Sentimental

SENTIMENTAL está dirigida por Cesc Gay, ganador del Goya a mejor película con Truman. En esta vez, el humor también está muy presente, y esta vez en plan corrosivo, y le va como anillo al dedo. Como el que tienen Julio y Ana (Javier Cámara y Griselda Siciliani) desde hace ya quince años. Un matrimonio afincado en la cuotidianeidad, con hija y rutinas que hacen lo posible por no verse y no discutir. En un arranque de lucidez, Ana decide invitar a sus vecinos a cenar y eso les cambiará la vida. Ellos son Salva y Laura (Alberto San Juan y Belén Cuesta), a quienes Julio y hace tiempo que quiere advertirles sobre el exceso ruido que hacen al hacer el amor. Descubrirán, también, que son una pareja muy abierta y liberal, algo que romperá los esquemas del sólido matrimonio. Bueno, quizás no sea tan sólido.

Cesc Gay pone en evidencia a la mayor parte de matrimonios y parejas con una catarsis en clave de humor donde los intérpretes tienen mucho que decir. Un Javier Cámara venenoso, con un estilo de vida lánguido y rutinario hasta más no poder, con la queja en la boca y que apenas hace caso a su mujer. Esta, Griselda Siciliani, es el contrapunto perfecto, pues es vivaz, divertida y alegre, aunque poco queda ya de esa mujer al lado de Julio. Alberto San Juan es bombero, deshinibido y directo, tanto que su sinceridad abruma. A su lado una Belén Cuesta como pez en el agua, psicóloga, abierta a experimentar y a ejercer su oficio con una terapia de pareja que sorprende a propios y extraños. Una habitación con cuatro personas es todo lo que se necesita para pasar una de las mejores tardes de comedia española en este año trágico.

En definitiva, SENTIMENTAL es una divertidísima película que tocará la fibra de la rutinaria vida de más de uno. Un ejercicio de cine muy beneficioso que aportará risas y reflexiones. Su humor es vibrante y sencillo, irónico, sarcástico y delicioso. Cesc Gay demuestra su buen hacer en un trabajo conciso e hilarante, con un reparto de actores y actrices de gran nivel que componen una gran comedia. No os la podéis perder.

"Sentimental" es una obra que se apoya constantemente en los diálogos, y que muestra un secreto a voces en las parejas, y es el hecho de mostrarnos de que no tienen por qué llegar a ser exclusivas, y que la monogamia y la fidelidad es, en parte, un constructo social para mantener el rol de familia tradicional. Esta película consigue abordar estos tópicos tan peliagudos con un desparpajo y un ingenio propiamente dichos de una obra teatral. Si bien es cierto que la dirección es bastante simplista y, por qué no decirlo, mediocre, consigue suplir esas carencias con unos buenos diálogos y, sobre todo, la gran razón de ser de esta película, las grandes actuaciones de este gran elenco, donde las carcajadas vienen por doquier, ya no tanto por lo que forma parte de la palabra, sino lo que ataña a los gestos y a la comunicación extra-verbal de los personajes, los cuales hacen énfasis sobre el propio diálogo, un fenómeno que, en cierta medida, suple las no destacables dirección cinematográfica y puesta en escena.

La última película de Cesc Gay pone a 4 actores. Dos parejas. Una en crisis que es donde gira toda la trama. Otra unos vecinos tan atípicos como grandes. Los 4 están soberbios. Una película sobre sexo sin sexo. Unos excelentes diálogos. Una puesta en escena brillante, un guión convencional pero solvente. La historia que encierra mucho y cuenta verdades sobre las relaciones que pocos hablan y muchos quieren.

Y que cada cual responda a su gusto -o disgusto-. Los cuatro actores están bien, aunque San Juan, el bombero, tiene un papel más reducido pero no desmerecido. Y ese encuentro ‘afable’ entre vecinos colindantes con el cruce de reproches por ruidos, más bien gemidos, no achacables a la música a horas intempestivas, serán caldo de cultivo para confrontar criterios. Claro que las disputas también traspasan tabiques pero de forma menos estimulante desde luego.

El tema está resuelto con humor y elegancia pero, sobre todo, tolerancia aunque también se percibe un cierto halo de ingenuidad en general (no va directo a la yugular, vamos). Y es en ese epílogo que no vamos a desvelar, claro está, dónde reside la luz, real y metafórica, para intentar transitar o, al menos parchear, una relación en crisis después de reflexionar sobre los pros y los contras de forma civilizada -y sin psicólogos o reclamos, mal que nos pese, de por medio-.

Vi la obra en el Alfil hace un par de años y no me entusiasmó como tampoco lo ha hecho la película. Y esto no quiere decir que no me haya gustado si no que siempre, de forma incorrecta, uno va con unas expectativas más altas de lo debidas y sales con esa sensación tan poco comercial del “bueno, vale”.
Un reparto extraordinario y un buen guión que, sin embargo, dejan algo coja la trama para los que la vimos en el teatro. No es lo mismo porqué el espectador no es, tampoco, el mismo. Es un grave error que cometemos los productores cuando insistimos en las adaptaciones y los remakes que en un 70% son muy decepcionantes.
La historia sigue siendo buena...es la misma. Los actores se desenvuelven con gran maestría. Cámara Cuesta y San Juan no defraudan en absoluto y Siciliani, a la que no conocía están muy bien pero carecen de esa vida especial que los actores dan a sus personajes en teatro.
Buena comedia con mensaje.