independientes, pero cuya virtual independencia, a la que se aferran, no les aporta nada. Así acaban acudiendo al calor humano, con sus riesgos, pero de donde obtienen más gratificación. La película acaba siendo un cordial canto a la sencillez de la vida y a la felicidad encerrada en lo aparentemente nimio e intrascendente: las personas.
irian hallstatt
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
26 de abril de 2007
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alrededor de una mesa llena de platos chinos preparados meticulosamente por uno de los mejores cocineros del país se reúnen un padre y sus tres hijas, cada uno con una visión distinta del mundo que les rodea, con distintos sueños e ilusiones...
Entre comida y comida se van sucediendo los hechos de esta comedia-drama agridulce (y nunca mejor dicho...) contados de una menera sencilla y fácil de ver, siempre provocándonos una sonrisa.
Buena película.
Por cierto, ya merece pena verla sólo por disfrutar del protagonista demostrando sus artes culinarias y su manejo de los instrumentos de cocina, todo un arte, sí señor...además a mí que me encanta la comida china, he "babeado"en cada secuencia jaja...
Sin duda, nos deja "un buen sabor de boca"...
SandraSG
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
31 de julio de 2012
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con ingredientes tiernos, sencillos pero selectos y mucho mimo, Ang Lee nos cocina una película al estilo de sus viejas recetas, de aspecto ligero y muy digerible pero que en realidad encierra toda una explosión de sabor en su interior, algo de lo que prácticamente te das cuenta al final pues la mezcla se ha ido guisando lentamente en el interior del espectador sin atisbar si quiera que hay sustancias picantes y ácidas en ese maridaje de historias que se van fusionando hasta eclosionar.

En efecto a lo largo de la película no parece más que una historia sencilla y entretenida, muy liviana, una comedia ligera con una trama más o menos bien gestionada. Pero es que Ang Lee sabe soterrar lo espinoso, la crítica y la acidez, para sacarla casi al final y dejar al espectador con cara de bobo y reviviendo todos los momentos de la película en su mente de una manera diferente a como lo ha estado visionando hasta el momento y eso se consigue apelando a la sutileza, a los matices, haciendo pasar las escenas con naturalidad, siempre con interés, manteniendo la dosis justa de avances en la trama para dejar al espectador frente a la pantalla, sin celeridades, pero sin dejar de entretener al espectador, con el punto justo de salpimentación.

La base de la que parte la película es la historia de un cocinero viudo retirado que vive con sus tres hijas, las cuales, poco a poco, irán descubriendo el amor de diferente forma. Las reuniones familiares en torno a la mesa, llena de manjares cuidadosamente cocinados, son el escenario donde las sorpresas van surgiendo sin que el espectador se pueda imaginar los acontecimientos.

La película es muy fresca, muy moderna (hay poco del lento cine oriental, salvo la metódica elaboración de las escenas) y sabe narrar con los detalles y profundizar en las vidas de sus personajes retratando con fidelidad las personalidades creadas (tan distantes en ocasiones pero con muchos elementos comunes).

En fin, que con muy pocos elementos, Lee es capaz de madurar una historia eficaz, entremetida de ritmo ágil, con personajes muy bien trazados y un final soberbio que te deja con la boca abierta.

http://palomitasconchoco.wordpress.com
Palomitasconchoco
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 de noviembre de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Reconocida y estupenda película del gran Ang Lee, que rodó en su momento esta bonita comedia, una comedia con penas y alegrías en la que el protagonista es un cocinero chino reputado, viudo y con tres hijas muy distintas entre sí y muy difíciles de llevar. La trama deviene complicación con la aparición de otros personajes y acontecimientos dispares pero espinosos de afrontar.

Historia emocional, sentimental, bella, deliciosa, nunca mejor dicho, pues en la vida, como en la cocina, al final lo que cuenta es el sabor. Es que es una cinta entre fogones, donde el viejo chef Tipei cocina ricos platos de la cocina tradicional china para sus tres hijas. Lo hace desde siempre, pero ahora las muchachas ya son mayores y están a punto de emprender el vuelo para intentar encontrar su independencia y su lugar en el mundo: ¡algo nada fácil!

Lee nos hace complices del sabor agridulce de esa familia taiwanesa que se comunica, interactúa y debate alrededor de la mesa y de los exquisitos sabores de un cocinero gurú de la cosa.

Es buen cine, tiene un buen guión del propio Lee junto a James Schamus y Hui-Ling Wang, con un desarrollo ágil, que habla de la calidez, de la familia, de cómo lo importante está en las cosas pequeñas, en lo que puede parecer nimio y sobre todo en el afecto y el cariño a los otros, a las personas.

Película natural y fresca que sabe ahondar en el interior de los personajes con perspicacia, pero también con encanto y simpatía. Esta obra merece verse más de tres y cuatro veces. Siempre alrededor de la mesa. Te dejará seguro un buen sabor de boca.
Kikivall
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6 de febrero de 2011
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Otro ejemplo del excelente cine de Ang Lee. Lo ha demostrado en sus otras películas: El banquete de boda ( película recomendable para los que les ha gustado esta ), Sentido y sensibilidad, Brokeback Mountain, Deseo, peligro; etc.. En Comer, beber, amar; muestra sentimiento, sensibilidad y una gran maestría a la hora de ofrecernos todo un muestrario de personajes. En la película la comida es un personaje más, como lo fue en las también maravillosas películas El festín de Babette, Como agua para chocolate. A la hora de ver esta película, es altamente recomendable el haber comido previamente y si es cocina china, mejor, pues te despertará el apetito. Es una película que te entretiene y que, como en los buenos platos, te deja un buen sabor de boca. No se la pierdan y si quieren repetir, continúen con el resto de la filmografía de este genial director.
Cupirindandi
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow