Añadir a mi grupo de amigos/usuarios favoritos
Puedes añadirle por nombre de usuario o por email (si él/ella ha accedido a ser encontrado por correo)
También puedes añadir usuarios favoritos desde su perfil o desde sus críticas
Nombre de grupo
Crear nuevo grupo
Crear nuevo grupo
Modificar información del grupo
Aviso
Aviso
Aviso
Aviso
El siguiente(s) usuario(s):
Group actions
You must be a loged user to know your affinity with Ehavled Jef
0
Listas
- Recomendaciones
- Estadísticas
- Sus votaciones a categorías
- Críticas favoritas elegidas por Ehavled Jef
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Ehavled Jef:
8
Voto de Ehavled Jef:
8
6.1
23,687
Ciencia ficción. Fantástico. Romance
El día de las elecciones al Senado, el joven y carismático político David Norris (Matt Damon) conoce a Elise Sellas (Emily Blunt), una guapa bailarina de ballet que altera completamente su vida. Cuando Norris empieza a sospechar que ciertas fuerzas sobrenaturales intentan separarlos, tratará de averiguar las causas. Debut en la dirección del guionista de "El ultimatum de Bourne". (FILMAFFINITY)
15 de abril de 2011
15 de abril de 2011
75 de 99 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película de ciencia ficción bastante interesante, al menos desde el punto de vista filosófico: porque hace reflexionar y mucho acerca del concepto "libre albedrío". Es decir sobre si tenemos o no libertad de elegir. Por regla general parece que todo está encausado de antemano, que todo lo que consideramos como libertad humana, en realidad es algo ya diseñado y programado de manera que cada uno de nosotros elige en la mera superficie, pero en el fondo sólo está procediendo, siguiendo unas órdenes dictadas por un plan metafísico superior a lo físico y a lo humano, ya desde el interior ya desde el exterior.
Por ejemplo: si yo elijo entre una variedad de platos con comida diferente, aparentemente puede parecer que tengo "libre albedrío" y que soy yo el que está eligiendo; pero quizás mi elección es consecuencia de la necesidad que tengo en ese momento, como organismo, de unos minerales u otros, lo cual perciben mis sentidos haciendo que me incline o decante por un tipo de alimento en lugar de por otros. Igualmente podemos decir si elijo o me enamoro de un tipo de mujer y no de otra, lo más probable es que se deba a unos factores ya congénitos que traigo grabados en mis genes y en mi mente, según los cuales me atraen o me siento inclinado más por un tipo de féminas, en lugar de por otras, que complementarían mejor el ser humano orgánico que soy. Y así con todo o casi todo lo que se supone que elegimos "libremente". Con lo cual, ¿libres lo que se dice libres?, lo somos muy poco, porque cualquier elección que aparentemente realizamos, aunque parece que es una elección propia o personal, en el fondo siempre se debe a factores determinados o predeterminados, ya biológica ya química, ya psicológica ya culturalmente, ya lo que sea, pero no algo puramente elegido por nuestro libre "YO MISMO".
Nuestra libertad de acción es más una creencia, una ilusión producto del cerebro, más que la realidad misma. No somos libres para nacer, ni para elegir la familia ni el lugar del Universo donde nacer. No somos libres para ser cristianos, para ser budistas, para ser ateos o de una secta de la Nueva Era. No somos libres para tener una ideología de derecha o de izquierda, para pertenecer a un partido, a otro o a ninguno, todo está predeterminado por cantidad de circunstancias formativas, sociales, educativas, coyunturales, convenientes a nuestro organismo, mente o química neuronal predominante a nivel de cada individuo humano.
Como dice Mark Hallett, doctor en medicina por la Universidad de Harvard y eminente neurólogo de la "Harvard Medical School": «El libre albedrío existe, pero es una percepción, no una fuerza rectora.»
... / ...
Por ejemplo: si yo elijo entre una variedad de platos con comida diferente, aparentemente puede parecer que tengo "libre albedrío" y que soy yo el que está eligiendo; pero quizás mi elección es consecuencia de la necesidad que tengo en ese momento, como organismo, de unos minerales u otros, lo cual perciben mis sentidos haciendo que me incline o decante por un tipo de alimento en lugar de por otros. Igualmente podemos decir si elijo o me enamoro de un tipo de mujer y no de otra, lo más probable es que se deba a unos factores ya congénitos que traigo grabados en mis genes y en mi mente, según los cuales me atraen o me siento inclinado más por un tipo de féminas, en lugar de por otras, que complementarían mejor el ser humano orgánico que soy. Y así con todo o casi todo lo que se supone que elegimos "libremente". Con lo cual, ¿libres lo que se dice libres?, lo somos muy poco, porque cualquier elección que aparentemente realizamos, aunque parece que es una elección propia o personal, en el fondo siempre se debe a factores determinados o predeterminados, ya biológica ya química, ya psicológica ya culturalmente, ya lo que sea, pero no algo puramente elegido por nuestro libre "YO MISMO".
Nuestra libertad de acción es más una creencia, una ilusión producto del cerebro, más que la realidad misma. No somos libres para nacer, ni para elegir la familia ni el lugar del Universo donde nacer. No somos libres para ser cristianos, para ser budistas, para ser ateos o de una secta de la Nueva Era. No somos libres para tener una ideología de derecha o de izquierda, para pertenecer a un partido, a otro o a ninguno, todo está predeterminado por cantidad de circunstancias formativas, sociales, educativas, coyunturales, convenientes a nuestro organismo, mente o química neuronal predominante a nivel de cada individuo humano.
Como dice Mark Hallett, doctor en medicina por la Universidad de Harvard y eminente neurólogo de la "Harvard Medical School": «El libre albedrío existe, pero es una percepción, no una fuerza rectora.»
... / ...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El filósofo Baruch Spinoza ya reflexionó al respecto y también pensaba que en el fondo cualquiera de nosotros no elige nada sino más bien procedemos a seguir las elecciones ya programadas en nosotros por "otros" (en el caso de esta película, esos "otros" son una especie de ángeles que trabajan para otros ángeles superiores y éstos en última instancia para un director general, programador principal, gran diseñador inteligente o Dios): «No hay en la mente un absoluto libre albedrío, porque la mente es determinada por el desear esto o aquello, por una causa determinada a su vez por otra causa, y ésta a su vez por otra causa, y así hasta el infinito.»
Ahora bien, hay que dejar siempre abierta una rendija a la posibilidad de un cierto margen de caos, de azar, de "libre albedrío"; un cierto margen para lo imprevisto incluso en medio de lo ordenado, lo determinado o lo predeterminado (tal como ocurre en el filme). Y así lo han estimado también filósofos como Hobbes, Locke, Hume y contemporáneamente Daniel Dennett, quienes aceptando, como en todo este análisis, que el determinismo forma parte notable de todo nuestro universo conocido, y sobre todo de nosotros mismos, al mismo tiempo también cabe el "libre albedrío" humano, el cual hace posible que cuestionemos, paremos, nos rebelemos, modifiquemos lo previsto convirtiéndolo en un resultado imprevisto. A esta postura, según la cual, se cree que determinación y libertad son compatibles a la vez (al menos en el ser humano) se le llama "compatibilismo".
Fej Delvahe
Ahora bien, hay que dejar siempre abierta una rendija a la posibilidad de un cierto margen de caos, de azar, de "libre albedrío"; un cierto margen para lo imprevisto incluso en medio de lo ordenado, lo determinado o lo predeterminado (tal como ocurre en el filme). Y así lo han estimado también filósofos como Hobbes, Locke, Hume y contemporáneamente Daniel Dennett, quienes aceptando, como en todo este análisis, que el determinismo forma parte notable de todo nuestro universo conocido, y sobre todo de nosotros mismos, al mismo tiempo también cabe el "libre albedrío" humano, el cual hace posible que cuestionemos, paremos, nos rebelemos, modifiquemos lo previsto convirtiéndolo en un resultado imprevisto. A esta postura, según la cual, se cree que determinación y libertad son compatibles a la vez (al menos en el ser humano) se le llama "compatibilismo".
Fej Delvahe