The Last Word

Un tipo (Wes Bentley) que tiene una página Web (thelastword.com) donde ofrece sus servicios como escritor de notas de suicidio, sin que al parecer le falten encargos, comienza a salir con la hermana de un cliente (Winona Ryder), que al verle tomando notas durante el entierro de su hermano, se acerca a preguntar quién es, despidiéndose tras una breve conversación en la que el tipo no le dice realmente a que se dedica (sale del paso diciéndola que había conocido al difunto en la universidad) y llamándole días después invitándole a salir.
Como toda comedia romántica que se precie, gira en torno a chico conoce chica, chico pierde chica y chico recupera chica (spoiler), en la que el chico es un solitario, taciturno, imaginativo y culto trabajador por cuenta propia (ya sabe, la pagina web de marras) y la chica es una empleada de una industria farmacéutica, solitaria (en cuanto a relaciones, no así en cuanto a una extravagante familia), extrovertida , amante de salir a bailar y tomarse sus copichuelas y sin mucha suerte con las últimas citas que ha tenido, chica que como consecuencia de la diferencia de caracteres y dado su manifiesta atracción por el chico, es la encargada de tomar la iniciativa.
Partiendo de tan singular y desasosegante premisa, nos encontramos ante una entretenida, divertida (los diálogos con uno de los clientes, que se dedica a componer música para esperas telefónicas y que encarna Ray Romano, están preñados de un excelente humor surrealista), original, emotiva (las causas de la ruptura de la pareja) e inteligente y adulta, comedia dramática romántica, que exuda aroma a cine independiente por los cuatro costados (nominada en Sundance 2008 al gran premio del jurado), en la que tanto la deliciosa y guapísima Winona Ryder , como Wes Bentley y Ray Romano, logran transmitir de forma brillante las emociones de sus personajes, y que lejos de lo que se puede uno llegar a temer con la sinopsis, te hace pasar un muy buen rato.
Recomendable.

Toma la pelota en mitad del campo, amaga frente a un rival y se abre a la derecha, acelera y deja a otro marcador en el camino, sale el stopper a cruzarlo fuerte pero con un toque sutil hace pasar el balón entre sus piernas, sigue como una flecha, amaga abrirse más junto a la raya pero con un quiebre inesperado se vuelca al centro y deja desairado al último hombre, ya sólo queda por delante la salida desesperada del arquero, hace un último movimiento de cintura, se perfila con clase y... arroja la pelota a la tercera bandeja. 10 metros por arriba del horizontal. Silencio sepulcral en las tribunas.
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Original historia romántica, con poco de comedia, apenas lo justo y necesario. Muy bueno lo de Wes Bentley (no lo conocía) y encantador el papel y el desempeño de Ray Romano (tampoco lo tenía visto, acabo de enterarme que existió "Everybody Loves Raymond"). Winona también está bien. La historia fluye ágil y atrapa por lo extraña, por sus toques bizarros, pero sin dejar de lado un trasfondo clásico. Casi casi concreta, pero.. (ver spoiler)

Es una película sumamente desconcertante, definitivamente hace que el tiempo pase, pero su trama es totalmente lineal, llega un momento en que uno desea que explote su potencial, pero no sucede. El final es totalmente impredecible pero por lo absurdo que es.
Aún no me puedo decidir si me gusto o no.

Te explicas la cara de sieso de Wes Bentley cuando lees en el imdb que en esa época era adicto a la heroína y cocaína y que solo participaba en películas para conseguir dinero, le daba igual si eran buenas o lo contrario. Pero no te explicas los gestos de Winona, como le pasa últimamente, ni algunas secuencias raras (su desnudo en la azotea) combinadas con diálogos brillantes y otras secuencias logradas (el atraco en el callejón). En fin, una película de difícil explicación, llena de trucos y con un final absolutamente espantoso que se la carga por entero.

Navega entre la línea de la muerte por suicidio, que no es cualquier muerte, magistralmente; cercano a todos las posibles escapatorias que intenta hacer el ser humano ante el suicidio de otro. La interpretación del protagonista, roto e impasible ante la violencia y el dolor desde la infancia, es registrada por este actor de forma impecable.