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Voto de Vito Corleone:
8

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8
8.0
155,836
Aventuras. Drama
En el siglo XIV, los escoceses viven oprimidos por los gravosos tributos y las injustas leyes impuestas por los ingleses. William Wallace es un joven escocés que regresa a su tierra despues de muchos años de ausencia. Siendo un niño, toda su familia fue asesinada por los ingleses, razón por la cual se fue a vivir lejos con un tío suyo.
25 de octubre de 2013
25 de octubre de 2013
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
El pequeño William Wallace sigue a su padre a una reunión de clanes que va a tener lugar en la Escocia medieval. Al llegar a la reunión, la mayoría de jefes han sido asesinados, incluyendo algunos niños. Los clanes buscaban unirse entre ellos y junto con los nobles para hacer frente al opresor inglés, pero han sido traicionados y ahora solo queda ir a la guerra con la certeza de la derrota...
Al poco tiempo, una carreta le devuelve al niño el cuerpo de su padre y hermano. Su tío Argyle coge la tutela de William. Se encargará de su educación y le dará una valiosa lección: se ganan más batallas con el cerebro que con los músculos. Por ello, el Wallace que regresa a casa es un joven maduro que desea vivir en paz. Llega justo para una boda, en la cual se aplica la infame "prima nocte" (medida impuesta por Inglaterra para dividir a los escoceses, mediante la cual los nobles pueden acostarse con la novia de cualquier campesino en la noche de bodas).
Este, y otro desencadenante más personal, llevará a William Wallace a la insurrección directa, dirigiendo a su pueblo contra el ejército del rey Eduardo I. No están bien armados, desde luego, pero cuentan con la rabia contenida y el coraje necesario para llevarse todo por delante...
Mel Gibson siguió la senda de Kevin Costner 5 años atrás, cuando este dirigió "Dances with wolves": un joven actor en alza que dirige su ópera prima (en realidad, Gibson se había estrenado con la intrascendente "El hombre sin rostro"), que arrasa en taquilla y críticas, y recibe los oscars más importantes. Y es que "Braveheart" es un verdadero clásico contemporaneo.
El director y protagonista toma un personaje real y lo convierte en héroe actual con una premisa muy básica: William Wallace lucha por la libertad, una causa más que justa, contra un enemigo poderoso y cruel. Es simpático, guapo, sensible, fuerte y lo más importante, tiene la razón de su lado. ¿Qué más se le puede pedir?. "Braveheart" era el "Espartaco" de los 90. Ambos personajes existieron, sufrieron injusticias, dirigieron rebeliones y se convirtieron en mártires de su causa.
Con pulso ejemplar en la dirección, escenas de batallas impresionantes en el momento del estreno y una magnífica fotografía, Mel Gibson se pone épico y nos brinda una obra colosal. Romance, un héroe indiscutible, drama y deseos de justicia: todo un éxito. Sin duda, uno de los puntos más fuertes es la música: una melodía celta que recorre todo el metraje en las escenas más emotivas.
A destacar también Sophie Marceau, Catherine McCormack y Patrick McGoohan (el cruel Enrique). Pero está claro que Mel forjó un personaje a su medida, por lo que él es el protagonista total del filme. Y a pesar de las concesiones y ciertos convencionalismos, Gibson demostró que podía ofrecer espectáculo con calidad y respeto por la historia que narra. Un verdadero peliculón.
Al poco tiempo, una carreta le devuelve al niño el cuerpo de su padre y hermano. Su tío Argyle coge la tutela de William. Se encargará de su educación y le dará una valiosa lección: se ganan más batallas con el cerebro que con los músculos. Por ello, el Wallace que regresa a casa es un joven maduro que desea vivir en paz. Llega justo para una boda, en la cual se aplica la infame "prima nocte" (medida impuesta por Inglaterra para dividir a los escoceses, mediante la cual los nobles pueden acostarse con la novia de cualquier campesino en la noche de bodas).
Este, y otro desencadenante más personal, llevará a William Wallace a la insurrección directa, dirigiendo a su pueblo contra el ejército del rey Eduardo I. No están bien armados, desde luego, pero cuentan con la rabia contenida y el coraje necesario para llevarse todo por delante...
Mel Gibson siguió la senda de Kevin Costner 5 años atrás, cuando este dirigió "Dances with wolves": un joven actor en alza que dirige su ópera prima (en realidad, Gibson se había estrenado con la intrascendente "El hombre sin rostro"), que arrasa en taquilla y críticas, y recibe los oscars más importantes. Y es que "Braveheart" es un verdadero clásico contemporaneo.
El director y protagonista toma un personaje real y lo convierte en héroe actual con una premisa muy básica: William Wallace lucha por la libertad, una causa más que justa, contra un enemigo poderoso y cruel. Es simpático, guapo, sensible, fuerte y lo más importante, tiene la razón de su lado. ¿Qué más se le puede pedir?. "Braveheart" era el "Espartaco" de los 90. Ambos personajes existieron, sufrieron injusticias, dirigieron rebeliones y se convirtieron en mártires de su causa.
Con pulso ejemplar en la dirección, escenas de batallas impresionantes en el momento del estreno y una magnífica fotografía, Mel Gibson se pone épico y nos brinda una obra colosal. Romance, un héroe indiscutible, drama y deseos de justicia: todo un éxito. Sin duda, uno de los puntos más fuertes es la música: una melodía celta que recorre todo el metraje en las escenas más emotivas.
A destacar también Sophie Marceau, Catherine McCormack y Patrick McGoohan (el cruel Enrique). Pero está claro que Mel forjó un personaje a su medida, por lo que él es el protagonista total del filme. Y a pesar de las concesiones y ciertos convencionalismos, Gibson demostró que podía ofrecer espectáculo con calidad y respeto por la historia que narra. Un verdadero peliculón.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
-Mel Gibson supo tocar la fibra del espectador; hay escenas realmente muy emotivas. Una de ellas es cuando la niña que será su mujer coge la mano de William en el entierro de su padre. Luego, cuando Murron es asesinada a manos de los ingleses, William se ofrecerá al padre para que disponga de él. Y este lo perdonará.
-La traición siempre juega un papel importante en toda la historia. Y la nobleza será la principal practicante de la misma.
-La furia de William Wallace ante la muerte de Murron es brutal.
-La princesa Isabel advierte al rey que el hijo que espera no es del principe, sino del rebelde. Una libertad que se han tomado los guionistas, por supuesto (como el propio romance con la princesa). Pero, qué demonios!, para ese entonces ya estamos deseando que fuera así.
-¿He dicho ya que la música es espectacular? Creo sinceramente que es el alma de esta película.
-La traición siempre juega un papel importante en toda la historia. Y la nobleza será la principal practicante de la misma.
-La furia de William Wallace ante la muerte de Murron es brutal.
-La princesa Isabel advierte al rey que el hijo que espera no es del principe, sino del rebelde. Una libertad que se han tomado los guionistas, por supuesto (como el propio romance con la princesa). Pero, qué demonios!, para ese entonces ya estamos deseando que fuera así.
-¿He dicho ya que la música es espectacular? Creo sinceramente que es el alma de esta película.