La película parte de la errónea premisa de que si un hombre se casa con dos mujeres y, además, lleva una triple vida homosexual, la audiencia se parte y se monda, como diría el Luisma, así que, por qué no hacer lo mismo al revés. Error. Eso ni es gracioso ni interesa a nadie, más allá de cuatro cotillas y/resentidos. Entre que lo haga un cabronazo sin escrúpulos y lo haga un zorrón de marca mayor no hay la más mínima diferencia. Además, Paco León imita mal, muy mal el acento catalán. Por momentos parece gallego, luego vasco y, sí, algunas veces acierta, pero en todo momento se nota forzado. Imagino que es como cuando algún paleto mesetario intenta, sin éxito, imitar el acento andaluz exagerando el deje. En fin. En cuanto a Alterio, correcto y punto.
La película es mala, sin más, y la premisa un horror, venga del sexo que venga. Ahora bien, parece que en Filmaffinity hay que se de la ultraderechita cobarde o, peor aún, de la extrema ultra derechita cobarde para comentar la película. Muchos son los que utilizan como arma la subvención de la película, cuando lo mismo está esta que los pifostios infumables de Almodóvar, pero ahí están los Óscar para justificarlo. Estas cosas debieran molestaros porque no tiene gracia ni el más mínimo atisbo de decencia, pero no, lo consideráis un ataque a vuestra masculinidad y a vuestro supuesto derechismo rancio. Pues nada, poneos Raza una y otra vez, que esa seguro que no estaba subvencionada.
Le pongo un uno porque no hay quién aguante una situación ridícula tras otra, viendo como dos hombres sin el menor rastro de dignidad se arrastran por el fango; pero si lo que pretendía la película era atormentar y agravar las úlceras de estómago de la audiencia paleta y reaccionaria, debería ponerle un diez.

Creo que hay muchas formas de criticar esta película. Desde luego, a juzgar por lo que opinan "los que cobran por dar su opinión" ("profesionales" se hacen llamar), estaríamos ante una consecuencia lógica de la mítica Predator de los '80, con mejores efectos visuales y en consonancia con los tiempos, al estar protagonizada por una chica. Hay casi unanimidad en esta caterva paniaguada, así que lo lógico es pensar lo contrario. Y, en efecto, estamos ante lo opuesto. La película original era lo suficientemente "creíble", siempre atendiendo al hecho de que un cazador alienígena pudiera visitar la Tierra con intenciones cinegético-casposas, y pasando por alto la evidente contradicción que supone que el bicho cuente con suficiente tecnología como para cruzar el espacio en una nave espacial, pero muestre a la vez el comportamiento, el aspecto y las maneras de un cavernícola. A lo mejor es que el que soltaban en la Tierra era el tonto del pueblo del planeta Predators o algo así. En cualquier caso, el "bueno" de la peli, The Governor, tenía desarrollados músculos que ni sabíamos entonces que existían en el cuerpo humano, y poco o nada nos extrañaba cuando le hacía frente al bicharraco. Además, estaba acompañado por unos cuantos cachas violentos con armas automáticas y pasión por la casquería extraterrestre y de la otra.
Pero, hete aquí que en esta nueva versión no hay ni cachas ni armas autómáticas. Ni siquiera pasión por la violencia. No. Lo que hay en esta peli es una tribu nativa americana preocupada por su subsistencia, por sus ritos y por la pintura corporal indeleble. Sin embargo, como en Hollywood se pasan la idiosincrasia y las costumbres indias por el Arco del Triunfo, colocan en una muy tradicional sociedad todavía anclada en la Edad de Piedra a la jovencita resultante de mezclar en una coctelera a la Pocahontas de Disney, a la tía azul de Avatar y a la típica niñata rebelde de un Instituto de Bel-Air, con tipín muy del siglo XXI y con la potestad de alterar las Leyes de la Física. No, señores, nadie se lo traga.
Si bien, una cosa es la crítica a la película, que está a años luz de la menor coherencia, y otra muy distinta es llenar la página de babas tóxicas infectadas con toda la frustración del machito que siente atacada su masculinidad de papel couché cogida con alfileres, como es el caso de alguno que otro que respira Mejores Aires. Si la película es mala y nada de lo que hay en ella se sostiene, no hay que darle más vueltas, y flaco favor le hace a la hipotética causa que muchos entienden que pone en valor.
Para testosterona a raudales tenemos la versión de los '80, que es mucho mejor como película, y si aquella no nos ofendió, no veo por qué esta tendría que ofendernos.

Enésimo intento de hacer una serie de maníacos homicidas y mismo resultado que en anteriores ocasiones. Esto no hay quien lo aguante. La serie es lenta, un coñazo; el asesino es imbécil e insoportable, el detective un macarra y hay tantas preguntas sin respuestas que no sé ni por dónde empezar. En resumen, y para que nadie pierda el tiempo viendo esta estupidez, esto no es más que un capítulo de Mentes Criminales estirado hasta hacer saltar el último nervio del espectador, con la diferencia de que la serie mencionada es dinámica, pulcra y, a ratos, inteligente. Ojalá se pudiese reclamar el tiempo que se pierde en estas tonterías.

Pues, podría decir que el título de esta crítica lo resume todo. En efecto, la vida es demasiado corta y está llena de cosas muy interesantes con las que entretenerse y/o aprender, todo lo contrario a esta bazofia salida directamente del culo de un pajillero subnormal. Nada en esta "serie" tiene sentido. La premisa es absurda, los personajes son desquiciantes, las muertes tardan muchísimo en aparecer y se parecen más a "Destino final" que a la original "Se lo que hicisteis...". Aquí solo hay una pandilla de niñatos salidos, drogatas y retrasados a los que incluso les cuesta darse cuenta que están en peligro. Encima, la serie es lentísima. En este tipo de productos a nadie le importa el drama adolescente ni las tribulaciones morales/sexuales de un padre indolente, es estúpido pensar que pueden coexistir en el mismo cerebro Emily Brontë y Stephen King, y si así fuera, insisto, a nadie le importa.

Y seguimos con las pelis de mitología católica. Para los creyentes en la verdadera fe (todos piensan que la suya es la que vale) la peli será la hostia, no digo que no. Pero para los demás, los no dogmáticos, los que saben que es más difícil y más gratificante pensar que creer, esto es un truño como la sábana santa. Lenta, pesada, místico-católica, aburrida a más no poder, con ese aire de seriedad que solo un cristiano puede intentar darle a su mitología, y punto. Se une a la larguísima lista de producciones de Vaticano Films.
A ver si un día alguien se anima y realiza una peli sobre lo crisitianos que han sido muchos de los peores dictadores asesinos de la historia, que muchos eran de ejecuciones por la mañana y misa por la tarde, con el consiguiente perdón de todos sus pecados y el beneplácito de la curia vaticana, o sea, los supuestos chicos del de arriba. Puestos a hacer pelis católicas, vamos a echarle huevos.