Vicky El Vikingo y el martillo de Thor (Vicky el Vikingo 2)

Suele decirse que segundas partes nunca fueron buenas, pero no es este el caso de la película que nos ocupa, continuación de "Vicky el Vikingo" (2009), la solvente adaptación cinematográfica en imagen real de la serie de dibujos animados que entretuviese la infancia de muchos de los que ahora acompañamos a nuestros infantes al cine. Gracias a Internet (y a su popularidad en Alemania) las ingenuas e ingeniosas aventuras del pequeño vikingo siguen vivitas y coleando, con su claro mensaje de que más vale el ingenio que la fuerza.

Esta claro que esta segunda parte ha contado con un mayor presupuesto que la primera, lo que se nota en un diseño de producción más cuidado si cabe que la primera parte y en unos efectos especiales más que solventes que incluso se permiten "rendir homenaje" a cierta famosa escena de "El Señor de los Anillos", además de a algunos episodios de la serie de dibujos animados. Pero el guión es también más interesante y entretenido que el de la primera película, con lo que "Vicky el Vikingo y el martillo de Thor" se convierte en una estupenda ocasión para que los peques de la casa empiecen a disfrutar del cine de aventuras y de que a los padres no se les indigeste la tarde.

En resumen, un buen ejemplo de cómo hay que llevar al cine a un héroe "nacional". Y mientras tanto, aquí, nuestra "brillante" industria cinematográfica nos hace enrojecer de vergüenza con "El capitán Trueno"...

El resto, en el spoiler.

Buena película que lo tiene todo, acción, diversión, entretenimiento y una excelente producción. Aunque bien es cierto que en mi opinión le sobran algunas cosas que la hacen increíble, en el sentido de que se pasan tres pueblos con algunos efectos en ciertas situaciones que a mi parecer sobran en la historia, en conjunto, es un trabajo bien hecho que nos indican en el fondo, que más vale maña que fuerza.

Ahora, en el 2014, yo tampoco soy muy niña que digamos. Pero comparada con los que veían a Vicky en sus inicios soy un bebé que apenas a aprendido a andar jeje.
Pero, en fin, cuando sacaron la primera peli de Vicky y, básicamente, estaba "obligada" a verla porque a mi padre le entró el capricho de recordar su infancia conmigo a mi lado por poco me muero.
No, porque fuera de una serie del año catapum, si no porque cuando era todavía más pequeña (Tenía 11 años en ese momento) echaban la serie por la tele en una de esas horas en las que sólo rellenan y, sin ir más lejos, odiaba al protagonista porque, a mi parecer, se lo tenía muy creído con ese comportamiento de "Esto va a funcionar porque a sido idea mía" y no entró en más detalles.
Y, por supuesto, creería que en la película también sería así... Si lo fue, o no me di cuenta o estaba demasiado ocupada divirtiéndome como nunca y lo mismo en esta segunda parte.
El jefe "yo soy capaz de cualquier cosa" se metió en un lío de los grandes por culpa de una niña esclava.
Y el único que puede ayudarle es su hijo al que cuando quiere se refiere a él como "el mejor hijo del mundo" y otras muchas como "la vergüenza de la familia" por usar el cerebro y no los puños.
Bien, pues esa vergüenza es el nuevo jefe y puede que no sea muy bueno... Pero oye, nadie lo hace todo perfecto el primer día.
Halvar tiene mucha suerte de que su hijo sea tan razonable y lo quiera tanto como para perdonarle todas las pequeñas humillaciones tanto como en ambas películas como en la serie y que salga en su ayuda totalmente decidido. Estoy segura que él es único niño se Flake que haría eso porque, sinceramente, no veo a un matón como Gilby o a una niña recoge flores como Ylvie -la cual me parece un poco pesada- ser tan valientes y realizar tal hazaña. Aún por encima teniendo que enfrentarse a Sven. ¡Y justo es el cobarde el primero en dar un paso adelante cuando se presenta el problema! Menuda ironía para pensar ¿Eh?
Al igual que en la primera, en la cual tiene que rescatar a los niños que disfrutan haciéndole la vida imposible... y a Ylvie. Esa niña si que es un caso aparte, incluso más que Vicky... No si Dios los cría y ellos se juntan... No, perdón Odin y Thor en este caso.
Sin duda una gran película que nos dice a los niños lo que siempre están machacando papá y mamá: "No pegues, dialoga." pero de forma más guay y, aunque me pesé reconocerlo, se le hace más caso a una película que a ellos jeje. Sin embargo, teniendo en cuenta lo que acabó de decir puede que la serie también tuviera otro mensajito oculto también muy interesante de aprender...
No voy a hablar de los efectos especiales porque es una película para niños y a los niños eso les importa menos que nada, y por favor adultos, no useis eso para decir que la peli es mala. Porque hay algunos que por sólo eso ya ni le prestan atención y se atreven a hacer una crítica sin tener pajolera idea de lo que pasa en ella. Si fuera para adultos lo entendería, pero siendo para el público infantil...
¡Por Dios! Estamos hablando de uno de los personajes entrañables de vuestra infancia el cual no ha sido en nada modificado y sigue siendo el mismo, sólo que con dos míseros añitos de más. ¡Vosotros crecisteis el triple que eso, por favor, sentido! No se le puede pedir al pobre Jonas Hämmerle que no crezca, es anti humano, ya no están hablando de un personaje de dibujos cuando entran en eso...
Bueno, me desvío, el caso es que cuando se critica una cosa hay que hablar de lo que hay que hablar y no hacer preguntas estúpidas de "¿Por qué aparecen estrellas?" ¡Pues porque en la serie es así! Hay algunas películas de este tipo que es todo distinto. Teniendo en cuenta eso, el detalle de las estrellas, por ejemplo, es algo que hay que aplaudir y no insultar. No todos los personajes de vuestra infancia tienen esa suerte y, además, ¡Seguro que de niños eso no os habría molestado!
Y que nadie se sienta ofendido, esto es en general. Hasta los que no somos adultos cometemos errores así.
Pues eso. Película para niños, punto. Hecha para que a los niños les guste... Yo era niña y disfrute bastante, mejor que otras series o pelis "para niños" que hacen ahora. En serio. Nunca crei pasarlo tan bien al lado de "Vicky el lerdo" (Sí, lo se, no es original. Pero lo llamaba así cuando sólo tenía 5 años.)
Por eso, para cuando la vayas a ver para criticar recuerda encender tu chip de infancia antes, nunca viene mal sentirse tan libre como un niño una hora al año. Si tienes tiempo libre para verla, también lo tienes para eso.
Es sólo un consejo, lo siento si fuí dura o desconsiderada, pero viendo tantas críticas así no fuí capaz de dejarlo de lado.
El final esta en spoiler porque contiene la "gran sorpresa" que se descubre en "más o menos la mitad" de la película y si a estas alturas aún no la has visto te la chafare. Aviso.
.
.
.

No es broma, sí clikeas no habrá marcha marcha atrás.
.
.
.

Es una película para niños sí, pero aún teniendo en cuenta este hecho, un buen filme, o al menos trabajado, debería tener algo más que una sucesión de mamporros con sonidos enlatados, chistes de poca altura y unas aventuras desdentadas de guión, tratando de llevar al público más joven por fuertes emociones sin más cautela y sin importar que los recovecos de euforia que debe serpentear el joven héroe tengan si quiera el más mínimos sentido. No se trata de hacer realista una película para niños y basada en los famosos dibujos animados pero… al menos mantener la lógica dentro de este ámbito, no creo que sea mucho pedir.

El estereotipo de vikingo que decide llevar adelante la película es el de un bobalicón descerebrado, rudo, algo cobarde y que se ve envuelto en aventuras casi sin proponérselo y de la que, como no, milagrosamente parece que siempre salen bien parados por arte de magia. Ante esta panda de paletos, Vicky, el hijo del jefe del poblado, es el más débil pero también el más avispado, y cada vez que tiene una buena idea para salir del apuro, se frota la nariz produciendo un extraño brillo mágico. Lo raro y es quizá lo peor, es que en mi opinión, este hecho antes reseñado que es la piedra angular de este proyecto no se sostiene por las prisas o por la excesiva sencillez a la hora de afrontar el proyecto, ya que, las ‘increíbles’ ideas de Vicky, son en realidad bastante lógicas y elementales y sólo un vikingo bobalicón no las vería, es decir, el guión poco trabajado deja la impresión de que el héroe ni siquiera lo es tanto y a partir de esa premisa básica derrumbada todo se tambalea. No esperen encontrar un Mcgyber o un ingenioso Daniel El Travieso, encontrarán a un niño que quiere rescatar a su padre, punto y final, envuelto en un ambiente más mágico con amazonas, castillos de hielo, amuletos mágicos y piruetas de circo.

Queda bien recogido al menos esta escenografía y el vestuario, la elección del actor protagonista, pizpireto y alegre así como la recreación del poblado o de los lugares que visitan durante su larga travesía, y la fisionomía de los compañeros de aventuras con un aire de cuento ciertamente divertido y original que cuadran muy bien con la historia que tratan de contar… tiene cierto encanto.

Poca solvencia en la dirección, escasa imaginación, efectos especiales y sonoros muy tontorrones a la altura de sus protagonistas, poca altura de miras y el único objetivo de intentar entretener o incluso hacer gracia pero con tampoco demasiada fortuna. Si es de los que echa de menos las aventuras de este peculiar personaje, vuelva a las andanzas de la antigua serie de dibujos animados y olvide este vil invento comercial y escasamente trabajado, tiene mucho por mejorar.

http://palomitasconchoco.wordpress.com

Ditter, dirige sin alardes y con solvencia hollywoodense, esta segunda entrega de las aventuras de Vicky el Vikingo, basadas en la serie de animación para tv, que con gran éxito disfrutamos grandes y pequeños allá por el 75.

El producto es casi exclusivo para el público infantil, lleno de ingenuidad y con el mensaje habitual de la serie de menos violencia y más inteligencia. Los papas y familiares pasaran un rato agradable con sus peques, mientras que entre ellos comentan que la serie era mejor. Efectivamente lo era.

Con una cuidada producción acompañamos a Vicky y sus amigos en busca del tesoro de los dioses y sentimos algo de envida sana en descubrir como otros son capaces de adaptar a la pantalla grande su ídolos de infancia sin que tengan que sonrojarse.