Camino de la venganza

Hace años que dejé de ver películas de Nicolas Cage, básicamente porque veía más a un hombre preocupado más por ocultar su progresiva alopecia, que por dejar actuaciones que recordar.

Pero como me gusta tanto el western, le he dado una oportunidad y lo cierto es que la peli no es nada del otro mundo, no ofrece nada nuevo, es más de lo mismo, pero no porque la peli sea repetitiva, sino porque el tema venganza, es la razón de éste género. Pero me quedo con lo más importante al menos para mí, me ha entretenido lo suficiente para no pensar que he malgastado tiempo de mi vida inútilmente.

Lo dicho, la peli trata sobre la venganza que llega en plato frío. El personaje de Cage antiguamente se dedicaba a poner sus pistolas al servicio del mejor postor, antaño mató a un hombre por obligación y dejó a su hijo vivir. Con el paso de los años, éste ha enterrado las pistolas y su vida violenta, pero aparece su pasado y después de un hecho trágico, lo hace volver a su vida anterior, pero ésta vez acompañado de su pequeña hija.

Se deja ver sin grandes alardes, si vienen exigentes buscando la nueva Sin perdón...que sigan de largo.

Pues aquí tenemos una de las últimas cintas con Nico Cage de protagonista, con todo lo que se puede esperar de él hoy en día.

Pero de todas formas, aunque cuestionable su última andadura profesional, creo que últimamente está recobrando un poquillo de su prestigio. No, no es que este film sea bueno y su interpretación memorable, pero sí que, al menos, parece que escoge historias, argumentos, guiones, algo más sólidos que antaño.

En esta ocasión crea un personaje que no es nuevo, no es original per se, pero sí, quizás, el de su compañera, una niña que acompaña a su padre para ejecutar su implacable venganza. Y ella no es un adorno ni un estorbo, precisamente.

Es una película entretenida en líneas generales, con un buen primer tercio para más adelante convertirse en algo adocenado, demasiado convencional y con un erróneo ritmo que lastra las buenas posibilidades que tenía el relato.
Con todo, repito, a mí no me ha disgutado, toda vez que tiene un evidente aroma a western clásico de toda la vida y su empaque visual es muy atractivo gracias a una preciosa fotografía de Sion Michel que magnifica los bellos paisajes de Montana, USA.

Al final te das cuenta de que esta cinta no aporta nada nuevo al género del western, pero al menos te ha hecho pasar un rato distraído, con buenos momentos.

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El western es un género que siempre ha sido una debilidad para mí. Género que tuvo su esplendor a principios y mediados del siglo pasado, y que fue decayendo hasta casi extinguirse. Es por eso que cada vez que se estrena una película de este género no puedo resistirme a verla.
El film en cuestión es una discreta película protagonizada por un cada vez más discreto Nicolas Cage. Las interpretaciones son bastante regulares, los villanos son de risa, más que miedo o temor generan gracia. El guion es bastante simplón, una historia de venganza de las que está lleno el lejano oeste. Lo más destacado es la fotografía con esos bellos paisajes de las montañas de Wyoming.

Sinceramente, me esperaba una película peor. En parte porque partía de un 4,7 de nota media, y en parte porque Nicolas Cage hace muchos años que dejó de gustarme como "actor". Sí, lo pongo entre comillas porque buen actor no fue nunca.

Aquí hace de forajido retirado, que lleva años con una vida apacible y vendiendo gominolas, hasta que una banda de malhechores mata a su mujer, llevándole a buscar la justicia por su mano, dado lo incompetentes que son los defensores de la ley. Arrastra con él a su hija de 12 años.

Es entretenida, y la historia está bien contada. Falta algo más de rudeza en algunos aspectos. Por ejemplo, el malo va perfectamente maqueado, que parece que acaba de comprarse toda la ropa y complementos hace 10 minutos, y con una barba impecable. Y su banda la componen un tipo barrigón y dos viejos. Muy terroríficos no son.

No hay mucho que decir del nuevo film del gran e inefable, Nicolás Cage.
Un western que no aporta nada nuevo al panorama cinéfilo, si no ver de nuevo a Nicolás, esta vez cabalgando a través de los bosques y llanuras del viejo oeste, persiguiendo a un grupo de forajidos, para cumplir su venganza.

La fotografía está bastante bien y para ser un producto de serie b la parte técnica cumple correctamente su función, la química entre el protagonista y su hija está precisa y se ajusta a la trama.
Si hablamos del guión, ahí sí que hayamos muchas lagunas inconcebibles hasta para un western, y en cuanto al elenco de secundarios puedo decir, es que realizan su tarea comedidamente y punto.

Para acabar solo puedo decir que se deja ver, pero el que esté ducho en estos lares, solo vera un estereotipo mas de película de todo a cien, con todo y esto, el horizonte cinéfilo está lleno de filmes más malos y deplorables que esté que nos atañe....