Ayer me emocionaba viendo MATUSALEN y hoy vuelve la burra al trigo. Otra presunta comedia sin ninguna gracia y con pretensiones que náufraga por culpa de un guión espantoso que no salva ni Martínez Lázaro ni el buen elenco convocado para éste despropósito. La historia es más simple que el asa de un botijo y su ejecución da auténtica grima.
Entiendo que los productores tienen que colocar sus proyectos pero no entiendo que las plataformas o los canales de televisión se los compren máxime cuando no tienen el más mínimo interés. Una industria que es controlada por una burguesía adocenada que solo hace cine de amigos y familiares de amigos, lleva a que la falta de talento se imponga. ¿Cuantas buenas películas se hubiesen podido hacer con el presupuesto de éste bodrio?
Enhorabuena a todos los implicados. Habéis logrado la peor película española del primer trimestre de 2024.

Algunas películas te llegan hondo y sacan tus mejores sentimientos. No sucede con frecuencia y cuando ocurre hay que agradecer a los productores, director, guionistas, actores y a todos los que hayan puesto su talento en lograrlo. La maravillosa película de David Galán Galindo lo ha conseguido conmigo y con un amigo esta misma tarde.
Los actores están de 10 y dan todo componiendo, con la dirección maestra de Galán, unos personajes entrañables que te conmueven. Muy recomendable para espectadores de cualquier edad y condición porque no ofende a nadie ni lo pretende.

He dudado mucho antes de hacer éste comentario. Detrás de cada película está el trabajo de mucha gente ilusionada y duele opinar sobre ese trabajo cuando no se puede decir nada bueno sobre el. La película que hoy he visto va a ser un éxito de taquilla y para ese propósito se ha realizado, pero es terrible y lo saben.
Hay películas excelentes, muy buenas, buenas, regulares, malas, muy malas... y luego está ésta Familia que es
un despropósito hecho con desgana y sin ningún talento. Una insoportable concatenacion de chistes malos y una historia de fondo que resulta ser de mal gusto.
Leo Harlem, que siempre cumple con su papel, en ésta ocasión, está muy mal. Pepe Viyuela tiene que pagar las facturas y acepta lo que venga. Los niños están muy mal dirigidos y resultan indigestos. La hija de Damian Bichir
es la más insoportable de todo el elenco.
La fórmula de éxito de la factoría Segura sigue siendo vital en fechas señaladas y hay que reconocer su olfato y la visión comercial que le acompaña.
La comedia en España está en la UCI... y con pronóstico reservado.

Blumhouse nos ha ofrecido películas brillantes que han mantenido el cine de terror en los ranking de taquilla y, sobre todo, de rentabilidad. Sus baratas producciones lograban arrancar gritos de terror en los patios de butacas revolucionando al público adolescente. En éstos últimos tiempos parecen haber abandonado o perdido esa capacidad que tantas veces he aplaudido. Imaginary no tiene ni un solo susto siendo totalmente previsible y de una falta de emoción y de talento inadmisible. Falla en todo. Es una película mal escrita, mal dirigida, mal interpretada, con efectos de baratillo… una película fallida que solo produce hastío.
La historia la hemos visto mil veces pero nunca había estado tan mal ejecutada. Una tomadura de pelo hasta para los calvos.

130 minutos que se hacen eternos y con una falta de respeto al espectador que mengua su capacidad de llegar con más empatía. Ese sería el resumen corto de esta nueva producción de A24 que, a mi por lo menos, nos tiene acostumbrados a producciones de bajo presupuesto que pretenden convertir en obras de arte y de culto pero no cuidan en absoluto el detalle.
Sean Durkin se acerca de forma plana a una familia mítica de la lucha libre americana. No saca el jugo a una historia interesante y a unos actores entregados. No se abusa, eso sí, de escenas de lucha y se abusa menos del morbo que la fatídica vida de los personajes tuvo. Pero lo malo es que es muy mediocre y se descuida demasiado el producto final. Escenas en las que los objetos pasan de un lado a otro sin que nadie los mueva, muertos que respiran, un niño con gesto impávido que, según el sonido, estaría berreando… en fin, fallos inadmisibles en una producción audiovisual con presupuesto.
Los actores, especialmente Zac Efron, están mucho mejor que el trabajo de su director pero el exceso de duración hace que te canses también de ellos. No es una película mala, no lo es… es una película demasiado larga con un guión plano y monocorde que no cuida los detalles. Más pena que gloria.