Retrato de la vida en el mundo gangster que no logra construir una historia interesante ni atraer con ningún personaje a pesar de que todos están bien delineados e interpretados, especialmente el de Robert De Niro. La trama se desenvuelve entre diálogos y escenas deslucidas y sin intensidad sin una línea clara y varias escenas de más. La ambientación y la personificación del clásico italoamericano neoyorkino es lo único destacable ya que el guión tarda demasiado en mostrar un rumbo y un propósito, además de que todo se desarrolla casi sin dramatismo, incluyendo la última escena que por como está dirigida resulta algo insulsa a pesar de ser concluyente y fuerte. En general dentro del género no resulta sobresaliente. Para dejar pasar.