Esta serie tiene unos cimientos de ficción muy sólido. Unos cimientos de ciencia ficción de la buena, no es una de tantas spaces opera que devoramos sin compasión, lo que hace al espectador tener que esforzarse en su visionado puesto que trata temas complejos (maternidad, fe, supervivencia,...) que nos incitarán a reflexionar sobre la vida.... y como no, no podían faltar los androides.

Las interpretaciones son correctas. Travis Fimmel hace de Ragnar nuevamente... un líder devorado por sus demonios internos capaz de expresar su tempestad y salvajismo emocional a través de una mirada perturbadora pero no es nada que no le hayamos visto hacer ya. Hacer mención aparte a "Madre" (Amanda Collin) sobre todo por su insuperable trabajo físico, sus movimientos robóticos parecer tan naturales que hacen creíble al cien por cien su condición de androide.

Si no le he puesto mas nota es porque creo que la trama no enamora lo suficiente y en ocasiones peca de pretenciosa y deja arrinconado en una esquina su condición de producto de entretenimiento... algo que una serie de estas características no debe olvidar.

No sé si esto se acabará aquí o habrá una segunda temporada, ya veremos si mi percepción cambia con una historia mas desarrollada en todos sus puntos.

En definitiva si te gusta la ciencia ficción podrás verla y alegrarte de tener un producto de calidad pero echarás en falta un pequeño empujón que lo hiciera ser un GRAN producto.