Añadir a mi grupo de amigos/usuarios favoritos
Puedes añadirle por nombre de usuario o por email (si él/ella ha accedido a ser encontrado por correo)
También puedes añadir usuarios favoritos desde su perfil o desde sus críticas
Nombre de grupo
Crear nuevo grupo
Crear nuevo grupo
Modificar información del grupo
Aviso
Aviso
Aviso
Aviso
El siguiente(s) usuario(s):
Group actions
You must be a loged user to know your affinity with guanzin
- Recomendaciones
- Estadísticas
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de guanzin:
2
Voto de guanzin:
2
6.0
9,199
Intriga. Thriller. Drama
En su apartamento de urbanización prototipo de Los Angeles, Sam (Andrew Garfield) anda por la vida muerto de aburrimiento. Ningún aliciente hasta ese día en que descubre a una nueva vecina sexy, deslumbrante, inquietante, misteriosa y, de repente, desaparecida. Y aún hay mayores rarezas esperando a Sam, porque por el barrio anda suelto un asesino de perros...
3 de abril de 2020
3 de abril de 2020
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una historia absurda, unos actores forzados y un misterio aburridísimo.
Imagino que los creadores beben de cintas como El gran Gatsby (de hecho la mencionan en la película) y quitando la pomposidad y las fiestas de otros como El caso Slevin, escenas frenéticas con diálogos pretenciosos, pero ni una cosa ni otra: aquí la acción la desarrollan niños pijos de Los Angeles sin gracia con lo que al final es un dislate tras otro basados en mensajes encriptados absurdos que hace que el espectador pierda rápido todo interés.
Ah, y todo ello en 139 minutos. El director nos ha clavado una hora, no de contemplar a Al Pacino o De Niro, sino simplemente el culo de Garfield. Eso no lo levantas ni poniendo toda la BSO de Kurt Cobain, amigo.
Imagino que los creadores beben de cintas como El gran Gatsby (de hecho la mencionan en la película) y quitando la pomposidad y las fiestas de otros como El caso Slevin, escenas frenéticas con diálogos pretenciosos, pero ni una cosa ni otra: aquí la acción la desarrollan niños pijos de Los Angeles sin gracia con lo que al final es un dislate tras otro basados en mensajes encriptados absurdos que hace que el espectador pierda rápido todo interés.
Ah, y todo ello en 139 minutos. El director nos ha clavado una hora, no de contemplar a Al Pacino o De Niro, sino simplemente el culo de Garfield. Eso no lo levantas ni poniendo toda la BSO de Kurt Cobain, amigo.