Hace años que dejé de ver películas de Nicolas Cage, básicamente porque veía más a un hombre preocupado más por ocultar su progresiva alopecia, que por dejar actuaciones que recordar.

Pero como me gusta tanto el western, le he dado una oportunidad y lo cierto es que la peli no es nada del otro mundo, no ofrece nada nuevo, es más de lo mismo, pero no porque la peli sea repetitiva, sino porque el tema venganza, es la razón de éste género. Pero me quedo con lo más importante al menos para mí, me ha entretenido lo suficiente para no pensar que he malgastado tiempo de mi vida inútilmente.

Lo dicho, la peli trata sobre la venganza que llega en plato frío. El personaje de Cage antiguamente se dedicaba a poner sus pistolas al servicio del mejor postor, antaño mató a un hombre por obligación y dejó a su hijo vivir. Con el paso de los años, éste ha enterrado las pistolas y su vida violenta, pero aparece su pasado y después de un hecho trágico, lo hace volver a su vida anterior, pero ésta vez acompañado de su pequeña hija.

Se deja ver sin grandes alardes, si vienen exigentes buscando la nueva Sin perdón...que sigan de largo.