Sully: Hazaña en el Hudson

El ser humano tiene el don de tocar las pelotas en todas las formas posibles y en los momentos menos oportunos, da igual el día, la hora o el momento. El tema es buscarle las tres patas al gato.

Sully es la historia de uno de los acontecimientos más grandes por no decir el más grande en la historia aérea de los Estados Unidos, donde un piloto es capaz de hacer aterrizar un avión con ambos motores estropeados en el mismo río Hudson y no tener ni una sola baja en condiciones climáticas inhumanas. Todo un milagro.

¿Y dónde radica entonces el interés de ésta historia? Pues no solo en contarnos detalladamente como ocurrieron los hechos, sino que los dos máximos protagonistas, el piloto y el copiloto, son investigados para determinar si escogieron la opción más correcta o no. No se tiene en cuenta los 40 años de pilotaje del señor, ni su saber estar, ni nada por el estilo, hay que investigar a ver si se podía mejor la cosa. Increíble.

A mi la dirección de Eastwood me ha parecido más floja que en otras ocasiones, a pesar de la gran actuación de Tom Hanks, no termino de empatizar con el personaje, no sé la razón, pero no me hace sufrir esas pesadillas, esos momentos dramáticos de cargar con la presión del que está siendo señalado por los jefes. Aaron Eckhart está fenomenal como el brazo que lo acompaña en todo momento, tanto dentro como fuera del avión.

La recreación ha sido muy atractiva visualmente hablando, aunque le ha faltado algo de dramatismo a la hora del impacto, todo muy light para mi gusto.

Una gran elección para entretenerse con algo de gran calidad.

Clint Eastwood se lanza a contarnos el aterrizaje en el río Hudson de un vuelo comercial con 155 personas entre pasaje y tripulación, donde milagrosamente y gracias a la pericia y la decisión de los pilotos sobrevivieron todos, algo de lo que nos informaron profusamente las televisiones, no en vano era quizás una de las mejores noticias sobre una catástrofe aérea de la historia, la supervivencia de todo el pasaje y la tripulación en un escenario imposible, cómo es aterrizar si se puede llamar así, en un río.

Eastwood nos relata los hechos, pero lógicamente va mucho más allá, a la pretensión de la Compañía y de sus aseguradoras de criminalizar al héroe, de culpar al factor humano en la persona de Sully como causa del accidente. Esta es la historia real contada de forma magistral manteniéndonos en la duda del resultado de la investigación de principio al fin mientras a través de flashbacks nos muestra parte de los hechos.

Convincente actuación de Tom Hanks, un hombre que irradia humanidad, supongo que la misma que emanaba de Sully, el hombre que realizó un milagro en el río Hudson aquél frío mes de enero.

Interesante, 6.

Vi “Sully” (EEUU, 2016), dirigida por el reconocidísimo Clint Eastwood [1930- ] (rodó la película con 86 años, toda una lección de vida) y con guion de Todd Komarnicki, basado a su vez en el libro biográfico de los pilotos involucrados en el caso. El reparto está encabezado por Tom Hanks, Aaron Eckhart y Laura Linney, entre otros. La cinta, producida a lo grande por Hollywood, narra las pericias de los pilotos que, por una falla en los motores, tuvieron que aterrizar (acuatizar) en el río Hudson, en Nueva York, en el 2009, con 155 pasajeros a bordo. Para empezar, la película ha sido nominada a varios premios, entre ellos al premio Oscar por los mejores efectos sonoros. Igualmente, por su éxito en taquillas, fue considerada entre las mejores películas estadounidense en el 2016. Y dejo aquí, pues no es mi interés hacer un listado de nominaciones y premios, no sin antes advertir que este tipo de producciones comerciales no suele tener dicha receptividad. Empiezo por esto último: ¿cómo narrar un accidente aéreo, sin caer en los clichés del cine-acción-entretenimiento, pero sin poner en riesgo la taquilla? La apuesta de Eastwood es muy interesante, pues busca hacer un cine de autor (esto es, con su sello personal), pero también darle al público general entretenimiento puro y duro. Creo que el resultado es positivo. No se centra tanto en el accidente como sí en el juicio que se les hizo a los pilotos. Centra entonces el drama en las dudas que se sembraron sobre la decisión de los pilotos de acuatizar, giro narrativo interesante. No obstante, a veces son algo rebuscados los argumentos y el peso que se le intenta dar a los juicios sobre la conducta de los pilotos; es decir, sentí que el director sobredimensionó las acusaciones para aumentar el drama. Si embargo, como ya lo dije, el balance sigue siendo positivo y aquí Eastwood da clases a los novatos sobre cómo narrar, desde un plano más humano, acciones que otros habrían registrado solo desde lo externo. Añado que Tom Hanks hace un buen papel, lo que demuestra que es un gran actor, a veces desaprovechado por sus directores, pero que logra convencer al espectador. Pasando más a un tema de reflexiones, la cinta invita a meditar dos cuestiones, entre muchas otras. La primera es sobre la heroicidad; en este caso, la más humana posible, no aquella que vincula la heroicidad a la guerra, sino al profesionalismo. La segunda es sobre la lucha, simbólica o no, entre lo humano y lo artificial. VER ZONA SPOLIER. Pero de todas maneras, queda el interrogante: ¿puede eliminarse el componente humano para aumentarse la seguridad aérea? En este caso, los pilotos salvaron la situación, pero como es lógico se demoraron segundos vitales evaluando opciones. ¿Habría sido mejor la respuesta de las máquinas? Tal vez sí, siempre y cuando casos tan excepcionales como este estuviesen en su programación. ¿Pero si no están programados para responder en un caso concreto? Allí tendría la ventaja un piloto experimentado, pues podría tomar decisiones más ajustadas desde su experiencia. ¿Y si las máquinas logran aprender por sí mismas de manera tal que puedan responder acertadamente incluso en los casos de los que carecen de programación? ¿Será acaso que estamos ante la última era de pilotos humanos? En cierto sentido, el filme, posiblemente sin quererlo, abrió la puerta para meditar las diferencias entre lo humano (que hunde sus raíces en la posibilidad del error y de allí su dignidad) y las máquinas, más específicamente en la inteligencia artificial (que hunde sus raíces en nuestro prejuicio (!) de que son exactas y neutrales). La recomiendo: 2017-11-27

"Sully" la recomiendo altamente. Intensa y emotiva, es una película al mejor estilo de Eastwood. El hombre enfrentado a la atención mediática y pública, a la presión corporativa y a sus propios fantasmas, todo producto de lo que pudo ser una gran tragedia. Eastwood definitivamente gusta más cuando hace este tipo de cine más humanista y menos influenciado por su pensamiento político. Un mensaje de optimismo americano pareciera contra-puesto al discurso político negativista que escuchamos del candidato que el propio Sr. Eastwood apoya. Y, véanla en pantalla grande.

La complejidad del ser humano, sus emociones, sus reacciones, sus actuaciones dificilmente pueden ser evaluadas por simulaciones ni ingenierías y en todo caso las conclusiones de éstas deben estar muy supeditadas y condicionadas por el factor humano : " Se ve bien la película " pero la verdad es que me resultó flojilla, si bien tengo que reconocer que Clint Eastwood me encanta como Director y esperaba que me hiciese vivir la historia de la misma manera que lo tiene hecho en trabajos anteriores y no ha sido así. Pero lo dicho, se ve y tiene cosas interesantillas....