Buenísimo thriller rodado en formato de vídeo de alta definición. Lo que le incrementa la sensación de realismo y de canallesca a está intriga sórdida que alterna los despachos y pisos de lujo con los bajos fondos y la desesperación.

La historia va hacia adelante y atrás encajando las piezas como en Pulp Fiction y el gran montaje hace que vayas de sorpresa en sorpresa mientras ves como encajan las piezas.
Guión buenísimo que te tiene en vilo sin grandes complicaciones.
La feroz representación del cruel estilo de vida neoliberal americano machacando al perdedor y de las miserias en todos los estratos salpica incluso a la hija del protagonista: sólo se quiere dinero. Contrasta con la tranquilidad y la felicidad de la pareja mayor que no se deja cegar por el dinero o el ritmo de vida frenético.
Final inesperado y en la línea del mejor cine noir.

Dirección soberbia, muy intensa, muy viva y dejando espacio para que los actores se luzcan.

Actorazos. Hawke lo clava, en este caso, con un tío fracasado y superado por la vida al que le asaltan la desesperación y el miedo. Hoffman también lo hace muy bien aunque su papel no sea tan explosivo como el de Hawke. Tomei, está poco aprovechada. Una pena porque sus intervenciones son muy buenas (y su top-less, de gran belleza).

Una gran película que te tiene sobrecogido de principio a fin mientras presencias la caída en espiral de dos perdedores en la vida.