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Voto de Messer E Vork:
6
Voto de Messer E Vork:
6
6.4
886
Serie de TV. Drama
Miniserie de TV (2011). 8 episodios. Del canal History Channel sobre el clan de los Kennedy. (FILMAFFINITY)
25 de septiembre de 2012
25 de septiembre de 2012
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta serie está bien rodada y, algo muy importante al menos para mí, tiene un plantel de actores que, aunque intrínsecamente no se parecen a los personajes a los que representan, les tienen un parecido considerable o por lo menos suficiente como para ir tirando (todavía recuerdo lo que me costó mirar a Anthony Hopkins y creerme que estaba viendo una película sobre Richard Nixon). La historia que cuenta tiene su miga. La familia Kennedy es una de las dinastías políticas más famosas de los EEUU y JFK es su miembro más famoso en el mundo; eso, irónicamente, no juega a favor de la serie, ya que a poco que tengas ciertos conocimientos de historia o te interesen los cotilleos que rodearon la vida privada del difunto ex-presidente, ya sabes de antemano la mayor parte de las tramas que se te van a contar a lo largo de los ocho episodios que dura la producción.
Pienso que la serie debería haber ido un poco más allá, tanto en lo bueno como en lo malo. Por cada episodio te contaban un problema (disturbios raciales, la construcción del muro de Berlín, la crisis de los misiles de Cuba, el caso Monroe) y hubiera sido interesante que alguno de ellos se extendiera un poco más en el tiempo. Y, teniendo en cuenta que nos presentan a JFK como un hombre enfermo y mujeriego impenitente, creo que no habría estado de más extenderse un poquito más. Por ejemplo, he leído que tuvo una amante que exigió mucho dinero a cambio de su silencio y que tuvo a otra que era extranjera y a la que sacaron del país. Estos dos casos habrían ayudado a consolidar esa faceta de John Kennedy y hubieran permitido que su hermano Bobby tuviera más minutos. Y no hablemos de la famosa Marilyn Monroe, a la que solo se le dedican diez minutos en modo flashback. Añadir una escena en la que se conozcan, la famosa (y embarazosa) ocasión en la que le cantó un descaradamente erótico "Cumpleaños feliz" y la cena que siguió, en la que John y Bobby hicieron saber a la actriz que la relación se había terminado, ayudaría a consolidar esa trama.
Además, creo que el enfoque del argumento está demasiado acotado. Me explico: en teoría te quieren contar la historia de un padre enormemente ambicioso que quiso cumplir sus sueños personales por medio de sus hijos, a los que educó y preparó para que hicieran de su vida una carrera de relevos con una única meta posible, la Casa Blanca. Sin embargo, la serie se centra en exceso en John F. Kennedy (de los ocho episodios, siete son para contar su ascenso y mandato). Por otro lado, el título no es muy sincero que digamos, ya que dice "Los Kennedy" y sin embargo aparecen muy pocos de ellos: JFK, su padre Joseph, su madre, su esposa Jackie, su hermano Bobby y la mujer de éste son los protagonistas de la serie sin discusión. Los otros hermanos son destinados a un discretísimo segundo plano (Joe, la lobotomizada) o simplemente ignorados, cuando algunos de ellos también podrían haber tenido algo interesante y menos trillado fuera de EEUU que aportar a la serie.
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Más críticas en:
https://unblogacincoalturas.wordpress.com/
Pienso que la serie debería haber ido un poco más allá, tanto en lo bueno como en lo malo. Por cada episodio te contaban un problema (disturbios raciales, la construcción del muro de Berlín, la crisis de los misiles de Cuba, el caso Monroe) y hubiera sido interesante que alguno de ellos se extendiera un poco más en el tiempo. Y, teniendo en cuenta que nos presentan a JFK como un hombre enfermo y mujeriego impenitente, creo que no habría estado de más extenderse un poquito más. Por ejemplo, he leído que tuvo una amante que exigió mucho dinero a cambio de su silencio y que tuvo a otra que era extranjera y a la que sacaron del país. Estos dos casos habrían ayudado a consolidar esa faceta de John Kennedy y hubieran permitido que su hermano Bobby tuviera más minutos. Y no hablemos de la famosa Marilyn Monroe, a la que solo se le dedican diez minutos en modo flashback. Añadir una escena en la que se conozcan, la famosa (y embarazosa) ocasión en la que le cantó un descaradamente erótico "Cumpleaños feliz" y la cena que siguió, en la que John y Bobby hicieron saber a la actriz que la relación se había terminado, ayudaría a consolidar esa trama.
Además, creo que el enfoque del argumento está demasiado acotado. Me explico: en teoría te quieren contar la historia de un padre enormemente ambicioso que quiso cumplir sus sueños personales por medio de sus hijos, a los que educó y preparó para que hicieran de su vida una carrera de relevos con una única meta posible, la Casa Blanca. Sin embargo, la serie se centra en exceso en John F. Kennedy (de los ocho episodios, siete son para contar su ascenso y mandato). Por otro lado, el título no es muy sincero que digamos, ya que dice "Los Kennedy" y sin embargo aparecen muy pocos de ellos: JFK, su padre Joseph, su madre, su esposa Jackie, su hermano Bobby y la mujer de éste son los protagonistas de la serie sin discusión. Los otros hermanos son destinados a un discretísimo segundo plano (Joe, la lobotomizada) o simplemente ignorados, cuando algunos de ellos también podrían haber tenido algo interesante y menos trillado fuera de EEUU que aportar a la serie.
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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Tras el asesinato de JFK, Bobby se convirtió en el nuevo aspirante a presidente de la familia. Se dejó el pelo largo e inició una campaña en la cual se acercó a los negros, los hispanos, los desfavorecidos, los hippies, los jóvenes y los judíos, prometiendo el final de la guerra de Vietnam y un país con más justicia e igualdad social. Despertó enormes esperanzas en toda una generación, vivió el asesinato de Martin Luther King, se opuso frontalmente a la relación entre Jackie y Onasis y estuvo a apenas dos pasos de convertirse en candidato a presidente, siendo truncada su carrera por las balas de un tarado (como su hermano, ¡qué casualidad!), lo que supuso un golpe tremendo para sus muchos seguidores. Demasiadas cosas como para contarlas en menos de un episodio.
Aunque el gran olvidado de la serie es Ted, el más pequeño de los varones Kennedy, que en la serie directamente no aparece y apenas se le menciona. Nacido en 1933, empezó su carrera política en 1962 al ser nombrado senador. También tuvo sus pequeñas tramas (una vez le pidió consejo a su hermano mayor y éste le dijo que se las arreglara solo, porque ese era ahora su trabajo) y, cuando John murió, Bobby ocupó su lugar como cabeza de lista de la familia y Ted ocupó el de Bobby como ayudante.
El asesinato de Bobby supuso un auténtico mazazo para Ted. De golpe a porrazo, todos aquellos que creían en los Kennedy habían depositado sus esperanzas en él. La responsabilidad era enorme, pero más enorme era el pánico. No era para menos. Un hermano presidente y el otro a dos pasos de serlo, asesinados en un plazo de apenas cuatro años. Demasiada casualidad. Y él estaba "predestinado", por así decirlo, a intentar conseguir el mismo objetivo. La encrucijada personal a la que se enfrentaba el pequeño Kennedy era enorme: cumplir con su destino era arriesgarse a morir.
Un suceso imprevisto fue el que liquidó gran parte del problema. En 1969, el coche de Ted se estrelló en un río y murió su joven secretaria y amante. Ted, que iba bajo los efectos del alcohol, escapó y no informó a las autoridades, aunque al final todo salió a la luz y fue condenado a dos meses de prisión (que no se hicieron efectivos debido a la levedad de la pena). Cuando el inválido Joseph P. Kennedy conoció de labios de su hijo lo que había ocurrido, entró en un estado de depresión total y se negó a comer, falleciendo al poco tiempo. Ted estaba acabado y ya no había relevo. Su sueño de ser el padre de una dinastía de presidentes se había esfumado.
El miedo a ser asesinado y a que le echaran a la cara el mortal accidente provocó que la candidatura a la presidencia del último gran Kennedy se demorara en el tiempo. Finalmente, en 1980, Ted se lanzó al ruedo, compitiendo por la candidatura con el presidente Jimmy Carter, que buscaba la reelección. A pesar de que Carter se encontraba en horas bajas (de hecho, perdió las elecciones contra Reagan al año siguiente), Ted Kennedy hizo una mala campaña y no consiguió la candidatura a la presidencia. En 1984 se esperaba que lo volviera a intentar, pero no fue así. Se quedó como senador el resto de su vida y falleció en 2010.
Y así fue como acabó el poder del clan de los Kennedy, un desenlace menos efectista y simbólico que la muerte del prometedor Bobby, pero al fin y al cabo el real y tan digno de ser filmado como el que más. Si la serie hubiera tenido cinco episodios más, tres para Bobby y dos para Ted, la serie hubiera sido digna de llamarse "Los Kennedy".
Aunque el gran olvidado de la serie es Ted, el más pequeño de los varones Kennedy, que en la serie directamente no aparece y apenas se le menciona. Nacido en 1933, empezó su carrera política en 1962 al ser nombrado senador. También tuvo sus pequeñas tramas (una vez le pidió consejo a su hermano mayor y éste le dijo que se las arreglara solo, porque ese era ahora su trabajo) y, cuando John murió, Bobby ocupó su lugar como cabeza de lista de la familia y Ted ocupó el de Bobby como ayudante.
El asesinato de Bobby supuso un auténtico mazazo para Ted. De golpe a porrazo, todos aquellos que creían en los Kennedy habían depositado sus esperanzas en él. La responsabilidad era enorme, pero más enorme era el pánico. No era para menos. Un hermano presidente y el otro a dos pasos de serlo, asesinados en un plazo de apenas cuatro años. Demasiada casualidad. Y él estaba "predestinado", por así decirlo, a intentar conseguir el mismo objetivo. La encrucijada personal a la que se enfrentaba el pequeño Kennedy era enorme: cumplir con su destino era arriesgarse a morir.
Un suceso imprevisto fue el que liquidó gran parte del problema. En 1969, el coche de Ted se estrelló en un río y murió su joven secretaria y amante. Ted, que iba bajo los efectos del alcohol, escapó y no informó a las autoridades, aunque al final todo salió a la luz y fue condenado a dos meses de prisión (que no se hicieron efectivos debido a la levedad de la pena). Cuando el inválido Joseph P. Kennedy conoció de labios de su hijo lo que había ocurrido, entró en un estado de depresión total y se negó a comer, falleciendo al poco tiempo. Ted estaba acabado y ya no había relevo. Su sueño de ser el padre de una dinastía de presidentes se había esfumado.
El miedo a ser asesinado y a que le echaran a la cara el mortal accidente provocó que la candidatura a la presidencia del último gran Kennedy se demorara en el tiempo. Finalmente, en 1980, Ted se lanzó al ruedo, compitiendo por la candidatura con el presidente Jimmy Carter, que buscaba la reelección. A pesar de que Carter se encontraba en horas bajas (de hecho, perdió las elecciones contra Reagan al año siguiente), Ted Kennedy hizo una mala campaña y no consiguió la candidatura a la presidencia. En 1984 se esperaba que lo volviera a intentar, pero no fue así. Se quedó como senador el resto de su vida y falleció en 2010.
Y así fue como acabó el poder del clan de los Kennedy, un desenlace menos efectista y simbólico que la muerte del prometedor Bobby, pero al fin y al cabo el real y tan digno de ser filmado como el que más. Si la serie hubiera tenido cinco episodios más, tres para Bobby y dos para Ted, la serie hubiera sido digna de llamarse "Los Kennedy".